Adivinanzas Y Predicciones

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Su tic nervioso aumentaba a medida que recorría su figura en el espejo. Miro a su lado a quien le veía, es decir, cuando tu padre te ve con esa sonrisa de diversión demencial y los brazos cruzados jamás puedes evitar que un aura depresiva te rodee junto a un color azulado en tu frente.

Se mantenía quieto mientras un tipo raro que jamás esperaba a ver en su vida le tomara medidas, su padre tenía toda la razón del mundo cuando dijo que pagaría ayudándole a salir del problema, ahora se arrepentía de ser tan honesto y decir sus deseos tan libremente, aprendería a callar algunos de ellos por su propio bien.

Extendió los brazos como le dijeron, tomando mas medidas, las mangas le quedaban algo largas, al igual que el pantalón, pero eso se arreglaría, para ello dejaba que ese tipo raro le tomara medidas, pronto seria su turno de molestar a su padre, lástima que no lo disfrutaría tanto como su padre si disfrutaba del sufrimiento ajeno.

papá –llamo el pequeño pelirrojo al azabache quien le siguió mirando sin ninguna mutación en su rostro más que el alzar una ceja dándole a entender que tenía curiosidad de lo que le diría- te odio–confeso con mirada fulminante, ojos negros dirigidos precisamente a su progenitor y el responsable de su vergüenza y sufrimiento-

lo sé hijo, lo sé–afirmo con orgullo el azabache agrandando su sonrisa de arrogancia y logrando que el aura asesina y maniaca del pequeño pelirrojo se agrandara-

no, en serio, te odio–volvió a decir con ojos asesinos y reprochadores, tanto que ambos rubios Uzumakis, quienes acompañaban a los Uchihas, se abrazaron de miedo sintiendo las ganas de sangre del pequeño-

Pero como dicen…

Solo un Uchiha puede hacerle frente a otro Uchiha

eso me hace disfrutar más esto, ¿te das cuenta?–Pregunto aun más divertido el azabache quien novio la cabeza de un lado a otro con notoria diversión y satisfacción al ver que el primero de los pasos de su plan dio resultado-

Fastidiar al pequeño

no me engañas, lo tenias planeado, ahora sé de donde saque mi manía sicópata–reclamo apretando los puños, los tronaría si no fuera porque debía mantener los brazos estirados mientras debía dejar que le tomaran la medidas-

Completado

uno, con eso me alagas, dos, si, lo tenía planeado, y tres, no me eches toda la culpa a mí, tienes más de Seidou que de Uchiha, naciste de una Seidou, maniaco hereditario, y fuiste criado por otra Seidou doblemente maniaco criado y heredado–dijo con su sonrisa a todo lo que da, realmente fastidiar al pequeño le alegraba el día-

si fuera así, maniaco mas maniaco seria igual a no maniaco, negativo por negativo es igual a positivo, pero como también soy tu hijo, no tenia por donde no sacar el impar de la demencia –volvió a quejarse el pequeño logrando que el Uchiha bufara a la vez que el rubio Uzumaki reía a carcajada limpia por el nuevo apodo que el pequeño hijo de su amigo le coloco a su amigo-

no estoy demente, bueno, no demasiado–bufo el azabache ladeando el rostro con la expresión de seriedad ahora adornando su rostro junto a un tic nervioso en su ceja, diferente a la del pequeño quien ahora tenía la sonrisa en su cara-

si tu lo dices hijo de las tentaciones, solo procuren tu y mamá cerrar la puerta con llave cuando Hana comience a gatear–bromeo el pequeño cerrando los ojos con orgullo, logrando que el rubio Uzumaki se largara a reír aun más fuerte, que el pequeño rubio le acompañara y que al azabache se le colocaran rojas hasta las orejas-

En busca del Primogénito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora