Capítulo 3: Una voz misteriosa

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Con la llegada de octubre , un frío húmedo se extendió por los campos y penetró en el castillo. El castigo de Sofía había pasado hace semanas, y la relación con sus compañeras de habitación no había mejorado para nada, tampoco con Draco Malfoy. Ella los había ignorado durante semanas pero llegó a sus oídos un rumor de que durante Halloween los ya nombrados, se vengarían de la chica.

Sofía decidió estar alerta durante la festividad, lo último que quería era otro castigo de parte de Snape, pero tampoco dejaría que la humillarán. Cuando llegó Halloween, todos los estudiantes habían decorado el Gran Comedor con murciélagos vivos; las enormes calabazas que Hagrid tenía, habían sido convertidas en lámparas tan grandes que tres hombres habrían podido sentarse dentro, y corrían rumores de que Dumbledore había contratado una compañía de esqueletos bailarines para el espectáculo.

—Es increíble—Pronunció Sofía—, jamás había celebrado ninguna festividad, pero creo que esta es mi favorita.

—¿Ninguna?— Preguntó Blaise

—Si, en las festividades suelo estar sola ya que Rose, la señora que me cuida, las celebra con su familia. Así que nunca celebre nada.— Respondió la chica algo triste.

—Pues ahora nos tienes a nosotros, y celebraremos todas— dijo Theo con una sonrisa, dándole ánimos a su amiga, ella le devolvió la sonrisa.

—Iré a dejar mis cosas en la habitación, pesan bastante y me molestan— indicó la Sofía y se retiro rápidamente antes de que comenzara el espectáculo.

Al entrar a su habitación se encontró con sus queridas compañeras, no le dijeron nada, lo cual agradeció.  Dejó sus libros y su túnica en su cama, fue hasta el baño así evitaría tener que ir a mitad del show. Pero al salir vio cómo su túnica estaba completamente rota, y no solo eso, su varita la cual estaba en uno de los bolsillos, no se encontraba ahí, le habían robado.

No solo le quitaron su varita, también le rompieron parte de su uniforme, Sofía estaba completamente furiosa, no se saldrían con la suya. Intento salir de la habitación pero la puerta se encontraba trancada, y sin varita no podía abrirla.

Golpeó la puerta y gritó, pero nadie la escuchó, todos debían estar en el Gran Comedor. Se perdería su primera festividad en Hogwarts.

—Las voy a matar— susurró la chica.

Intentó abrir la puerta tanto tiempo que terminó sentada en su cama rendida, pensando en alguna forma de salir, habría pasado aproximadamente una hora.

—Es mi primera celebración, debo seguir intentando — se animó a si misma

Apretó sus puños y con furia volvió a golpear la puerta, una y otra vez. Si no podía destrabarla al menos la tiraría abajo, pero saldría de ahí.

Seguía golpeándola desesperadamente, intentando que se abriera, la furia la consumía, tanto así que de sus manos salieron llamas.

—¿¡Qué!?— Gritó Sofía desesperada, intentando apagar el fuego de sus manos.

Aquello no la quemaba, parecía haber sido causa de su enojo. El fuego seguía en sus manos, respiro hondo, hasta que se tranquilizó, allí fue cuando el fuego cesó.

Entonces lo comprendió; magia sin varita. Pero lograr aquello era algo extremadamente difícil, si no se usa bien podría haber resultados catastróficos.

—¿cómo es posible? ni siquiera pronuncie un hechizo — se dijo a ella misma.

Miró sus manos y lo pensó durante un instante, no perdía nada con intentarlo, apuntó con su mano el picaporte y gritó ¡Alohomora!

Sofía y la cámara de los secretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora