Capítulo 5: El club de duelo

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Aquel sábado por la mañana Sofía despertó emocionada, había leído todo sobre el juego pero jamás había tenido la oportunidad de presenciar un partido de Quidditch; pero hoy al fin vería uno. Esperaba que a su amigo Harry Potter le fuera bien pero al mismo tiempo quería ver a Slytherin ganar. Luego de vagar un rato en sus pensamientos, se levantó de su cama, se vistió y bajo a desayunar.

En la mesa de Slytherin todos estaban deseándoles suerte a sus compañeros de casa, a pesar de no llevarse bien con uno de los miembros del equipo de quidditch, también se acercó.

—Buena suerte chicos, aunque no la necesitan, lo harán genial— Ánimo la morena a sus compañeros de casa.

—¿Ahora nos das ánimos? Creí que te juntabas los de Gryffindor— Dijo el rubio

—Y lo hago Malfoy, pero ustedes son mis compañeros de casa y quiero que ganen.—Le aclaró Sofía—Aunque pensándolo bien, para ganar no te necesitan, ojalá te caigas de la escoba y te rompas los huesos.

La chica se alejó del equipo de quidditch dejando a un Draco Malfoy asustado ya que al ser su primer partido, los nervios más la "amenaza" de la chica, era demasiado para él.

Sofía fue a sentarse para poder desayunar al fin, al rato llegaron sus amigos Zabini y Nott; los cuales apenas tocaron la comida ya que quedaban pocos minutos para el partido y todos comenzaron a dirigirse al estadio de quidditch. Se ubicaron en las tribunas de su respectiva casa y a los pocos minutos el equipo de Slytherin salió al campo recibiendo más abucheos que gritos de ánimo, pero eso era lo divertido; que todos te quieran ver perder y no lo hagas. Suponiendo que las serpientes ganaran aquel partido, si no lo hacían todos los estudiantes de Slytherin tendrían el orgullo herido.

Los leones salieron y fueron animados por todas las casas menos la de sus rivales, Slytherin permaneció en completo silencio; aunque Sofía quería animar a su amigo Harry, sabía que si lo hacía sería linchada por todas las serpientes. La señora Hooch, que era la profesora de quidditch, hizo que Flint y Wood se dieran la mano, contó hasta tres y tocó el silbato dando por empezado el partido.

Los primeros minutos fueron normales hasta que una bludger loca comenzó a perseguir a Harry, la pelinegra temía por la salud de su amigo. Potter aumentó la velocidad y salió zumbando hacia el otro extremo del campo. Pero la bludger seguía a su lado. ¿Qué ocurría? Las bludger nunca atacaban de aquella manera contra un único jugador, su misión era derribar a todo el que pudieran.

Las serpientes iban ganando el partido mientras que Harry seguía intentando esquivar la bludger loca pero fue inútil; la pelota le golpeó el brazo, se había roto, la tribuna soltó un simple "uhhh"

Sofía cambió la vista de su amigo y miró a Malfoy el cuál estaba persiguiendo la snitch dorada.

—Malfoy como la dejes escapar te voy a matar—Susurró la chica pero sus amigos la escucharon.

—¡Muy amiguita de los Gryffindor pero eres muy competitiva!— Dijo Theo riendo, dándole un golpe amistoso en el brazo.

—Apostemos—Dijo Blaise—, si se le escapa la snitch, Sofía le hace alguna de las suyas a Malfoy.

—Ajá... ¿y si la agarra?— Preguntó la chica no muy convencida.

—Haremos lo que vos quieras por un día entero— Respondió Theo.

—De acuerdo— Aceptó la chica y volvió a mirar al rubio, el cual seguía persiguiendo a la snitch pero ya no estaba solo, Potter también intentaba agarrarla aun teniendo el brazo roto.

De un momento salieron de la vista de todos, nadie sabía que estaba pasando con los dos chicos. Estaban persiguiendo a la snitch debajo del estadio pero Malfoy salió por los aires y cayó al suelo.

Sofía y la cámara de los secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora