~•𝐃𝐮𝐥𝐜𝐞 𝐛𝐢𝐞𝐧𝐯𝐞𝐧𝐢𝐝𝐚•~

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La semana se fue volando por todas las actividades pendientes que tenía Tanjiro.

Gracias a eso, el pelirrojo pudo organizar su tiempo a la perfección para sus primeros días de clase. Tenía todo su horario organizado.

Eran las 5:00 am. y su día recién empezaba. No tuvo la necesidad de usar su despertador, era un día muy especial para el. Por lo tanto, no pudo dormir muy bien por aquellos nervios de la noche anterior.

-Primero... baño.- Con la tableta en la mano, se dirigía hacia aquella habitación en la que iba a tomar una ducha tibia para poder despertarse aún mejor y poder disfrutar su día al máximo.

-Tanjiro.- Tocaban la puerta del menor.- ¿Estás despierto?- Su voz era más que conocida para el de cabellos burdeos, era Haganezuka. Preocupándose siempre por el.

-¡Sí!- Respondió energéticamente.- ¡Me cambio y salimos!

-Te espero afuera.- Dijo para poder escuchar sus pasos que poco a poco se alejaban del lado contrario.

Tanjiro rápidamente despojó sus prendas para así ponerse una toalla por la parte baja del abdomen he ir rápidamente a aquella bañera que lo estaba esperando con agua tibia.

Mientras se bañaba, tarareaba una canción muy linda con su melodiosa voz. Amaba tararear y cantar.

Más no tenía tiempo para distracciones.

Después de su baño express, se cambió lo más rápido posible con el uniforme que tenía tendido en su cama.

Vestido con un terno azul oscuro, una camisa de color blanca acompañada de una corbata y unos zapatos de vestir estaba listo para salir.

A paso rápido se dirigió hasta el primer piso en el que se encontraba Haganezuka.

-¿Estás listo?- Posó una de sus manos en el hombro del menor para así poder transmitirle confianza. Se notaba lo nervioso que se encontraba y no lo iba a negar.

-Sí.- Borró su nerviosismo para así nuevamente poner una de sus sonrisas tan características de el.

-Vamos al auto, está que nos espera.- Caminó lentamente hacia donde se encontraba el transporte personal.

Por otro lado, Tanjiro ya se encontraba en el auto. Sentado y esperando a que el mayor llegase. - ¡Te demoras mucho! ¡Apura!- Al tener en frente al mayor, dio pequeñas palmaditas al asiento, dando a entender que se sentará a su lado. Lo cual hizo.

En el camino, se podía notar lo nervioso que estaba Tanjiro

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En el camino, se podía notar lo nervioso que estaba Tanjiro. Ya que andaba jugando con sus dedos para así poder tranquilizar su pequeño ataque de ansiedad. Hasta que sintió unas grandes manos posarse encima de las suyas, transmitiendo calor en ellas.

-Tranquilo, todo va a estar bien.- Le dirigía una gran sonrisa al menor para que intente tranquilizarse.- No pasará nada malo.

-Sí, lo sé.- Dudó un poco de sus palabras, pero estaba en la razón. Nada de malo iba a pasar.

𝐌𝐢 𝐥𝐢𝐧𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐭𝐢𝐬𝐭𝐚~ •𝐆𝐢𝐲𝐮𝐮𝐭𝐚𝐧•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora