A Step Away From...

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El suicidio no lo salvó, y esta vez no fue Papyrus quien sufrió, sino el propio Sans

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El suicidio no lo salvó, y esta vez no fue Papyrus quien sufrió, sino el propio Sans. Le hubiera encantado olvidar esa horrible semana del infierno, que quedara como un mal sueño, pero seguía diciéndole una cosa al dios esponjoso:

-Quiero terminar un experimento. Sería una pena olvidarlo.

-¿Por qué te importaría si no lo recuerdas? -el Perro se rascó la oreja con la pata trasera y volvió a acostarse en el pecho del esqueleto- Muéstrame lo que tienes, y tal vez podría darte una pista. Sabes, veo diferentes Sans's, y podría haber visto una solución en su trabajo.

-No. Quiero llegar a la solución yo mismo.

-¿Y si no lo logras?

-Bueno, entonces necesitaré ayuda.

Una vez, cuando el científico todavía pensaba que Perro era solo una mascota, le gustaba acariciarlo, pero ahora solo quería romperle el cuello al bastardo. Pero no podía. La cuerda que ataba su ser al poder de Dios se tensaba dentro de él. No le dejaría hacer nada que pudiera lastimar a Perro.

Sans descubrió esa cuerda durante la semana de tortura. En el momento en que pensó en lastimar al dios, se tensó, se envolvió alrededor de su alma, y ​​cuanto más fuerte era su deseo de lastimar al Perro, más se apretó la cuerda, hasta que finalmente paralizó el cuerpo de Sans.

Prácticamente se convirtió en un títere con cuerdas, despojado del libre albedrío y obediente, ni siquiera un actor en el teatro dramático del metro, no, sino un títere obediente. Justo como dios quería que fuera.

¨¡Oh no! ¡De ninguna manera tomaré ese papel! ¡Encontraré una salida, no importa lo que sea necesario!¨ Sans se juró a sí mismo.

Finalmente, Perro se aburrió de mirar al científico y desapareció.

Parecía que se levantaba una varilla metálica del pecho del esqueleto y no una bola de pelusa. Por primera vez en mucho tiempo sintió un poco de libertad.

El Perro no apareció por un día, dos días, una semana. El mundo subterráneo estaba en silencio: el humano no se había caído todavía o estaba atrapado en las Ruinas con Toriel, lo que sucedía mucho.

Sans tomó un atajo a su laboratorio. Lo primero era lo primero, corrió a la máquina de Gaster y se aseguró de que todavía existiera. Una de las amenazas del Perro era la destrucción de esa máquina. Sin ella, el esqueleto tendría que reconstruirla o encontrar otras formas de avanzar en su investigación y buscar la absolución de los resets.

Había intentado todo tipo de cosas. Intentó proteger la habitación de posibles accidentes. Intentó meterse con la biología y la química. Intentó encontrar las oscilaciones de la materia antes de la muerte: la suya, la de los demás, la del mundo. Intentó abrir ventanas a otros mundos más de una vez. Y lo único que obtuvo fue dolor , mucho dolor físico y mental, y un aliado extraño, que estaba haciendo quién sabe qué, quién sabe dónde. ¿Estaba aún vivo?

Ink x Error: His Wish (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora