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Kageyama

Hoy hacia mucho frío, parecía un día de otoño... Justo cuando me veo con la hermana de Ukai... 《Es la hermana de mi entrenador》uhm. Eso no suena bien...

— Hola.

Miré a la responsable que me sacó de mi pensamientos, esta se encontraba con una gran sonrisa.

— Ho-Hola...

— Hoy hace mucho frío —dijo mientras se acomodaba su bufanda—. Son lindos los días así.

Asentí.

— Es cierto...

— ¿Vamos?

Asentí de nuevo.

— ¿Tienes una idea de lo que ya quieres o a donde ir?

— Pensaba comprar las mismas rodilleras que ya tengo... Oh, y una nueva pelota, la mía ya está algo vieja.

Dejó escapar una risilla.

— ¿Y como no? Si tu debes de darle un buen uso todos los días, diría que hasta eres un enfermo del vóley.

— ¡Yo no...! Bueno...

Rió.

— ¿Ves? Ni tu puedes mentirte.

— ¿Siempre llevas esa mochila?

Miró su mochila de reojo.

— Sí. Me gusta el color, es bien... Llamativo y alegre, siento que contagia buena energía a quien la mire o a mi misma incluso —confesó—. Me siento más... "Viva" por así decirlo, más liviana cuando la llevo... Además es linda.

— Sí, es linda... —susurré para mi mismo.

— Tobio —la miré—, ¿Te molesta si vamos por algo caliente antes de ir a comprar tus cosas? Siento que se congela mi interior...

— ¡Oh! ¿Quieres mi abrigo? ¿Mi bufanda tal vez? —negó eufórica.

— ¡Nada de eso! ¡No, no!

(...)

— ¿En serio estas bien con solo tomar leche?

¿Es extraño?

— Sí. ¿Por qué? ¿Esta mal?

— Oh, no, no. Solo preguntaba... Es la primera vez que salgo con alguien que solo pide leche. ¡Ah! ¡N-N-No quise decir salir! ¡Claro que no! —rió nerviosa con su cara de un tono rojo. Que linda...— Es decir, sé que no estamos en una cita —volvió a reír incómoda —. Uugh... Lo siento, hablo mucho. ¡Pero-

— Esta bien.

— ¿Qué cosa?

— En decir que esto es una cita.

— ¿Lo es...?

Corrí la mirada avergonzado y hablé algo nervioso.

— S-si tu quieres... P-Puede se-ser una cita...

Es la primera vez que me pongo así por una chica... No entiendo bien que sucede ni mis sentimientos, solo sé que quiero pasar más tiempo con ella y escucharla hablar... Tal vez Keishin tenía razón,  ¿Y si me gusta __(tn)? ¿Esto se considera estar enamorado? ¿O es muy pronto...? ¡No entiendo!

— E-Es una cita entonces,  Ka-Kageyama...

Volví a mirarla con algo de timidez y asentí.

Ambos bebimos de nuestras bebidas algo incómodos por el abundante y tenso silencio que dominaba el ambiente.

¿Deberia decir algo? ¿Debería?

La castaña se aclaró la garganta.

— ¿Estas preparado para los partidos? Se enfrentarán contra equipos fuertes...

— Estoy seguro, que pasaremos sin problemas, ganaremos e iremos a las nacionales.

— Me gusta la actitud de seguridad que tienes —bebió—. Eso definitivamente influirá en el equipo.

Abrimos la puerta del local. Un muchacho nos atendió preguntando si necesitábamos algo, claramente le pedí que nos indicara dónde se encontraban las rodilleras y me lo indicó.

— Estas son lindas —me mostró unas rosas con un gesto de burla—, estoy segura que te quedarán pintadas —rió.

Dejé escapar una pequeña sonrisa de costado.

— ¡Oh, mira estas! —agarró unas de color amarillo intenso— ¡Son hermosas!

— Podrias usarlas si tan solo jugarás...

— Buen intento, Kageyama. Pero, no pienso meterme en las competencias.

— ¿Por qué?

— Tal vez luego te lo cuente —en ningún momento me miró,  siguió inspeccionando con la mirada y luego tomó unas alegre—. ¡Las encontré! ¿Son estas? —me las dio.

— Lo son, ¿Como sabes exactamente?

— A-h, euh... Yo... ¿Coincidencia?

— ¿Acaso tú...?

— ¡Mira! —señaló la canasta— ¡Esta tiene una cara! ¡Es wilson! —rió cambiando de tema completamente.

Reí por la emoción y la acción que hizo de colocar su cara junto a la pelota sonriendo. Es lo más tierno que vi en mi vida.

•••
¡hola y adiós!

La menor || Kageyama y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora