Capítulo 114

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Hanako a la par que la hija de Kageyama volvían a peinar su cabello ya que ligas para estaban caídas gracias a la gran cantidad de ejercicio que estaban haciendo – A decir verdad, me estoy divirtiendo como nunca – Bebió su agua como si se tratara de un tarro de cerveza con la misma se limpió la boca con su manga del uniforme y azoto la botella al piso para reír un poco en la cancha.

– Me alegra escuchar esas risas, son de auténtica felicidad – Ponko tenía toda la razón del mundo, a pesar de que varias personas normales pasaban por ahí y se le quedaban viendo como bicho raro a la niña de cabellos grises, sus amigas solo relajaban sus sonrisas por hacer que la verdadera personalidad de su líder saliera a flote.

– En seguida regreso tengo llamada de mamá – Reina se levantó con calma y se acercó lo más que pudo a la orilla del rio, es decir, al otro lado de donde estaban descansando – ¿Si mamá qué sucede? –

Por el otro lado de la línea telefónica no se escuchó una voz femenina si no que la de un niño que reía con gracia – No soy mamá hermana mayor, soy yo –

– ¿Qué pasa enano del mal? – La castaña solo se río por la voz que su hermano estaba haciendo era algo aguda, pero graciosa siempre la usaba para sonar más tierno, pero también para molestarla a ella o a su padre

– Solo te marcaba por que hicimos un descanso en un aeropuerto para cargar combustible y baje a comprar unas galletas – El menor estaba hablando a la par que masticaba pedacitos pequeños de su golosina –

– La pregunta de Reina fue contestada por las risas de su hermano, quien nada más esperaba a su madre saliera de una tienda – Déjalo en mis manos enano hare que papá los recoja y si puedo iré con él – Ante eso la mayor colgó el teléfono al mismo tiempo que lo hizo su hermano y regreso con sus amigas con una sonrisa.

– Esa sonrisa dice que son buenas noticias, anda suelta la sopa – Yumme no espero nada para encarar a su amiga quien al regresar tomó otro poco de agua.

– Mamá ya viene con Satoroshi y lo que planeamos entre los dos es hacer que papá los vaya a recoger, para hacerle una sorpresa – Contestó la castaña con algo de emoción dejando boquiabiertas a las demás jóvenes quienes asintieron al estar de acuerdo.

– Si vas a ir con tu padre a recogerlos, nosotros cuidamos la casa por eso no te preocupes – Aseguro Ponko al volver a dar brinquitos con emoción, en lo que Hanako junto con Mizukamiya les explicaba de que estaban hablando a los dos nuevos amigos, quienes se ganaron la confianza de las jugadoras en poco tiempo.

– Qué bonito, le diré a una amiga que bendiga su amor – Fue lo que opinó Mika para su prima, la respuesta que recibió fue un asintió al estar de acuerdo con ello.

El pequeño descanso termino y con esto varios encapuchados llegaron a la tan ruidosa chanca de fútbol, para ser específicos tres androides se sentaron en los barandales del puente que estaba encima de la potería, que ahora protegía Lili de nueva cuenta, aprovechando que ya no llovía. Lo mejor del duelo comenzaba puesto que ahora si las Hissatsu se dejaban ver, todas las presentes querían tener su oportunidad para demostrar su juego y si llamaban la atención alzarían la voz para quitar algunos puestos en la selección femenil de japón.

– ¡Yo pido primero por favor! – La castaña clara del grupo estaba que no podía dejar de brincar y dar vueltas en su lugar que por accidente se transformó en tanuki dos veces seguidas, siempre se emocionaba mucho cuando se trataba de jugar, aparte en sus ojitos dorados su felicidad se reflejaba aún más. Ante su actitud tan brillante, sus amigas le dieron la primera oportunidad – Yo soy tu primer oponente Lili –

– ¡Ven Ponko, voy a detener todos tus tiros! – Cuando la portera dijo con autoridad sus palabras en la cancha empezaba a crecer el pasto como si fuera magia y en donde ya estaba el pasto las flores brotaron dejando un lindo campo de rosas, tulipanes y girasoles que brillaban más por el sol.

INAZUMA ELEVEN SUB-CONSCIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora