Una semana, fue lo suficiente para que los ensayos ya estén casi culminados para Tanjiro.
Desde una de las salas, se lograban escuchar algunos jadeos por el arduo trabajo que estaba haciendo. Era difícil bailar durante siete horas diarias.
-Ya ba-basta- Su voz era entrecortada, el sudor era bastante notorio en todo su cuerpo, no podía sentir sus piernas.- Continuamos mañana, ¿sí?
-¿Perdón?- Se notaba lo sarcástico que iba con sus palabras- ¡A continuar bailando!
-Y aquí... vamos de nuevo.- Lo dijo en un susurro inaudible, casi para él. Se encontraba muy cansado por el entrenamiento de hoy.
Empezó a ponerse de pie, apoyandose de sus rodillas para así estar recto y seguir con lo que había practicado hasta ahora.
Me pregunto ¿cómo estará Nezuko?
-No te distraigas.- Notó como el joven empezó a distraerse. Así que decidió hacer señas para llamar la atención de este y así logré entrar en razón.- Necesito que estés atento.- No era la primera vez que llamaba la atención al de cabellos burdeos, ya eran repetidas veces.- Mira esto.- Señalaba con una de sus manos.- ¡Y uno! ¡Y dos! ¡Y un, dos, tres!
Murata era el nuevo instructor de baile para Tanjiro. Era uno de los mejores coreógrafos en Corea. Ya que a trabajado con espléndidos grupos y solistas. Simplemente era muy bueno.
Pero por parte del contrario, sentía que en cualquier momento sentiría que sus piernas le iban a fallar más de la cuenta.
-Que aburrido es esto.- Se quejaba un peliblanco mientras se disponía mirar algunos papeles.- Corregir a mocosos es aburrido. ¡¿Podemos ir a tomar después, cierto?!
-Idiota, este es tu trabajo. Y no, no iremos a tomar. Hoy me quedo con Mitsuri en casa.- Un joven de baja estatura y tez pálida empezaba a quejarse de las palabras de su compañero.
-Compañero Iguro. No hay problema. Puedes llevar a Mitsuri San. ¿Verdad Kyoujuro?
-Y si. ¡Vamos todos al bar!- Gritaba el recién nombrado.- ¡Uzui invita!
-¡¿Pero qué?!- Se levantó lo más rápido que pudo de su escritorio, ni de loco iba a pagar la cuenta de todos sus colegas.- ¡No lo digas! ¡Se lo van a creer!
-En ese caso, lo más probable es que vaya con Sabito.- Decía un azabache mientras acomodaba su zona de trabajo. Le gustaba que todo esté ordenado cuando realizaba algo.
-No sé sí Mitsuri quiera, anda ocupada enseñándole al mocoso ese que se cree cantante.- Rodaba los ojos al pensar en el. A veces se ponía un tanto celoso de tan solo pensarlo.
-¿Hablas del joven Tanjiro?- Juntaba ambas manos logrando ver la gran emoción que emanaba de él mismo.- Es demasiado lindo, ¿verdad?
-¿Lo has visto? Es demasiado para un solo niño, lo tiene todo. Es simplemente perfecto.- Rengoku y Tomioka eran como sí de colegialas se tratasen. Ambos empezaban a emocionarse por tocar el simple tema de ese joven chico.
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𝐌𝐢 𝐥𝐢𝐧𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐭𝐢𝐬𝐭𝐚~ •𝐆𝐢𝐲𝐮𝐮𝐭𝐚𝐧•
RomanceA la corta edad de dieciséis años, Kamado Tanjiro es uno de los artistas más aclamados en la industria del K-pop gracias a la gran empresa que maneja su padre, Muzan Kibutsuji. Giyuu Tomioka tendrá que unir sus lazos junto al joven Kamado para poder...