Narra Raymond
Cuando escuché el nombre de Tn___ quedé sorprendido, nunca pensé que ella fuera selecta para poder participar en esta guerra y mucho menos que se haya convertido en la jefa de un cartel, pero tal vez era de esperarse, después de que asesine a Francisco no supe nada de ella hasta el día de hoy, pero bueno, tendré que conformarme y además intentaré llevarla a la cama, no perderé nada si lo intento porque me imagino que debe seguir siendo la misma ingenua de antes.
Jerónimo: bueno, después de haber dado el listado de las parejas ahora les pido que se junten con la persona que les correspondió y así poder seguir dando las instrucciones.
Todos empezaron a juntarse con su compañero yo solamente rodee los ojos y después me dirigí a donde estaba esa niña, me acerqué y pensaba saludarla pero ella solamente me ignoró y se alejó un poco de mi, la miré por un momento y me puse a su lado entonces los dos quedamos en un silencio abrumador pero fue interrumpido cuando Jerónimo siguió hablando.
Jerónimo: ahora que todos están con su compañero es momento de dar las indicaciones de como procederá la guerra, habrán pequeños cambios para que así puedan ayudarse como pareja, los juegos empezarán desde mañana a las 10:00 a.m., el día de hoy no habrá nada para que así ustedes descansen y también puedan convivir con su compañero, las cabañas donde será su hospedaje estas 2 semanas siguientes están al otro lado de este campo, ahí hay todo lo que necesiten y si por alguna razón les faltara algo sólo hablen con los trabajadores que estarán a sus disposiciones las 24 horas del día, como la mayoría sabe este guerra consistente de varios juegos, como de tiro al blanco, esgrima entre varias cosas más, desde este momento cada pareja tiene 100 puntos, lo que tiene que hacer usted con su compañero es llegar hasta el juego final sin haber perdido ningún punto así como también haber ganado casi todos los juegos, si usted y su compañero tienen la menor cantidad de puntos y no hayan ganado la mayoría de juegos quedarán automáticamente fuera de la guerra, ¿queda claro?. Dice serio.
Todos: si. Asentimos.
Jerónimo: bien, ahora vayan a sus cabañas y descansen, nos veremos mañana.
Jerónimo se fue, mientras nosotros nos quedamos en el campo, pero después de un rato los trabajadores de este lugar nos llevaron hasta donde estaban las cabañas que básicamente estaban en un bosque.
