~•𝐄𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐨•~

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-¡¿Cómo es posible esto?!- El de cabellos alzaba la voz al mayor.- ¡Tú sabías como estaba Nezuko y aún así la dejaste así!

-Tanjiro, baja la voz. Estamos en una clínica.

-¡Eso no me importa! Sí madre estuviera aquí, te juro que nada de esto estuviera pasando.- Cruzaba los brazos y lo miraba fijamente.- Una más y me salgo de todo esto.- Fue lo último que dijo, ya que se retiró de aquel pasillo.

Muzan solo miraba como su pequeño hijo se alejaba de él. Su hija se encontraba mal, por lo tanto, iba a tener muchas críticas por parte de sus fans. Eso iba a ser algo molesto para un hombre de trabajo, pero lo iba a afrontar cueste lo que cueste.

Estuvo en una pequeña discusión con su hijo por lo que pasó.  Admite haber visto lo mal que estaba su hija días anteriores, pero ese era el precio para lq belleza de la menor. Así que decidió no decir nada.

Pero Tanjiro andaba echando chispas. Sí vuelve a pasar algo como esto, jura que va a tomar todas sus maletas e irse junto su pequeña hermana a otra ciudad para poder tener una vida normal. Estudios, carrera, todo lo que tendría pensado un adolescente.

No ser un artista.

Era viernes por la mañana, Giyuu andaba en el patio junto a sus alumnos de la clase en la que se encontraba una de sus alumnas que menos ganas tenía de ver

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Era viernes por la mañana, Giyuu andaba en el patio junto a sus alumnos de la clase en la que se encontraba una de sus alumnas que menos ganas tenía de ver.

-¡Monitsu! ¡Corre más rápido!- Gritaba el de puntas azules a su compañero.

-¡Cállate! ¡Hago lo que puedo!- Respondía a su compañero mientras saltaba uno de los obstáculos. Hasta que se logró escuchar el sonido de un silbato. Significaba que ya había acabado el entrenamiento.

-A lavarse todos.- Decía en seco a todos sus alumnos. No tenía muchas ganas de enseñar aquella clase. Se encontraba Makomo, eso lo complicaba.

El rubio se había posicionado al lado de su profesor, ya que no lo notaba muy bien.- Profesor Tomioka... ¿Se encuentra bien?

El azabache se encontraba con el aliento agitado, no podía respirar.- Si... No pasa na...

El menor miraba como poco a poco el mayor se desplomaba en aquel frío suelo. Mientras todo esto pasaba, con su gran sentido del odio logró escuchar una de las voces de sus profesores.- ¡Profesor Rengoku! ¡El profesor Tomioka que acaba de desmayar!

El nombrado fue rápidamente para llamar a una ambulancia.  Ya le habían advertido que tenía que cuidarse, pero al parecer no le tomó importancia alguna.

  Ya le habían advertido que tenía que cuidarse, pero al parecer no le tomó importancia alguna

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𝐌𝐢 𝐥𝐢𝐧𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐭𝐢𝐬𝐭𝐚~ •𝐆𝐢𝐲𝐮𝐮𝐭𝐚𝐧•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora