Era un día nublado pero tranquilo, el padre Barbará salía de casa con taza de café en su mano y en la otra una rosquilla, el miraba su auto mientras seguía comiendo.
Jim
(Esa jovencita, a veces pienso que mi calabacita está perdida en otro mundo, que se le puede hacer, ya es mayor de edad se puede cuidar sola.)
Jim notaba un auto negro estacionado enfrente de la casa de su antiguo vecino, el camino hacia el auto y se sorprendía al verle, el escuchaba ruido en la antigua casa.
Jim
De seguro es otra vez Alex...
-sacaba mi pistola de mi abrigo y me acerco a la puerta con la rosquilla en mi boca.-
Jim entraba en silencio a la casa y se acercaba hacia el ruido que provenía en la cocina, el veía a un chico de piel morena descalzo, en short y camisa negra.
Jim
¡Quieto hay Alex!
El chico tenía la cabeza dentro del horno, el asusta y se golpe con la cocina, sus gafas se cae pero el salía rápido para luego dirigir su mirada a Jim, el miraba borroso.
Jim
Tú quien eres
-seguía apuntando le.-
Acaso eres compañero de Alex
El chico sacaba con cuidado sus gafas y se la ponía para luego ver con claridad a Jim.
Bryant
¿Jim?
Jim
¿Quién Eres?, ¿Cómo sabes mi nombre?
Bryant
Jim, soy yo Bryant
Jim
Imposible
-seguía apuntándole.-
Tú debes estar muerto.
Bryant
Si estuviese muerto, no estaría enterrado
Jim
Tu sangre fue encontrada en antigua clínica abandonada.
Bryant
Recuerdo eso, Batman me rescato, pero llego un poco tarde, pero no lo culpo,
Jim
A que te refiere
-seguía apuntando.-
Bryant solo abría su boca para luego mostrar sus dientes, el apunto a sus colmillos y parecía a lo de un demonio.
Bryant
Me implanto dientes de demonios, pero puedo vivir con eso.
-le mire.-
Jim
Te tengo una pregunta que solo Bryant sabe.
-seguía apuntadle.-
¿Qué me dijo después de haber sobrevivido al ataque de chiita?
Bryant
Dije muchas cosas pero lo primero que dijo:
Tú lleva a Jim a su casa y yo voy a dormir en auto, creo que dije algo así
Jim
Eres tú....