Capítulo 15.

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—Celeste —Escucho mi nombre a lo lejos —Celeste querida, despierta —Mis sentidos se agudizan y el dolor vuelve a ser presente. El más mínimo movimiento me hace gemir de dolor, todo mi cuerpo está acalambrado. Abro los ojos enfocando la figura de Daniel frente a mí. —Ya despertaste al fin, es hora del baño —No termino de adaptarme completamente a la realidad cuando siento algo helado y áspero restregarse con mi herida piel.

Daniel refriega mi cuerpo con ayuda de un estropajo lastimándome más, raspa mi espalda provocando que mis alaridos salgan. —Ya necesitabas un baño, olías muy mal —Sus burlas no se hacen esperar. Lloro, grito, no puedo más. Me arde, me duele, me quema, me lastima, no sé con qué comparar el dolor que siento, el agua helada cae sobre mí produciendo espasmos en mi cuerpo, siento como si mis manos se fuesen a desprender de mis brazos por la presión al halar los brazos cuando mi cuerpo se contrae.

Con cada segundo del estropajo en mi piel mis gritos aumentan debilitándome más, esto duele demasiado.

—Por favor detente, por favor —suplico una y otra vez, esperando que responda a mis suplicas y detenga la tortura pero eso no sucede.

Cuando por fin se detiene, se sitúa delante de mí para realizar lo mismo. Los alaridos que abandonan mi boca lastiman mi seca garganta, Daniel raspa mi piel con el estropajo agravando mi dolor, me retuerzo lastimando mis extremidades y la sangre es parte del escenario. Con un último chorro de agua termina mirándome con satisfacción.

—Perfecta. Quedaste limpia —Con una mirada repleta de fingida pena Daniel acaricia mi rostro lloroso e hinchado —Vamos no llores bonita, ¿Qué no ves lo hermosa que quedaste?

—Estás enfermo —.afirmo con la poca resistencia que me quedan dirigiéndole una mirada cargada de desprecio.

Con fuerza sus manos aprietan mi rostro causando dolor —Cuida tus palabras si quieres que me espere hasta que te cures para el próximo juego —Con odio escupe mi rostro antes de soltarlo y despegarse de mí —.Te quedarás aquí hasta que aprendas —.Terminando de decir aquello desaparece por la puerta cerrándola tras de sí.

Su saliva resbala por mi rostro y en estos momentos no sé qué es más grande, si el odio que siento por él o el que siento por mí. Ahora mismo no tengo el valor para ver hacia abajo, no soportaría ver mi cuerpo sucio, ultrajado y maltratado.

La sed y el hambre están presente en mí, mi garganta anhela un poco de agua. Deseo liberarme de estas esposas que me mantienen cautiva. El dolor en mis brazos es horrible debido a la falta de movimiento. No sé cuánto tiempo pasó desde que me torturó con los cigarrillos... siento que si esto continúa así no soportaré mucho.

Dejo salir suspiros de mi boca intentando controlarme pero es imposible. Mi vista se nubla y todo desaparece.

Respiro tranquila cuando el dolor se va y todo se oscurece dejando lo demás en un tercer plano.

...

—Ma, no me dejes caer shampoo en el ojo que hace días me picó —Hablo con mi madre mientras muevo mis pies que no tocan el suelo por la altura de la silla en la que me encuentro sentada. Mi madre acaricia mi cuero cabelludo con sus dedos, frotando el shampoo suavemente.

—Sí Celeste, pero deja de moverte tanto —Responde en tono de reprocho.

—Oye ma, ¿Qué querías estudiar de grande? —pregunto con curiosidad.

—Pues cuando pequeña soñaba con ser una doctora pediatra.

—¿Pediatra? ¿Qué es pediatra?

—Los pediatras son los doctores que se encargan de cuidar a los niños pequeños y traviesos, así como tú.

—¡Oye! Yo no soy traviesa. Soy la niña más educada que podrás ver —respondo en tono ególatra y mi madre ríe con mi comentario.

—¿Tú qué quieres ser cuando grande? —pregunta curiosa.

—¡Yo seré la mejor policía de todas! Y así podré atrapar a los hombres malos como Héctor y los meteré a la cárcel —hablo con entusiasmo e intento hacer el ruido de las sirenas con mi boca. Mamá ríe.

...

Despierto alterada mirando hacia todos lados —Eh... eh tranquila, vine a darte un poco de cariño. Si te portas bien puede que te saque y te de algo de comer, ¿No quieres comer? —No respondo, mi mente aún da vueltas por haberme despertado tan alterada.

—Así me gusta, te quedas tranquila y callada —Sus manos acarician mis caderas y mi entrepierna, Daniel se coloca detrás de mí y escucho como se deshace de su ropa. Respiro acelerada, no puedo pensar en nada más que en lo desgraciada que se ha vuelto mi vida.

—¡Ahhhh! —Gimo de dolor al sentir como se abre paso en mí sin previo aviso. Sus manos sostienen fuerte mi cintura y su miembro entra y sale de mi interior.

No lloro, las lágrimas no salen de mis ojos. Sólo duele y arde y lo odio, pero no tiene caso llorar, ya no tengo razones para hacerlo. Sólo debo buscar la manera de desaparecer. Con cada estocada de su parte siento mi corazón latir una y otra vez, mis jadeos adoloridos salen y sus gemidos excitados ligados a su pesada respiración se esparcen por todo el cuarto. Sus estocadas se vuelven más fuertes provocando que mis jadeos de dolor se conviertan en gritos, y la primera lágrima sale, otra vez.

Daniel toma mi pelo en sus manos y continúa penetrándome velozmente. Siento su cuerpo tensarse una vez termina.

—Bien, te soltaré —Con cuidado desata mis manos y piernas, Daniel me carga hasta la cama del otro cuarto. Mi cuerpo se encuentra débil y adolorido, no puedo apoyar los pies en el piso por mi cuenta. Así que permanezco acostada sin hacer el esfuerzo de levantarme. —Más tarde mandaré a Amanda para que te ayude a duchar y te dé algo de comer.

No respondo, me mantengo mirando hacia el techo del cuarto, sintiéndome nada, vacía y deshecha. Le escucho salir y por fin me quedo sola. Y lloro, lloro sin razón. Siento enojo conmigo por permitirme llorar.

Ya nada tiene sentido sé que no saldré de aquí, sólo hay dos opción para salir, esperar que él me mate o hacerlo yo primero. Mi estancia en esta tierra no tiene el más mínimo sentido, pienso en razones para luchar e intentar sobrevivir pero no encuentro una sola porque no hay ninguna. Ya sólo me quiero morir, quiero dejar de sufrir.

Toda mi vida se ha basado en sufrimientos, desde un inicio, hasta ahora. Simplemente no hay razones y no buscaré cosas donde no las hay.

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La Celeste está pensando en hacer la morición XDXD 

Nos vemos en dos días. :3 

Venganza Celeste 《SIN EDITAR》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora