Capítulo 4

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Llegó a su mansión donde ya lo esperaba la señorita Potts. Después de darle indicaciones bajó a su taller para seguir con sus creaciones si Stephen pensaba que él lo llamaría estaba muy equivocado... Tony ya había superado su enamoramiento, por favor el ya era otra persona un Playboy multimillonario que despertaba con una mujer totalmente diferente cada día; tuvo miedo al reconocer sus sentimientos por el doctor pero cuando lo hizo y estaba dispuesto a dejar que las cosas se dieran ya no lo encontró, Stephen jugó con él y lo abandonó eso era la verdad no era tan idiota para volver a caer no señor... ¿o si?

-Creo que si te gusta y tú le gustas a él lo cual es más que obvio después de lo sucedido, debes mandar todo al diablo, Tony puedes ser un gran empresario y no defraudar a tu padre aún manteniendo una relación con la persona que amas, vamos es verdad que es raro pero ¿y?-
Rodhy tenía razón, porque ese amor lo asustaba, porque dejó a Stephen cuando lo sucedido fue más lo que él esperaba, Strange era el amor de su vida de eso no había duda, así que al carajo la gente, él sería feliz sin importar nada.
No pudo esperar más y fue al departamento del azabache a pedirle una disculpa por lo sucedido y a decirle que si él estaba seguro de su amor juntos harían que todo funcionase total por el tiempo compartido estaba seguro que podrían con esa relación pero (si otra vez el pero) ya no encontró al dueño de su amor, preguntó por él en la recepción y ahí le dijeron que había dejado su pieza sin dar más explicaciones, lo llamó pero no contestó le dejó mil mensajes que no tuvieron respuesta, volvió a su casa y después de dos meses de depresión decidió que era momento de madurar y dejar de ser tan ingenuo; entonces se convirtió en lo que es ahora un mujeriego empedernido que juró nunca más poner sus ojos en un hombre.

Virginia estaba por acostarse cuando el timbre de la casa sonó, lo cual era raro debido a la hora, tenía como 20 minutos que Tony había llegado así que inmediatamente desechó la idea de una amante después de todo siempre llegaba con ella. Aún soltando unas cuantas maldiciones procedió a abrir la puerta, espero todo menos encontrar a un apuesto hombre de Blanca tez, y de estatura alta, vestido elegantemente y poseedor de unos ojos tan bellos que si no fuera porque su corazón ya tenía dueño hubiese caído rendida a sus pies.
-Busco al señor Stark, soy un viejo amigo- Stephen sabía que Tony era un cobarde y que no lo llamaría pero pese a lo que Stark pensará ellos aún tenían cuentas pendientes.
- Disculpe, pero es tarde, una persona normal no visita a nadie a estas horas de la madrugada, pero si está aquí es porque debe ser importante así que dígame ¿cómo lo anunció?
-Dígale que lo busca el Dr. Strange él me conoce a la perfección.
Sin más Pepper bajó al taller del genio esperando se encontrara dormido pero al escuchar ruidos supuso que podía interrumpir su trabajo.
Tocó la puerta y después de oír un pase dijo:
-Un viejo amigo tuyo te busca- dijo todo sonrojada pues aún le costaba dirigirse a su amor platónico sin nerviosismo y como era de esperarse Tony ni cuenta se dio.
-¿Así? ¿Y quién es ese viejo amigo que no pudo esperar a mañana para venir a visitarme?
-El Dr. Strange.

Erik no podía creer que una vez más estaba cara a cara con el hombre de sus sueños. Charles era la perfección en persona, lo amó desde el primer momento que sus ojos y los de él se miraron, si Erik creía que existían las siete maravillas sin duda alguna eran: la mirada,la sonrisa,la inocencia,la voz, el alma, el poder y el cuerpo de Charles Xavier. Sin embargo, como un monstruo lleno de odio y venganza podía merecer a alguien tan puro como lo era ese joven que el destino puso en su camino. Él no quería dañarlo ni mancharlo con su odio, su vida había sido malditamente desgraciada que no podía creer que él Erik Lensherr podía amar como amaba al ojiazul.
-Erik tienes que soltarlo se lo que eso significa para ti pero suéltalo-
Erik se negaba a soltar el submarino Shaw tenía que pagar por lo que le había hecho tenía que terminar con su creador.
-Erik, calma tu mente.-
Y mientras Charles sujetaba a Erik para que no se ahogase, Sebastián escapó junto a sus compañeros.
- Te escuché en mi mente, ¿ cómo hiciste eso?-
-Tú tienes tus trucos yo tengo los míos, después de todo ninguno de los dos tenía confianza en el otro, ambos somos mutantes- Y es que eso le confirmaba que para Erik nunca fue ni siquiera un amigo, el estaba por contarle a Erik que era un mutante pero por lo visto Erik no tenía intenciones de hacerlo y aunque pudo haberlo leído sin problemas nunca entró en su mente, no lo hizo antes mucho menos lo haría ahora.
Después de salir del agua con ayuda de sus compañeros para Erik no pasó desapercibida Moira y la forma tan descarada en que le gritaba a Charles que le gustaba, incluso creyó que ya tenían una relación después de todo quién podría amar a alguien como Erik y vamos Charles era hermoso y nunca demostró querer ser más que su amigo, lo que le agobiaba que años atrás pudo contenerse de las ganas de besar a Charles porque eran muy jóvenes pero  ahora Xavier ya era un adulto y los años lo favorecieron aún más así que tomaría la información que necesitaba de Shaw y se iría al amanecer.

Más allá del tiempo 💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora