Capítulo 95

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Teres por un momento se fue de espaldas cayendo de sentón – Eso me dolió – Dijo el argentino al levantarse – Si me permiten amigos, yo tengo esto – Y el defensa dejo ver una mini pistolita de agua, el juguete apenas llenaba la mano del adolescente.

– No son los únicos que encontraron juguetes en sus habitaciones – Uno de los jóvenes estadounidenses captaba la atención de los presentes con sus palabras – Si se dan cuenta, en los peluches de todos ya sean los balones, los osos, los copos de nieve, los helados, cualquiera de nuestros juguetes tiene nuestros nombres escritos con esa misma letra – El delantero de gafas color azul dejo al aire su comentario esperando a que alguno de los presentes le diese la razón.

– Dejemos este tema para después – Reiji se inclinó en una de las paredes del lugar causándole un gran escalofrío a algunos de los jugadores – No es, que no me importe el asunto de esta señorita, simplemente que no tenemos que perder tiempo con ello ahora... Hoy es el día de festejar a mi maestro – Las palabras que daba el entrenador de Teikoku Gakuen tomaron con la guardia baja a absolutamente todos, excepto a un par de gemelos quienes se estaban hablando con la pura mirada.

– Concuerdo con el C3, hoy es un día para celebrar a mi abuelito así que esto lo hablaremos mañana – Dijo Mamoru con una sonrisa y unas cuentas risas también se hicieron presentes, el portero castaño tenía su marca activada desde que salieron de la base por la mañana en ningún momento la había apagado.

Con aquellas palabras el ambiente volvía a tener color, todo fue tranquilo por unos diez o quince minutos hasta que el celular de uno de los jugadores sonó.

– Si me disculpan tengo que atender una llamada de mi padre – Kido no salió del lugar por obvias razones, pero si se alejó un poco del grupo para escuchar bien.

– Hijo, buenos días ¿Cómo va todo en el campamento? – Preguntó el adulto con un eje de emoción y sorpresa.

– Padre, muy buenos días, todo está de maravilla, pero ¿Qué sucede para que usted me hable personalmente? – Yuto no quería ser grosero con su padrastro, simplemente que en verdad se había sorprendido de su llamada.

– Era para preguntarte ¿En dónde estaban? Por qué acabo de llegar a Raimon junto con los niños – Contestó feliz el adulto, mientras entraba a la escuela con toda la calma del mundo y junto a él tres pequeños niños que venían con uniformes de fútbol para ser específicos eran los de la selección juvenil.

Yuto se congelo al nada más escuchar las razones del señor, dicho acto asusto un poco a su hermana quien fue a ver que sucedía con el castaño de rastas – Mi padre trajo otra vez a los niños ¿Líder qué hago? –

Aquellas palabras tomaron por sorpresa al mayor "¿En verdad me estas preguntando que hacer como si aceptaras mi mandato de nuevo Yuto?" – Que estas esperando Yuto, vamos a recibir a tu padre – El C3 junto con ambos hermanos Ono salieron con total calma del mundo, los demás jugadores de Teikoku Gakuen pensaban en seguirlos cosa que hicieron sin importar lo mal que se sintieran como era el caso de Genda.

Al llegar al campo donde el primer tiempo del partido se estaba haciendo los tres pequeños niños soltaron las manos del adulto y corrieron al ver como sus mayores aparecían.

Hikaru por su parte se fue directo a abrazar a su tío para que lo cargara y le hiciera caballito, Shindou junto con Kirino se aventaron a los brazos de los jugadores de Teikoku Gakuen.

Era verdad que Fudo no toleraba los niños pequeños, pero con estos tres había una pequeña excepción, pues al ver como formaron un gran caos en su escuela un día que fueron de visita cautivaron el amargo corazón del marginal – Niños ¿Quieren un dulce? – Y de su chamarra sacó cuatro paletas de osito para darles una a los recién llegados.

INAZUMA ELEVEN SUB-CONSCIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora