22

22K 2K 972
                                    

__(tn)

— Llegué.

—¿Entrenaste duro?

Asentí.

— ¿Quieres comer?

Negué.

— Está bien, ve a darte un baño y duerme, debes descansar. De no entrenar hace años a entrenar sin parar ahora tu cuerpo debe estar destruido.

— Lo está. Buenas noches, Keishin...

— Buenas noches hermanita.

Bostecé y abrí la puerta de mi cuarto, despojandome de las prendas.
Al prender la luz un azabache me miraba avergonzado y con los ojos bien abiertos.

Me quedé helada unos segundos y luego reaccioné, volviendome a poner la camiseta.

— ¡¿Que rayos haces aquí?! ¡¿Mi hermano sabe que estas aquí?! —grité susurrando. Este negó— ¡Kageyama! —me quejé.

— Es que no te vi desde que volví del campamento y te extrañaba —se paró de mi cama y se acercó a mí.

Bufé.

— Podrias haber mandando un mensaje...

— ¿Estas enojada? ¿No querías verme? ¿Quieres que me vaya? —negué—. Entonces me quedaré contigo, por favor.

Quiso abrazarme pero rápidamente me alejé.

— Estoy toda sucia, sudé mucho en el entrenamiento.

Inclinó levemente su cabeza, como si no entendería.

— ¿Y eso qué? Sigues siendo her-her... Sigues estando linda —corrió su mirada y yo reí leve.

— Iré a bañarme —di medis vuelta yendo al baño—, esper-

— Mejor no.

— ¿Huh? —lo miré, puesto que tenia mi muñeca en sus manos, impidiendo que avance.

— No querrás bañarte dos veces, ¿O si...?

Frunci mi ceño. ¿Dos veces?

Tiró de mi brazo y mi anatomía quedó pegada a la suya. Mi vista se elevó, viendo sus ojos tímidamente.

Bajó su cabeza uniendo nuestros labios.

《Ah, ahora entiendo...》

— Te he extrañado mucho. A veces me distraía en los entrenamientos porque no dejaba de pensar en ti.

Acaricié su mejilla enternecida. Mi dulce Kageyama...

— Yo también te he extrañado, Kageyama —volví a unir nuestros labios, intensificando el beso.

Este apretó su agarre en mi cuerpo.

— Creo que mejor apago la luz.

Gruñó levemente y me alzó como un bebé 《Vaya, cuanta fuerza tiene...》, enredé mis piernas en su cadera y se dirigió directo al interrumptor. Apagandolo.

— No quiero soltarte. No sé que me ocurre.

— Eres tan tierno —besé la punta de su nariz.

(...)

Al salir del baño, pude notar como miraba atento toda mi habitación.

— ¿Que miras? —Cuando su vista se dirigió a mi, la corrió avergonzado. 《¿Me acaba de ver desnuda y se avergüenza de verme en toalla? Definitivamente es extraño》— ¿Que te avergüenza? Nos acabamos de ver desnudos, Tobio —reí incrédula.

— ¡L-L-L-Lo sé! —su cara se tornó aún más roja.— S-Solo miraba tu habitación...

Me puse ropa interior y mi pijama.

— ¿Y encontraste algo interesante?

— No, hasta que entraste.

Reí suave y dejé escapar un bostezo.

— ¿Quieres dormir? —asentí—. De acuerdo.

Fui directo a acostarme, mi cuerpo no resistía más el cansancio.
Kageyama apagó la luz y luego se metió conmigo en mi cama, pasó su brazo por mi cuerpo haciendo que mi cabeza quede recostada en su pecho.

— E-Es solo que me gusta sentieme cerca de ti.

— A mi también me gusta, y más cuando tienes estas iniciativas tan lindas. Eres adorable.

— I-Idiota...

— No soy Hinata para que me digas "Idiota".

— Sabes... Yo estuve completamente solo hace ya mucho tiempo... Y ese idiota apareció, haciendome sentir mucho mejor y siendo más "amigable".

— ¿En serio? Entonces debo agradecer mucho a Hinata, hizo un gran cambio en ti. Te ayudo bastante en tu vida.

— Supongo que sí...

Me acurruqué aún más a la anatomía de este, su olor es tan lindo y varonil... Y su cuerpo tan cómodo y fuerte... Es el hombre perfecto, ya lo tengo decidido.

— Buenas noches, __(tn).

— Buenas noches, Tobio —susurré provocandolo. Este dejó escapar un gruñido y yo reí por mi pequeña travesura.

Dormir con él, es tan placentero. Me siento protegida y querida... Definitivamente lo amo.

•••
¡hola y adiós!

La menor || Kageyama y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora