CAPÍTULO 35

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Narra TN Ruiz:

Tomé unas toallitas desmaquillantes, para desmaquillarme la cara (valga la redundancia). Me pusé mi pijama y me até el cabello en una "cola de caballo".

Apagué el celular, no quería saber de nada, y me acosté, pero no podía dormir.

Pasó alrededor de una hora y yo no podía dormir. Seguía viendo mi celular, pensando en si debía encenderlo y contestarle a Mario B o no.

Pero, de repente escuché ruidos afuera de mi casa, no les hicé caso, pero después alguien golpeó la puerta de mi balcón, yo me asusté, y me cubrí con la colcha hasta la cabeza. Entonces, escuché de nuevo que tocaban y una voz que decía: "TN, ábreme". Al escuchar la voz, supe que era Mario B.

Me quité la colcha de encima y caminé hacia el balcón, abrí un poco las cortinas y ahí estaba Mario B. Le abrí las puertas, porque tampoco lo podía dejar ahí afuera.

Mario B: - Ay, que bueno que me abriste, porque batallé un chingo en escalar hasta aquí. - dijo metiéndose.
   : - En primera, ¿qué haces aquí? Y en segunda, ¿cómo subiste?
Mario B: - Ah, escalé por el tubo, este que tienen aquí. Y vine porque quiero arreglar las cosas contigo.
   : - No tengo nada de que hablar contigo Mario, ya lo ví todo.
Mario B: - Mi amor, no es lo que tú piensas, este si es un chupetón, pero Juanpa te lo puede explicar.
   : - ¿Y por qué Juanpa?
Mario B: - Bueno, lo que pasa es que estábamos jugando "verdad o reto", yo elegí reto y Mau dijo que alguno de ellos se tenía que ofrecer a hacerme un chupetón en el cuello. Y Juanpa fue el que aceptó. Este chupetón es de él mi amor, él te lo puede confirmar.
   : - Entonces, ¿por qué dicen que te vieron salir del baño con una chica?
Mario B: - ¿Salir del baño? No. No te voy a mentir, estaba con Lucia, es compañera de nosotros, pero no salí con ella del baño.
   : - ¿Y qué hacías con ella? Se supone que lo pasarías con tus amigos, ¿no?
Mario B: - Por eso, ella es mi amiga. TN, puedo tener amigas, el hecho de estar en una relación contigo no quiere decir que no puedo tener vida social o que pueda platicar con alguien que  no seas tú.
   : - Yo sé Mari...
Mario B: - Si me tienes confianza, y yo te tengo a tí, ¿cuál es el problema? Yo confío en que tú me eres fiel y yo espero que tú también confíes de la misma manera en mí. - dijo tomándo mis manos.
   : - Claro que sí amor. - dije abrazándolo.- Es solo que quería platicar y aclarar esto contigo, porque solo es un chisme, pero necesitaba preguntártelo.

Mario B: - ¿Y quién te lo dijo? ¿El jotito o la pelos de trapeador? - dijo refiriéndose a mis amigos.
   : - Mi amor, son mis amigos, no te expreses así de ellos. Y ellos no fueron los que me dijeron.
Mario B: - O sea, que prefieres defenderlos a ellos.
   : - No, mi am...
Mario B: - Ya veo, ellos te importan más que yo. Y por eso les crees todo lo que dicen. - dijo separándose del abrazo.
   : - Mi amor, no, no fueron ellos, y yo confío en tí, pero...
Mario B: - Claro, es que cómo no te das cuenta? Tus amigos están celosos, desde que empezamos a andar no quieren que estemos juntos, de seguro el joto está enamorsdo de mí y por eso no quiere que esté contigo y lo más probable que tu amiga sea lesbiana y te quiera a tí.
   : - Mi amor, no, cómo se te ocurre eso. Es solo, que, quieren protegerme.
Mario B: - ¿Y crees que yo no te protejo?
   : - Sí, sé que tú me cuidas mucho, por favor, ya olvidemos esto, ¿sí? Yo te tengo mucha confianza y te creo.
Mario B: - Entonces, informale a tus amiguitos, que esta relación es de dos, y que no se metan.
   : - ¡Tranquilo! Ya fue, hay que dejar ese chisme y seguir, por favor.
Mario B: - Está bien mi amor. - dijo rodeando mi cintura con sus brazos, yo rodee su cuello con mis manos y nos besamos.

Comienza lenguaje explícito

Si no te gusta este tipo de lenguaje, podés terminar aquí tu lectura en este capítulo e irte al siguiente.

El calor de los besos aumentaba, él y yo, en esa habitación besándonos, me hacía recordar, todas aquellas veces que soñé con él.

Él me tomó las piernas para cargarme, yo crucé mis piernas para sujetarme en su cintura y mis manos rodeando su cuello.

No parábamos de besarnos, él quitó mis piernas de su cintura y me tiró a la cama, se quitó la camisa y se colocó encima de mí. Comenzó a quitarme la blusa.
Pronto comenzó a bajar, dejando besos por mi cuello hasta llegar a mis pechos. Este me volteó a ver, como pidiendo permiso, y yo solo asentí, ya estaba excitada, obvio que quería que esto pasara.

Mario me quitó el brasier y comenzó a lamer mis pezones, mientras con su mano tocaba por encima del short mi parte íntima.

Siguió bajando hasta llegar a donde comenzaba el short, se levantó de la cama y se quitó el pantalón. Volvió a mí y me quitó el short. Después quitó mi calzón y comenzó a meter rozar su dedo en mi vagina. Estaba disfrutándolo tanto, pero no podía gemir alto, pues lo estábamos haciendo en mi casa, y mis padres estaban durmiendo en la habitación de abajo y mi hermano todavía no llegaba a la casa. Pero, si había posibilidad de que mis padres escucharan, así que trataba de no gritar del placer.

Él bajó a mi vagina y comenzó a lamer.
Después de unos minutos se levantó y se quitó el boxer, dejando ver su miembro erecto, me pusé de rodillas frente a él, tomé su miembro y comencé a meterlo a mi boca, minutos después este me tomó del cabello y comenzó a dar embestidas en mi boca.
Él sabía donde estábamos así que también trataba de no gemir fuerte.

Me separo de él, tomó su pantalón y sacó un condón, lo colocó en su pene y comenzó a introducirlo en mi vagina poco a poco, hasta que entró todo y empezó a dar embestidas fuertes y rápidas.
Así, hasta que los dos casi a la par llegamos al orgasmo y caímos rendidos en la cama.

Mario Bautista "Del Odio al AMOR"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora