Narra Raymond
Tn___ se quedó tranquila entre mis brazos mientras la besaba y así dejó de golpearme, si hice esto es para que dejara de decir todas esas cosas que aunque no me crean a veces me arrepiento de haberlo hecho, su manera de expresar lo que le hice me hace sentir alguien despreciable pero no pude evitar hacerlo, estos 8 años a pesar que he dicho que la odio no es definitivamente cierto.
Cuando la conocí al principio si me pareció una chica un tanto ingenua y también mimada, pero el pasar de los días en los que convivía con ella podía sentirme querido por alguien y sentir ese sentimiento llamado amor pero lamentablemente el odio que sentía hacia Francisco, la avaricia y también esa sensación de que pronto tendría todo el poder en mis manos hizo que solamente la viera como una herramienta para acercarme a Francisco.
Nos separamos por falta de aire y ella salió de mi agarre bruscamente, los dos conectamos miradas y estuvimos en silencio por un rato.
Tn___: ¿porqué lo haces?. Dice mirando sus manos.
Raymond: te lo dije hace rato, que voy a callarte a besos las veces que sean necesarias para que dejes de decir estupideces.
Tn___: ¡no son estupideces!. Dice molesta.
Raymond: lo que digas. Rodeo los ojos.- oye, lo siento...
Tn___: pidiendo disculpas no te servirá de nada Raymond, lo hecho, hecho está.
Raymond: ¡hey! yo solamente trato de enmendar mi error y tú me vienes con eso de "que pidiendo disculpas no te servirá de nada". Digo burlándome.
Tn___: ¿crees que pidiendo disculpas mi papá volverá a la vida?, ¿crees que pidiendo disculpas mi virginidad volverá?, ¡¿crees qué pidiendo disculpas todo volverá a como era antes?!, ¡pues estás muy equivocado!. Se voltea dándome la espalda molesta.- pensé que llegaríamos a un tipo de acuerdo pero al parecer no será así. Dice un poco triste.
Raymond: tú eres quien empieza con esas estupideces, pero es mejor que quedé todo por la paz, bueno solamente en estos días y después cada quien tomará su camino y ya no sabremos uno del otro. Me volteo y me dirijo a la puerta.- y que te quede muy claro que yo si quiero ganar esta guerra, no luché día y noche para poder llegar hasta aquí y por eso tú y ninguno de los demás me detendrá.
Salí de la habitación molesto tanto que cerré la puerta de un golpe y después me dirigí a la sala para poder dormir y olvidar todo esto aunque sea un rato.
