Capítulo 20

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Clea era la hechicera más poderosa de la dimensión oscura, desde pequeña creía que su poder era grandioso y que no tenía porqué ser utilizado para fines malvados, su tío Dormammu la entrenaba como su futura sucesora, sin embargo, el plan de Clea era aprender a controlar su poder para poder ayudar a las dimensiones a no ser absorbidas por su tío. Desde pequeña, ansiaba conocer la Tierra, eran grandes las historias que escuchaba que quería poder ver con sus propios ojos las maravillas que en ella existían.
Cierto día, en uno de sus entrenamientos, creó sin ser su intención, un portal hacia la tierra,en un hospital para ser exactos
Clea era una mujer hermosa: su cabello era blanco cual nieve, su piel parecía de porcelana y poseía unos hermosos ojos color violeta que combinaban a la perfección con sus vestimentas.
Por temor a ser descubierta por los humanos, adquirió la forma de una mortal: su cabello castaño, ojos cafés, una estatura promedio y un uniforme azul.
Recorrió el hospital para conocer el lugar y cuando se dirigía a la salida para poder seguir con el recorrido hacia la ciudad, chocó con un joven de cabello azabache.
- Lo siento, no te ví, ¿estás bien?
- Sí, estoy bien gracias.
- ¿Trabajas aquí? Soy Stephen Strange, mucho gusto, me acabo de graduar de la universidad, soy neurocirujano y la próxima semana comienzo a trabajar aquí.
- Yo... sí...aquí trabajo... soy...ammm... Cristine... Palmer.
- Eso es genial, espero que nos llevemos muy bien.
¿Qué si ese hombre le robó el aliento? Claro que sí, era hermoso en todo el sentido de la palabra.
Una vez sola, se dirigió a su dimensión y comenzó a estudiar miles de hechizos que le permitieran habitar la tierra y la dimensión oscura al mismo tiempo, adoptó el nombre de Cristine Palmer y consiguió gracias a sus poderes la habilidad de ser una gran neurocirujana y estar al lado de Stephen, con el paso del tiempo, se hicieron grandes amigos, ella estaba más que enamorada de él, inútilmente intentó ser algo más que amiga del doctor, sin embargo por más que lo intentara nunca logró conquistar su amor.
Una tarde lluviosa obtuvo la respuesta del porqué Stephen no ponía sus ojos en ella.
Tocó la puerta del departamento del azabache y lo encontró haciendo sus maletas, eran las vacaciones del médico y ella pensaba en pasarlas juntos.
- ¿A dónde vas?
- Tengo una deuda con el destino, es momento de saldarla.
- ¿Qué quieres decir?
- Antes de convertirme en lo que soy, conocí a una persona que se volvió mi mundo entero, al venir aquí nos separamos y considero que ya es momento de volver a vernos.
- ¿Así? Cuéntame, ¿de quién se trata?
- Del amor de mi vida, Cristine.
Sintió que su corazón se partía en dos, Stephe estaba enamorado de otra mujer, por eso ella le era indiferente. Se ofreció a acompañarlo al aeropuerto, y conforme el avión despegaba, sus ilusiones murieron, pensó en nunca más volver a la tierra, pero estaba tan cómoda y tenía una vida ahí que decidió quedarse, después de todo, Stephen podía seguir siendo su amigo.
Un mes después, Stephen le contó que iba a realizar su cambio, que su amor fue correspondido y que ya nada lo retenía en ese hospital.
Ella se sintió morir y aunque podía alterar todo y obtener el amor de Stephen, no lo hizo, lo amaba tanto que importaba más su felicidad. Meses después, recibió una llamada que ojalá no hubiese atendido.
-Te vas a casar, y quieres que sea tu testigo, ¿entendí bien?
- Así es, eres mi única amiga Cristine, casi mi hermana.
Con todo el dolor de un corazón roto, acudió a la boda, y creyendo que su sufrimiento no podía ser mayor, conoció a la persona dueña del amor de su amado:castaño, ojos de miel, bajito, era guapo, eso ni negarlo, y lo peor era hombre, si fuese mujer tendría una oportunidad pero no, no lo era.
El tiempo siguió su marcha, con dolor veía la felicidad de Stephen, siempre hablando del gran amor que sentía por Tony, quería odiar con todo su ser a ese hombre, ni siquiera eso podía lograr, pues Tony siempre se mostró amable con ella, además el amor que le profesaba a Stephen era sin duda el más sincero.
Hasta que un día, cuando la esperanza ya había sucumbido, Strange lloró en su hombro traición de su esposo, Stark abandonó al doctor sin dar ninguna explicación, se sentía miserable por estar feliz de que Stephen fuera libre, en parte, porque Anthony nunca le dió su libertad al 100%, pues pese a estar separados, aún seguían casados.
Ella siempre estuvo al lado de Stephen, como su más fiel amiga, y sufrió en igual cantidad, cuando el doctor perdió la habilidad de sus manos, buscó ayudarlo de todas las maneras posibles, pero nada podía hacer, una vez más el hombre que amaba se esfumó de su vida.
Tiempo después, cuando estaba por terminar su turno en el hospital, el doctor apareció para pedirle su sanara de una herida, después de explicarle todo, su corazón volvió a albergar ilusiones por el doctor, si Cristine no tuvo oportunidad con Stephen, tal vez Clea si las tenía con el hechicero; pero nadie manda en el corazón y por más que intentó acercarse a Stephen, solo consiguió ser una aliada del mago, peleaban juntos, conversaban e intercambiando hechizos, pero aunque el hechicero no lo dijera, aún seguía enamorado del genio.
Se encontraba en su entrenamiento, cuando recibió la visita de Thanos, creyendo que ella era leal a su tío, este le propuso entregar la tierra a cambio de las seis gemas del infinito. Desde luego que se negó, y gracias a esa visita se enteró de los planes del titán.
Como su poder lo permitía, avanzó en el tiempo e indagó las oportunidades que tenía la tierra para sobrevivir, vió 6,605,014 finales y sólo uno logró llamar su atención. Tal vez, ahora sí podía ser feliz al lado del único hombre al que ha amado, Tony ya había tenido su oportunidad y la desperdició, ahora el destino le sonreía a ella.

Más allá del tiempo 💚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora