𝐌𝐢 𝐥𝐢𝐧𝐝𝐨 𝐚𝐫𝐭𝐢𝐬𝐭𝐚~ •𝐆𝐢𝐲𝐮𝐮𝐭𝐚𝐧•

~•¿𝐁𝐮𝐞𝐧𝐚𝐬 𝐧𝐨𝐭𝐢𝐜𝐢𝐚𝐬?•~

-Giyuu, tienes que cuidarte más.  No puedes estar con tus defensas bajas- Una linda chica azabache caminaba por las lindas calles acompañada de su pequeño hermano, Giyuu.- Eres adulto y tienes que ser responsable de ti mismo.

-Si.- Respondió en seco.

-Tenemos que poner todas las cosas al congelador, sí es que no queremos que se echen a perder.- Miraba las bolsas que tenía en manos para después voltear y ver una expresión triste por parte del contrario.- ¿Qué pasa?

-Nada.- Tenía la mirada perdida, no estaba de humor para responder preguntas. No ahora.

-Es por Sabito, ¿verdad?- Decidió no seguir mirando al azabache, no lo quería incomodar más de lo que ya estaba.- ¿Gracias a él estás así?.- Frunció el ceño, al igual que una de sus manos se podía notar hechos puño.- Ese moco...- Fue interrumpido por el de ojos azules.

-Una palabra más... Y te vas.- Con una de sus peores expresiones, se dirigió hasta la Tomioka mayor.- Apartando su mirada

Intentó cambiar de tema, ya que el ambiente estaba un poco tenso.- Papá y mamá... Ya están enterados de lo que pasó.

-No me quieren ver, ¿cierto?- Ahora su mirada estaba fija en el piso. No le gustaba mucho sacar el tema sobre sus padres y sus relaciones amorosas. No era la mejor combinación, menos en estos momentos.

-Si.- Le dolía aceptar la realidad. Ya nada era como antes desde que su pequeño hermano había confesado que tenía atracción por cierto chico, lamentablemente terminó siendo un gran error aceptar su relación.- Sabito... ¿Por qué terminaron?

-Ese tema no te incumbe.

La mayor apoyo uno de sus brazos en el hombro del contrario, tratando de transmitir la confianza que puede tener hacia ella.- Oye, eres mi hermano menor. Puedes confiar en mi para lo que quieras y lo sabes.

-Tsutako... No quiero hablar de ese tema.- Soltaba su agarre de su hermana para ya no tener control de el.- No... por ahora.

-Bueno.- Apartó su mirada para mirar la vereda y poder sacar de cualquier lado algún tema de conversación.  Hace ya bastante tiempo no veía a su lindo hermano.- Oh, llegamos.

Los hermanos Tomioka habían ido de compras ya que ese día habían dado de alta a Giyuu y el azabache no tenía nada en el congelador porque últimamente no comía muy bien. Tsutako decidió acompañarlo y chequear la lista que había medicado el doctor, la mayoría de alimentos eran para que su organismo funcione como antes.

Mientras ambos subían el ascensor, hubo un silencio muy incómodo en el ambiente, nada comparado a lo de antes. Más nadie decidió romperlo.

-¿Esté es tu departamento?- Apreciaba cada parte de la puerta, para poder ver como el azabache sacaba las llaves de su bolsillo y poder girar la manija. Este se apartó para poder dar pase a la mayor, lo cual aceptó y ambos entraron a dicho lugar.- Wow, nada mal.

-Si, es lindo.- Dejaba sus llaves en la mesa para poder guiar a su hermana a la cocina.- Esta cerca del trabajo.

-Ya veo.- Mientras hablaba con su hermano menor, miraba cada parte de la cocina y darse cuenta que no hay absolutamente nada.- No me dijiste que estaba vacía.

-No me da hambre.- Se sentaba en uno de las bancas que se encontraban en la isla de su cocina.- A parte, no es la gran cosa que digamos.

-Giyuu, tu no tienes remedio.- Se dispuso a poner todas las cosas recién compradas en su lugar y poder preparar algo para ambos con las pocas cosas que había en la casa. Iba a ser un completo caos.