INAZUMA ELEVEN SUB-CONSCIENTE

Capítulo 3

– Bien, adiós – El peli crema terminó la llamada sin más, no tenía ganas de seguir hablando con su amigo ni mucho menos fingiría estar de buen humor como para escuchar un interrogatorio ahora – Listo Mamoru, ya se van a ir –

Otro de los integrantes presentes observada con nervios una de las pantallas enfrente de él – Chicos... Alguien más entró al cuartel, la alarma de sensor sur se activó – Compartió un peli azul con mechones morados.

– ¿Será él? – La cuestión fue más para su persona que para sus compañeros – Mecha E001... Detén al intruso y enciérralo en una jaula – Ordenó con molestia el capitán – Shiro, Ichirota revisen quien es el intruso ahora – Proclamó al romper un lápiz sin nada de esfuerza.

– Enseguida, capitán – Respondieron los dos mencionados al mismo tiempo, solo fue cuestión de levantarse de silla para hacer lo pedido. Ambos defensas junto con un tan característico androide se dirigieron a la entrada secundaria de la base, en la zona sur. Lugar donde se había activado la alarma, para revisar quien era el entrometido en esta noche joven. Como no estaban seguros de quien llegaría a caer en el protocolo de seguridad, el peli plata llevaba un comunicador y un botón de emergencia por si fuera él o algunos de ellos mientras que Kazemaru por su parte tenía consigo una pequeña daga de color verde con unos cuantos detalles azules y amarillos por defensa propia.

– Mis jóvenes relámpagos el intruso ha sido atrapado con éxito – Expuso el metálico del trio de camino al lugar, ambos jugadores tenían un poco de miedo y nervios.

A pesar de estar frente a la jaula ninguno de ellos quería dar la orden para que la abrieran, se quedaron estáticos unos momentos hasta que el más chaparrito de ambos rompió el silencio con una pregunta sin respuesta – ¿Quién crees que está en la jaula? – Solo daba saltitos en su lugar gracias a los nervios.

– No tengo ni la menor idea, pero tampoco podemos hacer esperar a los demás – Acomodo su arma en la forma que medio recordaba para usar, era atacar o ser atacado. Con el mayor valor que reunió dio un veredicto definitivo – Mecha E001, abre la jaula –

En el preciso momento en que se abrió la jaula, algo los cegó, no fue el polvo tipo neblina blanca que salía como resultado del movimiento del mecanismo, si no, que fue una luz intensa en tonos claros resonando con bastante fuerza, la cual era acompañaba por una música angelical, después que el resplandor dejara de grillar con tanta intensidad, se lograba apreciar una figura celestial.

– ¡Con que eras tú! – Pronuncio con una sonrisa relajaba al guardar el botón en su chamarra y correr en dirección al intruso que resultó ser un aliado, quien solo lo pudo recibir con un cálido abrazó.

– Ha pasado mucho tiempo... Creo que vine al lugar correcto – Expresó el nuevo invitado con una de sus sonrisas celestiales.

– ¡Que grata sorpresa! – En realidad usaba el sarcasmo a su favor – ¿Cuánto tiempo ha pasado, tu forma de ver la vida cambio? – Cuestionó para voltear su andar, retomando otra vez el camino por donde vinieron – Sinceramente creí que seguías en tu país, pero bueno ven vamos con Mamoru y los demás de acuerdo –

– Por supuesto, eso estaría mejor – Siguió al peli azul sin soltar el agarre del menor – Les tengo que contar varias cosas, pero no quiero hacerlo por episodios así que hagamos eficientes estas cosas –

Kazemaru, Fubuki, Mecha E001 y el nuevo invitado, se dirigieron a la sala de análisis donde los demás se encontraban solo que al llegar el único jugador que se encontraba, era un molesto y estresado Kido.

– Hola mi pequeña lindura ¿Cuánto tiempo sin vernos? – Saludo con burla al joven de rastas.

– Así que eras tú – Respondió al saludo, mientras se despojaba con fatiga de sus googlees, sus ojos no se veían muy bien porque las luces estaban bajas.