The Decision to...

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Sans no sabía cuántos resets habían pasado

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Sans no sabía cuántos resets habían pasado. Los dejó de contar. Perdió cualquier contacto con su mundo, sus amigos y familiares. Su vida se redujo a los límites de su oficina, y su círculo social se limitó a Fresh, que traía nueva información regularmente, y a Perro, que visitaba al científico para asegurarse de que el otro realmente se rindiera y no se rebelara nunca más. El llegaba, miraba, no entendía nada y se iba.

A diferencia de Perro, Reaper no limitó sus visitas a la observación y trató de llevar al científico a una conversación, ponerlo nervioso, asustado o incluso provocar que atacara. Sin embargo, Sans eligió la estrategia de ¨No me importa, eres una alucinación¨ e ignoró magistralmente a sus agravantes, incluso cuando Reaper destrozó su laboratorio en un intento por llamar su atención. O cuando Perro orinó en la alfombra, ¡eso sucedió!

Sus amigos se preocuparon, llamaron a los médicos, derribaron su puerta y lo pusieron bajo arresto domiciliario.

No le importaba, eso dejó de tener sentido. Siempre podía suicidarse, despertarse en la mañana del siguiente ciclo y continuar sus intentos de contactar a las voces misteriosas.

Y lo intentó. 

Hasta la locura. Hasta el agotamiento, incluso murió por eso dos veces, para deleite de Fresh. El parásito aplaudió tal dedicación.

Y llegó el día en que un Creador respondió.

Sans se puso el casco que había creado en su trabajo, encendió la computadora y se sentó sin moverse durante tres días. Estaba silenciosamente agradecido de que el dúo ¨piadoso¨ no lo fuera a visitar durante esos días, pero también se enojó pensando que volvería a fallar. Y fue entonces cuando alguien desconocido compartió lentamente sus pensamientos dentro de su cabeza:

¨No puedo hacer esto A nadie le gustará esto. Simplemente no tengo el talento suficiente.¨

Al principio, Sans pensó que esa voz eran signos de agotamiento, por lo que respondió, hablando consigo mismo:

-Descansa un poco, recupérate e inténtalo nuevamente.

Estaba a punto de quitarse el casco cuando la misma voz exclamó:

¨¡Si! ¡Debería descansar, ordenar mis pensamientos y volver a intentarlo!¨

Con manos temblorosas, Sans guardó los datos de la voz desconocida: la frecuencia de las vibraciones, el punto de recepción de datos y la dirección de potencia de la señal. Trató de encontrar la voz nuevamente, usando esos datos, pero falló. A pesar de eso, ¡Sans estaba casi saltando de alegría! ¡Lo hizo! Todavía no estaba del todo claro qué hizo exactamente, ¡pero había escuchado a las voces y había logrado inculcar algo en una de ellas!

El esqueleto continuó sus intentos de contactar a los Creadores de mundos, y el destino le sonrió una vez más. También fue cuando Sans descubrió que no podía iniciar un diálogo con las voces. Los Creadores percibían sus palabras como sus propias ideas, y podían escuchar, pero también podían ignorar lo que tenía que decir.

Ink x Error: His Wish (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora