Capítulo 51

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Los minutos pasaron lentos para Satoru, cada segundo que pasaba su paciencia se iba acabando – Por lo general todos se encuentran en buenas condiciones – Una de sus manías se hacía presente, empezar a hablar solo era parte de su ser – Aunque, a decir verdad, los resultados de los intentos anteriores fueron mucho más bajos que los de esta vez – Dijo entre risas el castaño – Necesito de regreso a Atsuya, también a Kira Hiroto y a otros cuantos – Imaginarse de nuevo al lado de sus amigos más leales le daba una sensación extraña, una combinación entre desesperación y paz, se apoderaba de su corazón – Nuestro plan está cerca de ser completado, pero si alguno se interpone no me quedara otra cosa más que terminar de corromperlo o de plano eliminarlo, tantas formas de hacer nuestros planes realidad vienen a mi mente – Exclamó con temple calma al ver sus manos – Si mis cálculos no me fallan Rococo y algunos más llegarán mañana en la tarde con el abuelo – Una sonrisa acompaño sus nuevas risas.

Por otro lado, el capitán de Inazuma Japón ya estaba listo para la entrevista, pero seguía buscando a su hermano que por suerte, se le prendió el foco de bajar a la base sin que nadie lo siguiera, las decisiones de ambos hermanos tenían que ser tomadas juntas, su lazo era único, nadie como ellos los gemelos tenían una unión así de fuerte desde pequeños.

– Veo que no me esperaste para traer a los antiguos – Su seño estaba más que fruncido para ese momento, agarro a su hermano con la guardia baja dándole de paso a un gran susto – ¡No es justo Satoru! – Le reclamó al entrar a la habitación – Te recuerdo que las decisiones de nuestro plan se tienen que tomar ¡Con la opinión de los dos! – Sin pedir permiso tomó asiento en el regazo del otro – El primero que vamos a traer es Teres, necesito varios de sus amigos, más bien a sus compatriotas de selección un delantero, un defensas y un medio, nos servirán como últimos recursos para experimentos – Dicto con total naturalidad, sin morderse la lengua ni nada.

Dicho y hecho. El mayor de los castaños dejo ser a su hermano, ya que entendía muy bien a lo que se refería, activo la comunicación directa con el joven argentino quien no tardó mucho en contestar la llamada de los gemelos – ¡Teres Tolue! Es una grata sorpresa el hecho de que nos hubieras contestado tan rápidamente, creímos que tardarías en responder – Expusieron con diversión ambos al hablar de nuevo de forma sincronizada.

Él argentino se encontraba despierto, su sueño desapareció minutos antes de contestar la llamada de los gemelos. Por alguna razón, algo lo despertó de golpe en medio de la noche – ¡Carajo no de nuevo! – Ahora volvía a tener una pesadilla que desde hace mucho tiempo no recordaba, este fragmento de recuerdo se empezó a repetir en bucle y más cosas empezaban a llegar, sus ojos empezaban a arder y a sangrar, su cabeza comenzó a dar vueltas – Me siento tan jodido, que no se si tomar una pastilla o golpearme la cabeza para volver a dormir – Su cuerpo se empezó a entumecer de manera drástica, causándole una pequeña caída al suelo de su habitación donde intentaba volver a ponerse de pie – Mejor la pastilla, el madrazo no me ayudo – Con esfuerzos logró recorrer un pequeño camino hasta el sótano de su casa, donde había una caja extraña de metal en forma de estrella de diez puntos – Lo tengo – Festejo el hecho de haber podido tomar la caja antes de volver a caer al piso – Si no me matan mis dolores, me matare a golpes – Decía al sentarse con demasiada dificultad, algo en él se encendía como una pequeña alarma – ¿En qué momento encendí la luz? – Se preguntó con miedo, por que lograba ver todo a su alrededor, el apagador de la luz del lugar nunca fue tocada – Esta cosa todavía sirve – Su marca estaba tomando por completo su funcionalidad, sus recuerdos llegaban como una bomba causándole un gran dolor de cuerpo completo – Festeje antes de tiempo, esta mierda arde –

Cuando por fin recobro la compostura, abrió el objeto metálico, sacó un pequeño aparato del tamaño de una uva en tonos morados con verde, lo colocó en su oreja izquierda, logrando atender de chiripa la llamada que en ese momento entraba – Capitanes ¿Cuánto tiempo ha pasado sin poder escuchar sus voces? – Se escuchaba feliz a pesar de la pequeña travesía por la que acababa de pasar – Me alegra que estén bien –

INAZUMA ELEVEN SUB-CONSCIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora