Capítulo 30

112 26 19
                                    

– Ya hablaremos con la C6 para ver que tiene en mente, sígueme contando lo de Kageyama – Pidió el peli blanco, sin dejar de mirar al no tan joven adulto.

– Al parecer nos dejara a los seis integrantes que tiene con nosotros en lo que terminan de hacer todos los preparativos, esperemos que los chicos se puedan estabilizar y tomen con calma sus decisiones – Explicó con total transparencia, no se iba a guardar nada de nada al estar en tal confianza con uno de sus superiores.

– Solo una cosa más yo hablare con Kageyama – Después de todo, era su excompañero de secundaria – Pero necesito que Kudou salga del campamento por unos tres días empezando desde hoy al medio día – Recordaba algo leve que tenía que ver con el segundo mencionado, solamente que todavía no sabía si era bueno para ellos o no – Me encargare de lo que falta, tu encárgate de enviar esta información a todos los candados – Finalizó la conversación el adulto más grande. Ambos adultos rieron un poco como meros maniáticos que eran.

En algún otro lado de la escuela el entrenador Kudou contesto la llamada del número desconocido.

– ¿Quién habla? – Preguntó aquel adulto de sombrero negro al estar en una parte retirada de la institución para que nadie le molestara o lo interrumpiera.

– Kudou Michiya, tus jugadores están en peligro necesito que me ayudes para poder ayudarlos – Dijo la otra voz con firmeza, se escuchaba un poco de aire fuerte resoplar por ese caluroso lugar.

– ¿Quién habla? – Volvió a cuestionar, pero esta vez con un poco de molestia.

– Kudou, escúchame no tengo mucho tiempo mi apellido es Endou – Con eso lo dijo todo – Necesito que actúes por mi hasta que yo pueda llegar a ayudarlos – Explicó con angustia aquella vieja voz.

– ¡Es usted Daisuke Endou! – Fue sorprendente tener una llamada del mencionado así de la nada – Lo ayudare sin duda – Tal vez el abuelo de Mamoru sabía más de lo que él sabía.

– Bien muchacho, gracias por tu cooperación – Hizo una pausa para ver a quien tenía enfrente con una sonrisa – Necesito que no dejes que los muchachos caigan en la oscuridad – Quería que fuera todo lo contrario y por eso llamaba a quien se le era fácil de manipular – Mucho menos mi nieto, el joven Kido y el joven Goenji si ellos caen todo estará acabado – Explicó con más calmado posible el abuelo del capitán.

– De acuerdo – Respondió con franqueza él entrenador más joven

– Te llamare en otro momento me tengo que irme – Rococo apareció a las puertas de aquella casa tan grande y cómoda – Pero, una cosa más joven Kudou ¡No confíes es nadie! – Recalcó con inquietud al no saber nada de cómo iban las cosas en Japón.

– Esperare su llamada, hasta luego – Retiró el aparato de su oído para dar un largo suspiro – Algo no me gusta, pero no le encuentro forma como para saber exactamente qué es lo que no me agrada –

De regreso con los dos mayores un joven peli plata tocaba la puerta de la dirección del Instituto Raimon.

– ¿Se puede? – Él príncipe de las nieves espero a que alguien le abriera la puerta con calma, para su sorpresa el entrenador Hibiki fue quien lo recibió

Él mayor se extrañó al ver a cierto joven en la entrada de la puerta – ¿Necesitas algo Fubuki? –

– Si quisiera pedir un favor muy grande – No quería ser una molestia más si necesitaba moverse – Necesito volver a Hokaido por mi equipo para combatir a los candados, quiero que me den permiso para irme mañana a primera hora y regresar por la noche – Pidió como niño pequeño al jugar con sus dedos.

INAZUMA ELEVEN SUB-CONSCIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora