Momento De Debilidad

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Despertó de repente cuando sintió que alguien le movía con levedad. Abrió pesadamente los ojos, refregándoselos con flojera, no recordaba haber dormido así en su vida. Al concentrar más su vista, se encontró con un azabache quien estaba sentado al lado de él, cosa que lo extraño de primera.

Dirigió su mirada al resto de la habitación, el color ocre llamo su atención, no era su cuarto. Un agudo dolor en la cabeza fue lo que lo hizo reaccionar del todo, recordó el día anterior, el accidente, su madre, la ida al médico y luego como el azabache le comento que se quedaría con él toda esa semana.

Las ordenes del doctor habían sido claras, no podía caminar mucho, de hecho casi no lo tenía permitido ya que su rodilla debía sanar al igual que su cabeza, los siguientes días sufriría mareos e incluso podría sufrir desmayos y afiebrarse si los dolores de cabeza eran muy fuertes.

será mejor que tomes tus medicinas –escucho la voz del azabache quien le pasaba tres cajitas diferentes con pastillas, unas eran calmantes, otras antiinflamatorios y otro para el resfrió ya que el día anterior estuvo tan expuesto a la lluvia que se resfrió-

gracias –afirmo el pequeño tragándose la primera de las pastillas junto a un sorbo de leche tibia que el azabache le llevo junto con el desayuno, jamás se espero tomar desayuno así en su cama- ya debe ser tarde, ¿no irá al trabajo? –pregunto el pequeño al Uchiha, agradecía todas las atenciones y molestias que se estaba tomando para con él, pero no quería ser un estorbo ni mucho menos un problema para su vida-

no te preocupes, le avise a Naruto que no iría esta semana, me quedare a cuidarte, podrían hacerlo mis empleados pero prefiero asegurarme que estés bien, le prometí a tu madre que te cuidaría –explico el Uchiha quien luego tomo una taza de café y bebió un sorbo, si, ese pequeño travieso estaba seguro no se portaría tan bien como creía, así que prefería asegurarse- Naruto me comento que le entregaron algunas tareas a Minato y que tiene las tuyas, le pedí que me las trajera, no debes atrasarte en la escuela

de acuerdo, de todas formas no puedo levantarme, solo al baño, sirve que estudie para no aburrirme –afirmo el pequeño tomando su segunda pastilla y un sorbo de leche junto a una mordida de pan tostado que le había servido el Uchiha-

puedes ver televisión también, leer, escuchar música, si quieres te presto una computadora, hay muchas cosas que puedes hacer aun sin levantarte –intentaría entretener al pequeño allí en la cama lo mas que pudiera, si era tan inquieto como lo suponía realmente seria una batalla-

de acuerdo –afirmo el pequeño quien se iba a llevar la tercera pastilla a la boca-

Sintió nuevamente el agudo dolor en su cabeza, por lo que se la tomo con las dos manos dejando caer la pastilla al suelo, sentía que se le movía todo alrededor, mareos, y sentía su cuerpo temblando, seguramente era la fiebre, que ironía, todo junto.

OoOoOoO

solo se le cayó una pastilla, no es para tanto Sasori, no lo regañes mas, ¿Qué no ves que ya se siente lo suficientemente mal? –oía media distorsionada la voz de la pelirrosa, apenas si sentía el cuerpo en ese momento, realmente estaba muy mal-

sabes lo que nos cuesta comprar los medicamentos Sakura, no puede darse el lujo de desperdiciarlos de esa forma –escucho como peleaban con la pelirrosa, sus ojos distinguían apenas la voz de aquel pelirrojo quien con mucho esfuerzo había comprado en esa ocasión sus medicinas y el por descuido había dejado caer una-

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