Lazos De Sangre

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Aquel 25 de diciembre se dejo apreciar con un sol muy tenue, pero de igual forma calentaba lo suficiente para estar en una agradable terraza donde varios pequeños estaban allí jugando y/o luciendo sus nuevos juguetes.

Los vasos alzados de todos se hicieron presentes, eran en total ocho adultos los que estaban allí brindando por aquella fecha tan especial. Amigos viejos y nuevos, algunos se conocían hace años y otros se conocían recientemente.

Como paso curiosamente con cierta mujer

insisto que jamás pensé que cuando Neji me conto que alguien había conquistado el corazón de Sasuke, fueras precisamente tu Sakura –todos volvieron a mirar a aquella mujer de cabellos cafés quien sonreía feliz por haberse encontrado nuevamente con dos de sus mejores amigas de toda la vida, la Yamanaka y graciosamente con aquella pelirrosa a la que ya no podían llamar Haruno-

Seidou

ni yo pensé que tú eras la esposa de Neji, Tenten, que pequeño es el mundo, con razón no podías venir a Tokio libremente –menciono la pelirrosa mirando a los niños al igual que todos, observando cómo estos jugaban de lo más felices, y concentrar precisamente su mirada en una pequeña de cabello negro suelto y ojos graciosamente perlados-

Yumi tiene asma, el aire de aquí de Tokio no es muy bueno para ella, pero cuando recibimos tu invitación a un almuerzo de Navidad no pude resistirme a la idea de venir –dijo la esposa del Hyuuga sacándole una gota a todos y una leve risilla, que en el caso del Hyuuga y del Uchiha fue algo más arrogante-

al menos tiene a un madre que es enfermera del hospital de Osaka, creo que tiene suerte, ¿has sabido algo de alguno de los chicos? –pregunto curios la pelirrosa, mismo caso que la Yamanaka, ninguna sabia mas de aquellos con quienes compartieron hace años, esperaban que ella supiera algo-

lo último que supe de Kiba fue que lamentablemente se metio a una pandilla la cual por desgracia pertenecía a su familia, Chouji se coloco un restaurant de comida china y Shino trabaja conmigo en el laboratorio del hospital de Osaka, es todo lo que he sabido de ellos –comento la castaña haciendo suspirar con pesar y alegria por algunos motivos y sentimientos encontrados a aquellas dos amigas suyas, haciendo que un silencio, si bien no incomodo pero si denso, se formara en el ambiente-

espero muy pronto Hiroki pueda ir a jugar con sus amiguitos, porque ahora le viene un amigo de su edad –comento el rubio rompiendo aquella pesada admosfera, haciendo sonrojar a cierta chica y sonreír nervioso a cierto pelinegro por su comentario-

solo espero que se lleven bien, y les agradezco el hecho de habernos invitado –agradeció la rubia Yamanaka con las mejillas sonrojadas, una sonrisa de felicidad completa y una mano posada en su vientre-

de nombre deberías ponerle casa, porque tienes dos semanas, las mismas dos semanas que llevas viviendo en tu casa –acuso la pelirrosa con una picara sonrisa a su amiga, todos soltaron la risa de nuevo, menos la propia rubia quien quedo roja de vergüenza a ira contenida por no poder negarle nada a su amiga-

calma, no te estreses cariño, no le hace bien al bebe –sonrió con nerviosismo el pelinegro pintor intentando calmar el genio de su mujer, era una chica muy dulce, pero cuando la sacaban de sus casillas era de temer- mejor brindemos, este ha sido un año de locos para todos, pero finalmente está terminando –levanto su vaso el pelinegro al segundo que todos imitaban el acto, todos concordaban, si que había sido un año de locos y sin duda, uno de los mejores-

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