Ink sólo quería tenerlo a su lado.
Lo deseaba.
Amigo o amante - No importaba.
Sólo no quería tener a Error como un extraño.
***
-¿Sabes que hay algo que se llama "obsesión"?
-Sip. Y esa solo es otra de mis locuras. Hola y bienvenido.
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Ésta obr...
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El Mundo de las Fusiones era un lugar único. Había alrededor de ciento cincuenta seres, que solo un puñado de personas elegidas conocían, viviendo y trabajando dentro de él.
Fueron cruelmente llamados fusiones o hijos del Vacío: accidentes nacidos en aquel inmenso lugar. Esas criaturas no fueron creadas en ese mundo; Ese mundo fue creado para ellos.
Fue solo que un día, Ink murió en la parte del Void de Error, y el equilibrio entre las partes claras y oscuras del Anti-Void se rompió. A diferencia de la mayoría de las fusiones, la primera no fue un esqueleto. No nació en el sentido literal de la palabra: se creó a partir de fragmentos de la magia de Error y Ink, obtuvo un alma y una mente propia.
Esa primera criatura se llamó Paper Jam.
Digamos que recibió una fría bienvenida.
Luego, casi dos años después, el Void lanzó algunas fusiones más, pero del tipo de esqueleto habitual. Y luego llegaron más, y más, y más. . . Como una Reina hormiga, que está destinada a dar a luz a nuevos hijos toda su vida, el Void nunca dejó de sorprender con todo tipo de combinaciones extrañas. Por ejemplo, una fusión de él y Nightmare hizo que el destructor se despertara por un largo sudor frío. Y cuando encontró una fusión de Blue y Dust casi muere de risa. Fusiones de sí mismo y de Ink lo hicieron pensar en el karma.
Como funciono.
Al principio, Error no podía entender quiénes eran esos extraños seres que seguían apareciendo en su casa, y de dónde venían. Solo un tiempo después se dio cuenta de qué tipo de error había cometido una vez y siguió repitiendo durante años. Error mató a personas dentro de su Void y llenó sus títeres con el polvo de los muertos. Pero alguna parte del polvo siempre se dispersó. . .
El Vacío estaba lleno de fragmentos de códigos y no tenía forma de deshacerse de ellos. A diferencia de los AUs, donde cualquier cosa podría borrarse sin dejar rastro, la naturaleza del Void era diferente. En su interior no se puede borrar nada. Al menos, no sin dejar rastro. Bueno, esa regla era de la parte oscura del Void.
Resultó que no era necesario morir en el Void para que aparecieran fusiones tuyas. Era suficiente derramar tu sangre allí o, como Nightmare, perder un tentáculo. Todo se desmoronaba en cadenas de código y luego se reutilizó.
Después del "nacimiento" de Paper Jam, el Void parecía haber encontrado una solución al problema de los códigos no utilizados y comenzó a combinarlos, lo que resultó en seres completos que nunca nadie había creado. Fusiones simplemente aparecían ahí y deambulaban hasta que murieron o fueron encontrados por grupos de búsqueda. Al menos una vez al mes, un grupo de búsqueda encontraría a un bebé/niño/adolescente-adulto vivo, que no sabía quiénes eran, dónde estaban, por qué existían y quiénes eran esos tipos extraños, sonriéndoles y ofreciéndoles comida a cambio de seguirles a un mundo mejor.
