__(tn)
— Llegué.
—¿Entrenaste duro?
Asentí.
— ¿Quieres comer?
Negué.
— Está bien, ve a darte un baño y duerme, debes descansar. De no entrenar hace años a entrenar sin parar ahora tu cuerpo debe estar destruido.
— Lo está. Buenas noches, Keishin...
— Buenas noches hermanita.
Bostecé y abrí la puerta de mi cuarto, despojandome de las prendas.
Al prender la luz un azabache me miraba avergonzado y con los ojos bien abiertos.Me quedé helada unos segundos y luego reaccioné, volviendome a poner la camiseta.
— ¡¿Que rayos haces aquí?! ¡¿Mi hermano sabe que estas aquí?! —grité susurrando. Este negó— ¡Kageyama! —me quejé.
— Es que no te vi desde que volví del campamento y te extrañaba —se paró de mi cama y se acercó a mí.
Bufé.
— Podrias haber mandando un mensaje...
— ¿Estas enojada? ¿No querías verme? ¿Quieres que me vaya? —negué—. Entonces me quedaré contigo, por favor.
Quiso abrazarme pero rápidamente me alejé.
— Estoy toda sucia, sudé mucho en el entrenamiento.
Inclinó levemente su cabeza, como si no entendería.
— ¿Y eso qué? Sigues siendo her-her... Sigues estando linda —corrió su mirada y yo reí leve.
— Iré a bañarme —di medis vuelta yendo al baño—, esper-
— Mejor no.
— ¿Huh? —lo miré, puesto que tenia mi muñeca en sus manos, impidiendo que avance.
— No querrás bañarte dos veces, ¿O si...?
Frunci mi ceño. ¿Dos veces?
Tiró de mi brazo y mi anatomía quedó pegada a la suya. Mi vista se elevó, viendo sus ojos tímidamente.
Bajó su cabeza uniendo nuestros labios.
《Ah, ahora entiendo...》
— Te he extrañado mucho. A veces me distraía en los entrenamientos porque no dejaba de pensar en ti.
Acaricié su mejilla enternecida. Mi dulce Kageyama...
— Yo también te he extrañado, Kageyama —volví a unir nuestros labios, intensificando el beso.
Este apretó su agarre en mi cuerpo.
— Creo que mejor apago la luz.
Gruñó levemente y me alzó como un bebé 《Vaya, cuanta fuerza tiene...》, enredé mis piernas en su cadera y se dirigió directo al interrumptor. Apagandolo.
— No quiero soltarte. No sé que me ocurre.
— Eres tan tierno —besé la punta de su nariz.
(...)
Al salir del baño, pude notar como miraba atento toda mi habitación.
— ¿Que miras? —Cuando su vista se dirigió a mi, la corrió avergonzado. 《¿Me acaba de ver desnuda y se avergüenza de verme en toalla? Definitivamente es extraño》— ¿Que te avergüenza? Nos acabamos de ver desnudos, Tobio —reí incrédula.
— ¡L-L-L-Lo sé! —su cara se tornó aún más roja.— S-Solo miraba tu habitación...
Me puse ropa interior y mi pijama.
— ¿Y encontraste algo interesante?
— No, hasta que entraste.
Reí suave y dejé escapar un bostezo.
— ¿Quieres dormir? —asentí—. De acuerdo.
Fui directo a acostarme, mi cuerpo no resistía más el cansancio.
Kageyama apagó la luz y luego se metió conmigo en mi cama, pasó su brazo por mi cuerpo haciendo que mi cabeza quede recostada en su pecho.— E-Es solo que me gusta sentieme cerca de ti.
— A mi también me gusta, y más cuando tienes estas iniciativas tan lindas. Eres adorable.
— I-Idiota...
— No soy Hinata para que me digas "Idiota".
— Sabes... Yo estuve completamente solo hace ya mucho tiempo... Y ese idiota apareció, haciendome sentir mucho mejor y siendo más "amigable".
— ¿En serio? Entonces debo agradecer mucho a Hinata, hizo un gran cambio en ti. Te ayudo bastante en tu vida.
— Supongo que sí...
Me acurruqué aún más a la anatomía de este, su olor es tan lindo y varonil... Y su cuerpo tan cómodo y fuerte... Es el hombre perfecto, ya lo tengo decidido.
— Buenas noches, __(tn).
— Buenas noches, Tobio —susurré provocandolo. Este dejó escapar un gruñido y yo reí por mi pequeña travesura.
Dormir con él, es tan placentero. Me siento protegida y querida... Definitivamente lo amo.
•••
¡hola y adiós!
ESTÁS LEYENDO
La menor || Kageyama y tú
Hayran KurguPrimera vez que ella aparece. Primera vez que él se enamora. ••• Historia 100% mía. Prohibida la adaptación o copia. Todos los derechos reservados. ((Historia corta)) ¡gracias!