—¡Te mueves bien! ¿Ves que mis clases son eficientes? —sus palabras salen boyantes.
Cada una de sus embestidas llega acompañada de un lastimoso choque eléctrico que me hace retorcer.
Mis chillidos de dolor quedan ahogados bajo aquella incomoda bola roja, respiro forzosa y mis lágrimas ruedan por mi rostros sin detenerse. Los toques tienen lugar en mi espalda, glúteos y cualquier parte frontal de mi cuerpo que Daniel logre alcanzar.
El dolor llega acompañado de fuertes calambres, lastimo mis muñecas y tobillos al hacer fuerza con cada intento de rehuirle al teaser, más es imposible para mí evitarlo.
—¡Así me gusta, muévete! —Su ritmo aumenta al igual que mis sollozos.
Muerdo la bola que se encuentra en mi boca al sentir el choque en mis costillas. Siento los dientes de Daniel aferrarse a mis hombros y mi espalda. Es toda una bestia sin control.
El dolor se esparce por todo mi cuerpo y no existe forma de diferenciar uno del otro. Mis heridas de las muñecas se vuelven a abrir permitiendo que finos hilos de sangre desciendan por mis brazos.
Mi respiración es descontrolada y mis ojos parecen querer salir de sus lugares cada vez que observo aquella tortuosa máquina de electricidad acercarse a mi cuerpo. El simple roce de esta desata en mí una ola de dolor acompañada de contracciones que invaden todo mi cuerpo y la zona afectada arde como si un fósforo se hubiese pegado a ella.
Mis chillidos mudos inundan la habitación haciendo orquesta junto a los jadeos de Daniel quien no se detiene, al contrario, parece excitarse con cada uno de mis desgarradores gritos atorados.
—Mira nada más que rápido aprendes —Sus palabras abandonan su boca con energía mientras me clava con ímpetu.
Dejando salir un grotesco gemido su semen se esparce en mi interior, dando así conclusión a la dolorosa tortura.
Un flamante dolor se esparce por todo mi cuerpo. Cada pedazo de piel que fue rozado por el teaser arde con el simple rose del aire.
Mi abdomen contraído por la fuerza toma aire mientras mi forzada respiración intenta controlarse.
—Ay, Celeste, Celeste. Te veías tan adorable intentando evitar lo inevitable —Sus manos retiran la molesta mordaza de mi boca facilitándome la dificultosa tarea de respirar.
—¿Por qué haces esto? —Con voz lastimosa y las lágrimas corriendo por mi rostro dejo salir la duda que me atormenta.
—A veces pienso que eres un poco tonta... cierto, sí lo eres — Su estruendosa risa adorna el ambiente. —Es pura diversión, Celeste. ¿No te das cuenta? Es divertido poder torturarte y llevarte a tu punto máximo. Te lo pondré así: Los científicos estudian las reacciones de millones de cosas, los psicólogos estudian la mente humana y hasta donde alcanza su capacidad. Todo eso me parece muy básico y aburrido. Sin embargo, estudiar hasta donde soporta un ser humano al ser sometido a extremas torturas y claro, hacer todo más divertido agregándole lo morboso. Eso... eso sí es entretenido. Y tú querida Celeste eres mi pequeña rata de laboratorio. Y créeme que me divertiré mucho llevándote a tu límite, hasta que ya no me sirvas de nada.
Sus descabelladas palabras alteran todo mi sistema y provocan que un descomunal pavor me invada, sin la necesidad del roce de una maquina o de sus manos.
Mi respiración está tan alterada que el aire entra y sale sin control por mi boca. Siento mi mirada nublarse ante la mera imaginación de todo lo que puede ocurrir conmigo y todo lo que tendré que atravesar antes de morir.
—¡Eres un monstruo sin escrúpulos ni sentimientos! —Con ardientes lágrimas descendiendo por mis sonrojadas mejillas desgañido esas desconsoladas e impotentes palabras en su rostro.
—Puedes decir lo que quieras querida, al final haré contigo lo que desee y créeme que me divertiré mucho. Tengo muchos planes contigo.
—Estás loco. ¡Estás completamente loco! — vociferando esas palabras dejo salir las pocas fuerzas que aún residían en mi ser. Y con ellas cascadas saladas aumentan su ritmo sobre la suavidad de mi piel.
—Pasaré por alto tu mal comportamiento de ahora, pero como continúes de respondona te verteré cera caliente en la boca y quemaré tu lengua. Tal vez así aprendas a no responder, y de paso sería divertido ver el fuego acercarse a tus otras partes del cuerpo. Por ahora tengo cosas que hacer, Amanda vendrá por ti. Hasta luego ternurita.
Cabizbaja escucho sus pasos alejarse y seguidos a estos la puerta del sótano ser cerrada.
—Dame una señal, por favor Elizabeth, ¿Qué hubieses hecho tú? —Susurro mirando hacia el suelo esperando una respuesta que no recibiré.
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—Elizabeth, ¿Qué más debo echarle al caldo? —Desde la cocina vocifero esperando una respuesta de mi madre.
Su silueta toma lugar a mi lado tomando en sus manos el cucharon con el cual revolvía el contenido de la olla.
—Ay Celeste, es la tercera vez que entras a la cocina y aún no logras memorizar los ingredientes. —A bases de regaño la veo tomar diferentes especias para verterlas en la olla. —Debes aprender a cocinar, si no aprendes ningún hombre querrá estar contigo. Una chica de su casa debe saber cocinar.
Sus palabras me encolerizan en sobre manera, no es la primera vez que toca el tema y ya me está cansando esto.
—Ya te dije que no tengo interés en casarme. No estoy dispuesta a ser una decoración en la casa de algún hombre que sólo me use para sus placeres carnales y para tenerme como sirvienta de su casa. Quiero estudiar, quiero ser alguien. —Con ímpetu vuelvo a repetirle lo que ya le he repetido miles de veces.
—Celeste, ya tienes 15 años, debes ir pensando en salir de aquí y creo que un hombre puede ayudarte a salir de aquí. —Sus palabras fingidamente calmadas intentan hacerme cambiar de opinión sin resultado en su misión.
—Elizabeth, eres mi madre y eres lo único que tengo en este mundo, te amo y te respeto, pero lamentable el caso no estoy de acuerdo contigo. Tus palabras están llenas de incoherencia. Lo primero es que en un lugar como este nunca conocería a alguien de bien, en este barrio de mala muerte prefiero vivir encerrada antes que lanzarme a los lobos allí afuera. Y lo segundo y es que no quiero terminar como tú. —Las palabras salen sin meditar y al segundo de escuchar lo que dije me arrepiento. —Lo siento... Yo no quise decir eso —Con acristalada mirada sale de la cocina dejándome las palabras en la boca.
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¡Holaaaaaaaaa! He renacido jajaja
Aquí estoy otra vez. Discúlpenme en serio la tardanza. Me he visto un poco feita de salud y se me ha complicado el escribir y demás, pero estaré subiendo al ritmo que pueda. I promise.
Quiero decir que estamos relativamente cerca del final de la primera parte de la novela, sí la novela tendrá 2 partes.
Aclaro que no es una bilogía, sólo una novela dividida en dos.
Bueno, una vez termine la primera parte me tomaré un pequeño break para editar todas las faltas que tengo.
También quiero decir que esto es más bien un borrador o boceto, no puedo decir que es el resultado final de la novela pues le falta mucho para serlo, sólo es la idea central, es por esa razón que lleva un ritmo tan acelerado.
Sin más para decir, nos leemos en cuanto pueda, no olviden votar y comentar que les parece. ¡Besos!
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Venganza Celeste 《SIN EDITAR》
RastgeleCeleste de 18 años, luego de vivir una infancia traumática, es vendida por su padrastro al mercado negro, donde es subastada y sometida a torturas extremas. ¿Estará dispuesta a buscar su libertad incluso luego de perder la esperanza en todo? ¿Cuáles...