INAZUMA ELEVEN SUB-CONSCIENTE

Capítulo 53

– Si hubieras visto como se quedó en el momento que le dijeron – Recordar la cara de sorpresa de su papá le causaba un poco de risas – Lo bueno es que estaba nuestra nana para que no se desmayara – Él adulto estaba a nada de caer al piso por la impresión – Aparte de que no me dejaba ser parte del equipo, pero de igual manera nuestra nana se encargó de conversarlo y mira aquí estoy hermanito – La castaña narró con alegría el momento, por parte de su hermano aguantaba las ganas de reír al imaginarle el estado de su viejo.

– Ahora mismo jovencita me vas a decir ¿Cómo es que lograste replicar mi técnica, sin que yo te la enseñará? – Estaba feliz de la pequeña sorpresa que su hermanita le había hecho, pero algo no lo dejaba del todo tranquilo, aparta de que le dio celos por no haber sido él quien se la enseñara.

– Fue fácil hermanito – La pequeña hizo que su familiar ladeara la cabeza – En casa encontré la grabación de la primera vez que hiciste el Fire Tornado – Alguien había entrado a su habitación sin permiso del moreno más alto – Y con la ayuda de la entrenadora Hitomiko la logré realizar después de muchísimos intentos – Se expresó con gusto la menor.

A Shuuya por su parte algo lo lograba inquietar aún más con la respuesta de su hermana, él ya estaba metido en muchos problemas y conflictos para que su quería hermana siguiera sus pasos, evitaría a toda costa que su hermana se metiera en ese mundo donde el ya no tenía escapatoria o tal vez no – Con que te ayudo la entrenadora Hitomiko, bueno esos son detalles – Detalles que por el momento le aterraban – Ven tenemos que seguir entrenando, después de todo ya estás aquí hermanita – Respondió con calidez el peli crema, quien a su vez le dio un beso en la frente a su hermana, para después volver a entrenar con total "tranquilidad".

La primera semana había pasado muy rápido para algunas personas, para otros los días eran lentos y tediosos, para los entrenadores del Inazuma Japón, había tenido lo suyo, en especial para el más joven de los dos adultos.

El entrenador Kudou, el día que comenzó todo para ser precisos el lunes, no estuvo presente en el segundo entrenamiento de la selección, ya que simplemente dejo las indicaciones de los ejercicios que debían de hacer. Michiya se retiró del Instituto Raimon con la pequeña excusa de que tenía un chequeo con el doctor. Esto era verdad, él mayor últimamente se sentía demasiado cansado y con gran fática, cosa que no lo demostraba, ni le decía a nadie, mucho menos a su pequeña Fuyupe.

Al salir rumbo al hospital se sintió un poco mareado, pero no le dio importancia a su estado, siguió su camino con total calma, al llegar a su destino, realizo lo que debía de hacer, espero los resultados del doctor y su dictamen metido. Para suerte de él, el doctor que lo había atendido era el padre de Goenji.

– Señor Kudou lo único que tiene, es cansancio, fatiga extrema y estrés. Le recomiendo que duerma un poco más, de la misma manera se alimente mejor, todo en los estudios que se hizo recientemente esta perfecto – Se expreso el medico con total seriedad tan característica de él.

El entrenador asintió, le dio las gracias al profesionista, sin más se retiró del lugar para dirigirse a la zona de comerciantes de la ciudad, donde fue a recoger un pequeño regalo para su hija el cual, era una pulsera de piedras blancas con puntos morados, según él adulto le recordaba a la sonrisa de su pequeña.

Al volver por la noche al campamento, él encargado de contarle todo lo sucedido fue Someoka, quien en verdad se veía bastante angustiado por los actos de sus amigos.

– Está bien Someoka, puedes retirarte yo me encargare de preguntarles a tus compañeros que hicieron ahora – Se expreso con fatiga el adulto, por su parte su jugador se retiró del lugar a paso lento.

– Papá ¿Con que aquí estaba? – Otra voz en la habitación llamó su atención, la voz le pertenecía a una joven peli morada quien entraba al lugar con una sonrisa en sus labios – ¿Cómo te fue con él Doctor? – Preguntó sin pensarlo dos veces.