Krist iba a entrar en casa después de despedirse de N'Bass, que iba a la ciudad, cuando algo brillante le llamó la atención.
Llevaban dos semanas en Chiang Mai, en la casa de tres habitaciones que habían alquilado.
Había puesto el pie en el primer peldaño de las escaleras que subían al porche cuando volvió a ver un resplandor. Fue hasta el punto donde algo brillaba, despejó las hojas y lo que vio hizo que la cabeza le diera vueltas. Se trataba de una réplica de la bola que Singto le había regalado, solo que la escena había cambiado: se trataba de una pareja con trajes de boda. La inscripción decía: «Cásate conmigo».
Krist miró a su alrededor con los ojos desorbitadamente abiertos. Entonces oyó:
–Veo que has encontrado mi sorpresa.
La familiar voz le hizo volverse.
–Permite que me explique –añadió Singto con una encantadora sonrisa.
Krist se sacudió el estupor y alzando la bola, dijo:
–Si es tu manera de volver a proponerme un matrimonio de conveniencia, olvídalo.
–Veo que no has perdido el mal genio –dijo él, aproximándose–. Hoy he visto a P'Godji y me ha preguntado si conocía a alguien que quisiera adoptar a Cruiser. Le he dicho que sí.
–¿Quién? –preguntó Krist, no pudiendo evitar una sonrisa al recordar al perro.
–Yo.
–¿Lo vas a llevar a Bangkok?
–No. Resulta que hablé con papá sobre el Studio aqui. Le hice tu propuesta de una dirección compartida, y la ha aceptado.
–Me alegro mucho –dijo Krist con sinceridad–. Pero no entiendo la conexión con Cruiser.
–Cruiser se queda conmigo porque voy a mudarme a Chiang Mai –Singto tomó al bola de la mano de Krist y la sacudió–: Lo que nos lleva a esto.
–No, Singto. Te dije que no.
–Primero tienes que escucharme –de un compartimento secreto del globo, sacó un anillo de diamantes.
Krist sintió que le flaqueaban las piernas.
Singto le tomó la mano.
–Quiero proponerte un matrimonio basado en el muto respeto, en el amor, Krist –clavó su mirada en la de el con solemnidad–. Quiero que te cases conmigo.
–Singto, si de verdad me amaras, si quieres lo mejor para Fiat...
–Claro que sí.
–Al poco tiempo te irías. Fiat necesita estabilidad.
Singto asintió.
–He hablado con mi padre y mis hermanos y he presentado mi dimisión como miembro de la junta directiva.
Krist parpadeó, confuso.
–Pero si tú eres ...
–Era. Ahora soy el futuro padre de Fiat y, si me aceptas, tu futuro marido.
–Singto, esto es una locura. Tienes que pensarlo.
–Es lo único que he hecho hasta ahora –la enlazó por la cintura y continuó–: Amarte es mil veces más importante. Resulta que soy como mis hermanos, quiero sentar la cabeza y tener hijos –besó a Krist en la comisura de los labios–. Pero quiero hacerlo contigo, solo contigo.
–¿Y Fiat? –susurró el.
–Será la joya de nuestra corona. El final feliz de nuestro cuento.
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[Terminado] Repentino Amor
FanfictionRepentino Amor Singto Prachaya creia que el enfocarse en lograr el exito era el unico objetivo en su vida, no habia espacio para nada más, hasta que un dia encuentra una sorpresa inesperada. lo que no sabia es que esta pequeña y linda sorpresa lo ll...