Capítulo 7

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Tony y Stephen decidieron casarse después de 7 meses de relación, sería una boda privada, ellos dos, el juez, Rodhy, Pepper que aunque sufrió bastante aceptó la relación e incluso la apoyó y Cristine una amiga cercana de Stephen.
La boda fue un sueño para ambos hombres, Tony fue el primero en decir sus votos:
"Desde que te conocí supe que llegaste a cambiar mi vida para bien, antes de ti sólo era yo, le diste color a mi mundo, Stephen te amo, y mi mayor deseo es que formemos una familia y luchemos por nuestros sueños juntos, te amaré más allá del tiempo."
Stephen no podía ser más feliz, él y Tony se amaban no había duda, y aunque su relación era secreta para ellos no importaba, frente al público eran dos grandes amigos, que se apreciaban y claro dos solteros codiciados por todas las bellas mujeres, pero no importaba, ya que aunque nadie sabía a excepción de sus amigos, ellos se pertenecían, eran esposos.
"Tony, mi Tony, también te amo, más de lo que yo quisiera, solo tú tienes el poder de destruirme, sólo tú puedes darme la muerte, pero sé que eso jamás pasará, estaremos juntos hasta que estemos viejitos pero aún así te amaré, te amaré, más allá de la muerte."
Y tras intercambiar anillos y sellar su amor con un beso lleno de añoranzas, partieron a la mansión a celebrar su unión.

Tres hermosos meses pasaron, llenos de amor y felicidad,Tony dejó la dirección de su compañía a Obadis el socio de su padre, Stephen ganó fama y reconocimiento por su arduo trabajo como neurocirujano pero bien dicen que antes de la tormenta viene la calma, y que la confianza es la base de una relación, todo era miel sobre hojuelas pero aún había algo que no se había dicho, y es que Tony temía a ser rechazado, a ser considerado un monstruo.
- Te ves pálido, cansado. ¿ Has estado comiendo bien? ¿Te sientes mal?
- He tenido náuseas y mareos, me he sentido somnoliento y en cuanto a comer, creo que como demás ahora mismo se me antoja una deliciosa hamburguesa doble, ¿vamos por una?
- Si no fueras hombre, pensaría que estás embarazado.
Mierda, mierda, mierda...Charles había mencionado que los mutantes varones podían embarazarse, pero vamos él no usa su poder, pero eso no quiere decir que ya no está, cómo va a decirle a Stephen que puede gestar vida, que en su ADN está el gen x, cómo se supone que tendrá a un bebé. Tenía que buscar a Charles, para salir de dudas no tan solo sería un monstruo sino un fenómeno, un fenómeno que Stephen despreciaría, no él no podría soportar su desprecio, él...
- Amor, Anthony, ¿qué pasa? ¿Estás embarazado?
- Eso es imposible.
- Lo sé, estoy jugando. Solo que tu semblante cambió drásticamente.
- Se me bajó la presión.
- Si como no, en fin vamos por esa hamburguesa.
- ¿No se supone que eres muy saludable?
- Me contagias tus antojos, deja me cambio y vamos.

Charles aún no podía creer su suerte: tenía tres meses de embarazo, si embarazo, maldición, se supone que es hombre, los hombres no tienen bebés, estúpido Erik, él debió ser el que controlaba no al revés, y ahora vean al profesor Xavier, embarazado y abandonado por el hombre que le prometió amor eterno. Si tan solo hubiese entrado en su mente, él y su estúpida moral.
Erik había desistido de su venganza contra Shaw, Erik le prometió amor y un hogar, juntos abrirían la escuela para mutantes pero un día solo ya no lo encontró, se había ido.

- ¿Puedo pasar?
- Adelante Erik, ¿qué se te ofrece?
- ¿ Jugamos una partida de ajedrez?
- Claro, viejo amigo yo encantado, ¿whisky?
- Por favor,que te parece si hacemos esto más divertido.
-¿Así? ¿Cómo?
- Apostemos, el perdedor hará lo que el otro decida.
- ¿Estás seguro?
- Desde luego, mira si yo gano...
- Si tú ganas...
- Serás mío Charles, si yo gano... me regalarás esta noche y permitirás que te ame como nunca lo han hecho.
Charles no sabía que decir, deseaba eso con el alma pero ¿estaba sucediendo realmente?
- Charles que dices, o qué ¿tienes miedo?
- No, yo... acepto.
Y así fue como esa noche, Charles y Erik se entregaron al amor, consumaron su pasión y decidieron que era el comienzo de una nueva vida: sin Sebastián, sin odio, sin venganzas, solo ellos, amándose como solo se ama una vez en la vida.
Al día siguiente, partieron a Cuba, Erik sacó el submarino de Shaw, Charles lo congeló y Moira lo llevó prisionero. El grupo de los X Men volvió a la mansión a cumplir una nueva meta: la creación de la escuela Xavier para jóvenes mutantes, el tiempo transcurrió sin más, todo estaba listo, sin embargo Moira no pensaba renunciar a Charles ella lo amaba, Erik no lo merecía, pero Charles amaba a Erik y tomaría cartas en el asunto, invitó a Moira a recorrer la mansión y cuando ella lo besó el borró su memoria, ya no había obstáculos ahora si podía ser feliz con Erik, sin embargo, el destino es cruel e imposible de evitar, y esa tarde no tan solo rompió un corazón sino dos, pues Erik en la lejanía fue testigo de ese beso que para él solo significaba una cosa: la traición del ser que más amaba, sin embargo Erik era orgulloso aunque le doliera dejaría a Charles ser feliz, así que esa noche, después de obtener una última noche de su amado, partió sin rumbo fijo, llevando consigo el casco de Sebastián, porque así tenían que suceder las cosas, porque así era la vida, le dio un poco de felicidad antes de destruirlo, porque a final de cuentas, Charles era el único que podía hacerlo.

Estaba perdido en sus pensamientos, cuando llegó Alex a avisarle que tenía visitas.
-Pase.
-Charles, necesito hablar contigo.
- ¿Enserio crees que tienes parásitos? Aunque pensándolo bien, tal vez si tengas uno: Stephen jr.
- No estoy para bromas, eso es imposible, ¿cierto?
- Lamento decepcionarte Tony, pero no lo es, yo mismo tengo tres meses de embarazo.
Mierda.

Más allá del tiempo 💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora