Capítulo 36

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– Muchas gracias entrenador – Acepto, no solo por no haber comido nada desde la mañana en que lo despertaron, básicamente no lo dejaron desayunar con sus amigos.

Después de un rato el señor de la tercera edad termino de preparar la comida para ambos – Sabes... Te salvé de ese pasado de pandillas y peleas – A media comida Hibiki decidió empezar a explicarle más cosas al defensor – No pienses que te reclamare nada de eso, solo necesito un que me hagas un pequeño favor –

– Entrenador Hibiki, usted me ha dado una segunda oportunidad estoy eternamente agradecido por ello – Dejo un momento sus fideos para responder – Para todo lo que usted necesite yo siempre lo ayudare sin problemas –

Esa lealtad ciega hacia su persona era sin duda lo que más le gustaba generar a aquel hombre de barbas blancas – Ese es mi muchacho – Le dio una palmadita en el hombro con orgullo – Te quería preguntarte desde antes ¿Dónde están tus padres? – Fue directo al grano, tal vez, demasiado directo – Por lo que se, pasaste toda tu niñez en un orfanato hasta que encontraste a tu pandilla y la madre de uno de ellos te acogió en su casa –

Ni en sus sueños espero aquella cuestión, pero al nunca tenerlos no sintió nada como para negarse a hablar sobre el tema – ¿Mis padres? – Se río al preguntarse eso – No tengo la menor idea me dejaron abandonado y solo desde que nací en el hospital, nunca se atrevieron a regresar por mí – Eso lo tenía muy en claro – Después entre a un orfanato religioso, pero no hice amigos porque siempre me tachaban de rebelde, hijo del diablo, entre otras tonterías – Le gustaba hacer cosas que a otros niños no – Me escape de ese lugar y empecé a vivir en la calle, hasta que ayude a Suzume con una pelea que tenían por el territorio, de ahí su madre me dio todo, hasta que usted me encontró en aquella pelea en medio del bosque – Explicó con una pequeña nostalgia en sus palabras el peli morado – Si dijera que tengo una madre, sin dudarlo sería la madre de Suzume –

– Muchacho comprendo cómo te sientes – Para que no fuera a ahogarse con el picante de la comida le dio un vaso con té de limón – Ahora que estamos reviviendo memorias del pasado te contare algo que me paso hace algún tiempo – Esas palabras claro que ganaron la completa atención del delincuente – Yo si estuve casado, aunque no lo parezca tuve familia y salí adelante, pero mi esposa se fue con mi única hija un día que regresaba tarde a casa del trabajo, actualmente ella tendría unos 30 años, no sé nada de ellas dos... Pero, la vida nos dio una segunda oportunidad así que hay que vivirla –

– Entrenador Hibiki yo... No sé, que decirle – Tobitaka se quedó en estado de shock, ya que no conocía alguna forma de dar palabras de aliento para algo de ese calibre.

– No digas nada, anda terminemos de comer – Le invitó dejando el tema de lado – Que por la tarde te contare lo que necesito, te daré este día para nosotros dos – Él mayor le sonrió al joven para que así pudieran seguir disfrutando sus alimentos.

– Muchas gracias, entrenador Hibiki – Rápidamente volvió a meter sus palillos en su sopa disfrutando del buen sabor que tenía.

En el Instituto Raimon el almuerzo ya había terminado, Fubuki, Kazemaru y Suzuno, se encontraban ayudando con la limpieza de la cocina junto con el comedor, mientras que los demás estaban arreglando las habitaciones además de algunas otras zonas del campamento. Las gerentes tuvieron que salir de la escuela para traer más víveres, gracias a Natsumi todas fueron en la limusina de la castaña rojiza.

– Ya terminé mi parte, apúrense para volver a la base quiero ver una película – Dijo el rey de hielo mientas se secaba las manos con una toalla.

– Estamos igual, ya acabe lo que me tocaba – Habló él exatleta acercándose a tomar una toalla de igual manera.

INAZUMA ELEVEN SUB-CONSCIENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora