Los gemidos de Ludwig inundan la estancia a medida que profana mi cuerpo con brutalidad.
Mis rodillas y codos se encuentran apoyados sobre el colchón de la cama y las manos del pelinegro sujetan mi pelo mientras sus caderas sostienen un vaivén constante.
No he realizado la más mínima acción para hacer que esto termine y no sabría con exactitud si es porque ya me he dado por vencida ante todo y he aceptado que las cosas serán así hasta que mi vida acabe, o si es por el miedo de lo que Daniel pueda llegar a hacer si este hombre se queja sobre lo que sucede aquí.
Sea cual sea la razón, mi cuerpo se mantiene inerte ante los movimientos de aquel hombre que se mueve en busca de su propio placer mientras que mi mente divaga en busca de su descanso.
Minutos más tarde escucho un ronco gemido abandonar la boca de Ludwig, indicando que ha llegado a su clímax.
—Estuvo muy bien. Aunque según Daniel te mueves mejor y eres más viva. Pudo haber sido más divertido. Daniel debería enseñarte a moverte mejor.
Sus palabras se escuchan en una dimensión lejana, mi cuerpo cansado y sin ánimos yace recostado sobre el colchón y mi mente vuela a un mundo donde todo el color de rosas.
—Algún día tu hija se convertirá en una puta igual que tú. Me das asco.
Desde mi cuarto escucho las despreciables palabras de Héctor hacia mi madre, pasados unos minutos el sonido de la puerta principal invita al silencio pasar acompañado de los lamentables sollozos de mi madre.
Salgo del aposento con rumbo al de mi madre, donde le encuentro tendida en la cama sollozando sobre la almohada.
—Nada de lo que dijo es cierto mamá, no le creas. —Hablo con mirada acristalada observando el deplorable estado de mi madre.
Con suavidad la ayudo a ponerse en pie, acompañándola hasta el baño para curar y asear su cuerpo.
—Celeste, despierta. —Siento palmadas en mis piernas provocando que espabile volviendo de mis sueños a la realidad.
El miedo invade mi ser al ver a Daniel parado al lado de la cama observándome detenidamente.
—¿Qué pasa Daniel? —Pregunto temerosa, retrocediendo con temor hasta acogerme en la esquina de la cama.
—¿Quieres saber que pasa? ¡Que no puedes hacer ni una sola cosa bien, eso pasa! —Sus gritos invaden la estancia en la que antes de su llegada sólo era presente mi suave respiración.
Pero ahora mi respiración no es suave, más bien acelerada.
—Daniel, no hice nada, te lo juro. No rechiste y obedecí en todo, no tienes razón para torturarme. —ruego con palabras titubeantes.
Mis ruegos son ignorados y mi cuerpo es halado hacia el borde de la cama con brutalidad, quedando frente a Daniel. Posterior a eso su mano colisiona con mi rostro aturdiendo todos mis sentidos. No tardo en sentir el metálico sabor de la sangre inundar mis papilas gustativas.
—Y ahí, mi querida Celeste, es donde circula el problema. No hiciste ¡Nada! —Sus palabras pasan de ser hipócritamente suaves a ser gritos llenos de ira. —Ese hombre es un importante socio de trabajo, cerraríamos un trato muy importante. Pero tú tenías que complacerle —Su alcohólico aliento golpea mi rostro.
—Daniel te juro que hice todo lo que él quiso —Mis palabras no abandonan completamente cuando mi rostro vuelve a ser girado con brutalidad por su mano.
—Cállate. Me das asco. Él dijo que eras como un tronco, sin vida. Así que te enseñaré a moverte, ya verás.
El terror invade mi ser al escuchar sus palabras.
—Camina —Pasmada y atemorizada permanezco sobre la cama observándole caminar en dirección al cuarto del lado. —¿Tengo que traerte de las greñas? Camina. —Temblorosa me pongo de pie yendo tras él.
—Daniel, no es necesario hacer esto otra vez, por favor. Todo estaba muy bien ¿Por qué no puede seguir así? —con inseguridad intento razonar con él.
—Entre los pilares —sin voltear a verme, Daniel me ordena colocarme entre los pilares de madera.
—Daniel, por favor, no lo hagas —Con brutalidad aprieta mi cuello. En sus ojos puedo ver la impaciencia y frustración. Su mano me aprieta, pero lejos de intentar asfixiarme sólo ejerce presión sujetándome más ese hecho no disminuye la dificultad que produce su agarre a la hora de respirar.
—¿Creíste que porque te dejé descansar unas semanas significa que no volvería a divertirme contigo? Te recuerdo que eres mi pertenencia y puedo hacer lo que quiera, cuando quiera. Así que ahora te ubicarás entre los pilares y no volverás a abrir la boca —.Pequeños rastros de saliva terminan en mi cara debido a la cercanía con la que habla.
Camino decaída. Repitiendo el proceso de la vez anterior mis brazos y piernas son esposados.
Daniel se acerca con intenciones de colocarme la mordaza que trae en sus manos. —No es necesario Daniel, prometo no hacer ruido. —El sonido de la cachetada inunda la habitación. Mi boca sangra de nuevo.
Con fuerza su mano oprime mi rostro lastimando mis heridas —¿Qué parte de que no hables no entendiste? —Coloca la mordaza, indiferente a mis quejidos de dolor.
Sus pasos se alejan del cuarto. Le escucho revolver los cajones de la habitación de al lado.
Al entrar, Daniel cierra la puerta colocándole el cerrojo. —La lección de hoy es, como aprender a moverse adecuadamente. Daniel como maestro, el mejor —Se adula antes de continuar —Y Celeste, la peor estudiante.
Se posiciona tras de mí deslizando su mano por mi entrepierna. Su roce me hace sentir peor de lo que ya me sentía.
Con cada toque de su parte una imagen llega a mi mente reviviendo los recuerdos de los acontecimientos recientes.
Luego de embadurnarme de lubricante siento la intromisión de su miembro abrirse paso en mi interior. Con cada embestida mi cuerpo se sacude hacia delante, mis esfuerzos de oposición son nulos al fin y al cabo no es como que pueda hacer algo.
Sin previo aviso mi glúteo derecho se contrae de dolor. Un alarido se ahoga en mi garganta.___________________________________
Hasta aquí el cap de hoy, espero y emn ... bueno en verdad no espero que les guste porque hasta yo estoy harta de tortura y tortura y ya quiero que esto se salga de control xdxd.Pero igual quiero leer sus opiniones. (Las de las únicas 3 personas que comentan 🙄) pero bueeeeno.
Aviso que es probable que me tarde un poquito en actualizar estos días porque estoy en proceso de mudanza y se me hace un poco difícil estar con la uni virtual y la mudanza, me lleva la gaver, pero prometo hacerlo lo más pronto posible.
Hasta lueguito. ❤
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Venganza Celeste 《SIN EDITAR》
De TodoCeleste de 18 años, luego de vivir una infancia traumática, es vendida por su padrastro al mercado negro, donde es subastada y sometida a torturas extremas. ¿Estará dispuesta a buscar su libertad incluso luego de perder la esperanza en todo? ¿Cuáles...