~•𝐓𝐞 𝐚𝐦𝐚𝐛𝐚•~

1.6K 162 142
                                    

-¡Tomioka-Sensei!- Corría rápidamente al saber que había logrado encontrar a la persona que estaba buscando ya hace bastante rato por todo el patio.

-¿Tanjiro?- Preguntó sorprendido.- ¿Pasó algo?

-Por favor, ayuda.- Dijo retomando el aliento apoyando sus manos contra sus rodillas, ajetreado.- Por favor.

-Sí, dime.- Se acomodó y cruzó de brazos frente al pelirrojo para poder prestarle atención.

-Es que...- Ordenar sus ideas le iba a ser complicado, más en estos momentos en los cuales tenía la mente volando.- Debemos mentirle a mi padre.

-¿Qué?- Preguntó aún más sorprendido.- ¿Cómo que mentirle?

Oh, Tanjiro.
Así no era.

-Ocurrió un problema después que usted se haya ido de la empresa.- Empezó a explicar.- Se suponía que no tenía mucho tiempo para ir al set y grabar, así que tuve que irme en taxi.

-¿Tiene algo de malo?

-¿Qué?

-Que sí tiene algo de malo irte en taxi.- Repitió.

-En mi caso, sí.- Agacho su cabeza como sí de un niño desilusionado se tratase.- Pero ese no es el tema.- Volvió a alzar la.

-¿Entonces?

-Usted tiene que decir que me fui con usted, en su auto.

El azabache comprendió rápidamente a lo que el menor quería llegar.- Tanjiro...

-Lo sé.- Interrumpió.- Sé que no lleva ni un día de trabajo, pero en serio necesito que diga que me encontraba con usted en esos momentos.- Miró a todo su alrededor, buscando una respuesta.- ¡Ya sé!.- Dijo rápidamente alzando ambas manos en forma de victoria.- ¡Le pagaré extra! ¿Eso quiere?

-Tanjiro.- Bajo las manos del pelirrojo las cuales se encontraban bastante frías al tacto.- No es necesario.

-¿Ah?

El profesor dudó un momento por lo que estaba por decir, iba a ser algo malo para su reputación, pero el joven en serio estaba en serios problemas.- No necesito nada. Solo dime que hacer.

-¿Habla en serio?- Se notaba el brillo de sus ojos. Esos orbes rojizos irradiaban tantos destellos como se pudiesen.- Pero...

-Te estoy ayudando.- Dijo más tranquilo.

-Muchas gracias.- Quería abrazarlo de lo feliz que se encontraba porque por primera vez, alguien estaba dejando el trabajo de lado y lo estaban ayudando por su propia cuenta. Ni uno de sus empleados había hecho algo así por el. Ni Haganezuka.- No sabría cómo agradecérselo.

-Tu esfuerzo y trabajo duro. Es suficiente.

-Sí.- Sonrió muchísimo más, para después contarle todo lo que tenía que decirle a su padre, ya que este había prometido llamarlo para confirmar sí era cierto lo de la noche anterior.

Más no pensaba decirle las consecuencias que pasarían sí es que no hubiera aceptado su propuesta. Iba a mirar a su padre, el jefe de una de las mejores empresas de la industria del K-pop, como una persona que simplemente manipula y utiliza a las personas.

𝐌𝐢 𝐥𝐢𝐧𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐭𝐢𝐬𝐭𝐚~ •𝐆𝐢𝐲𝐮𝐮𝐭𝐚𝐧•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora