El gran Hércules junto a su ejército habían buscado sin descanso todos los alrededores pero no había ningún rastro de ése esclavo.
Otros se hubieran rendido de inmediato después de tanta búsqueda, pero jamás el Soberano.Ése hombre estaba desesperado, completamente enojado gritando y dando órdenes a los hombres para que se separen en grupos y vayan más lejos aún.
A otros los mandó de vuelva al castillo para buscar a cualquier campesino que tenga algún dato de ése hombre, mientras tanto él se quedó sólo encima de una colina mirando la vista que podía observar a su alrededor.- Cuando te encuentre haré que te arrepientas de haber huido...- Había dicho mientras apretó con fuerzas las riendas del caballo para luego desaparecer de ahí.
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.En menos de una hora el grupo de soldados había llegado hacia el castillo, pasando por donde estaba la feria donde vendían alimentos, ropa y demás cosas.
Observando la cantidad de aldeanos vendiendo y caminando por todo el lugar, sabían que les tomaría un montón en poder hablar con cada uno de ellos pero de todas maneras lo hicieron.Cada soldado detenía a una persona ya sea hombre o mujer y a los gritos les preguntaba sobre cierto hombre de cabellera rubia, mencionando como vestía hasta como se veía pero aún así nadie sabía sobre él.
Empezaban a ponerse nerviosos, tanto que empezaban a revisar por las casas de las personas aunque sean a la fuerza.Tenían miedo de que su señor los asesinara por no encontrar a ése esclavo, no entendían por qué era tan importante pero nadie se atrevía a preguntar.
Pensaban que festejarian sobre la victoria en la batalla que tuvieron pero todo había cambiado y ahora en vez de estar bebiendo junto a bellas mujeres, ahora todos ellos están rezando por no morir en las manos de su señor.Mientras ésos soldados estaban ocupados, la reina Afrodita había llamado a uno de los sirvientes para que le trajera un cambio de ropa para el bufón.
Yolus estaba sentado en el suelo abrazando sus piernas y tapando ése sector empapado en su pantalón, sentía vergüenza al estar de ésa manera en la misma habitación que la mujer.Ella no hablaba, sólo caminaba de un lado a otro cerca de la puerta hasta que se escucharon los golpes del otro lado.
Su sirviente había llegado y dejó en la mesa el cambio de ropa que habían pedido, pero la curiosidad del hombre hizo que levantara un poco su vista y mirara de reojo a ése hombre rubio en el suelo.La reina Afrodita se había dado cuenta de éso y no tardó en avisarle que ya no lo necesitaba y que podia irse, así que el sirviente se puso algo nervioso y se fué de ahí dejándolos ahora solos.
La bella Afrodita se acercó a Yolus para pasarle la ropa y él hombre sin decir nada lo tomó algo avergonzado.
- Te dejaré unos minutos solo para que puedas cambiarte, si necesitas ayuda sólo llámame estaré afuera esperando.
- M-muchas gracias...- La mujer le sonrió amable y se retiró de la habitación dejando al bufón solo y empezando a desabrochar su pantalón con calma.
No sabía cómo podría quitarse la ropa sin que su cuerpo empezara a doler pero no quería seguir molestando a la bella mujer, así que sólo empezó a bajar con cuidado la tela.
Se agarró de la cama para intentar levantar sus piernas y así quitarselos de una vez.Era un alivio cuando pudo sacarse los pantalones y dejarlos a un lado pero la vista a sus piernas lo dejó preocupado.
Más por la venda en su pierna izquierda donde había sido mordido tan fuerte que había abierto su carne.Colocó su mano por encima del vendaje y aunque rozó un poco el dolor se sentía aún insoportable.
Quería saber si habia cicatrizado un poco pero lo dejó como estaba ya que no podía seguir viendo sus piernas con ésas marcas oscuras.
Así que agarró el cambio de ropa y empezó a vestirse lo más rápido que podía, intentando no recordar las voz de ése hombre otra vez.
Ése grito que lo asustó completamente y lo hizo orinar del miedo.Cuando ya estaba listo, Yolus empezó a levantarse sujetándose de la cama para estar de pie.
- Y-ya terminé...- Habló casi alto para ser escuchado por la reina.
Estaba a punto de sentarse en la cama, pero le parecía raro que cuando habló la reina no había entrado.
Esperó unos segundos y por curiosidad Yolus había empezado a dar unos pasos hasta querer llegar a la puerta.Aunque su cuerpo empezaba a doler llegó lentamente con éxito a ésa gran puerta de madera y esperó unos minutos frente a ella para ver que era lo que sucedía.
La reina no apareció y sólo hubo un gran silencio hasta que de golpe se empezaron a escuchar unos sonidos.Los ruidos eran algo raros, no sabía bien que podria ser, pero el siguiente sonido lo había asustado demasiado, era como si alguien destruía algo pero lo peor fue escuchar a continuación el grito de cierto hombre que él temía.
- ¡Revisen por todos lados, quiero que busquen por cada rincón de éste lugar! - Las piernas del pobre hombre empezaron a temblar por lo que escuchaba, pero fué peor para él cuando unos pasos rápidos se escuchaban acercarse hacia donde estaba él.
Intentó correr de vuelta hacia la cama para ocultarse, pero por el miedo que sentía se había tropezado y caído al suelo.
El dolor en su pierna se sintió muy fuerte con ésa caída, tenía tanto miedo que no tenía fuerzas para levantarse y esconderse debajo de ésa gran cama hasta que escuchó la puerta abrirse.El pobre hombre no quizo mirar hacia atrás, sus manos se pudieron mover rápido y empezó a gatear como un perro en el suelo mientras miraba fijamente la cama frente a él.
Sólo quería ocultarse, quería escapar ahora mismo por el miedo que tenía al darse cuenta que ése hombre ya había abierto la puerta, el bufón entró en pánico y sus lágrimas empezaron a salir cuando su cabeza le hacia imaginarse los peores castigos que recibiría del Soberano.- P-por favor...- Sólo súplicaba piedad cuando ya estaba cerca de la cama, pero al sentir una mano en su hombro se paralizó del miedo.
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Ya se que es cortito, pero algo es algo jajaja.
Espero lo disfruten, buenas noches.
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Mi Querido Esclavo
FanfictionEl soberano está cansado del aburrimiento en su gran palacio, se aburrió de la mujer que lo acompaña cada noche en su alcoba. Ya lo cansaba y fastidiaba, siempre estaba apegada a él. Pero en una noche sus ojos se enfocaron en su bufón que con miedo...