Trigésimo Cuarto Tempo (A)

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Estaba enojado.

Primero, porque no sabía quién era esa chica y por qué había hecho tener a Nat un ataque de pánico.

Y, segundo, porque no entendía por qué estaba en el auto con nosotros.

Yo estaba en el asiento de atrás, con la cabeza de un inconsciente Nathan en mi regazo mientras que Chris manejaba y esa chica —Haley, si recordaba bien—, estaba sentada adelante.

No había preguntado nada porque Christopher me lanzaba miradas de advertencia por el retrovisor de vez en cuando, lo cual imaginaba que significaba que me callara hasta llegar a casa.

Bajé a Nat en brazos cuando llegamos, ignorando por completo a Chris y a esa chica, y la mirada de nostalgia en la cara de la mamá de Nat al vernos a los tres fue tan profunda que me hizo vacilar.

—Acuéstalo con cuidado, en un momento voy para allá —me dijo, dándome espacio para entrar.

Así lo hice, dejándolo entre las mantas de su cama para salir de nuevo al salón.

La chica estaba sentada en la mesa con una taza de té en las manos y me recordó a mí mismo la primera vez que vi a Nat tener un ataque de pánico.

Eso me hizo enojar más.

¿Por qué mierda estaban siendo tan tranquilos con ella?

—¿Alguien me va a decir quién demonios es esta chica y por qué Nat tuvo un ataque de pánico al sólo verla o Chris va a seguir diciéndome con la mirada que me quede callado? —solté, con los brazos cruzados sobre el pecho. Chris suspiró.

—Yo... —empezó ella.

—No te pregunté a ti —la corté, sin siquiera mirarla—. ¿Entonces?

—Creo que deberías sentarte primero —dijo la madre de Nat—. No es una historia corta precisamente.

Observé la mesa, viendo que el único puesto libre era al lado de esa chica y enarqué una ceja.

—Ya voy, ya voy —dijo Chris con fastidio, cambiándose de lugar para que yo me sentara al otro lado de la mesa, frente a ella.

—Gracias —dije, sentándome.

La madre de Nat puso su mano sobre la mía y me sonrió.

Había algo en su mirada que me decía que todo estaba bien, por lo que intenté relajarme un poco.

—Sé que no te gustará oír esto —empezó Chris—. Pero Haley te explicará todo y probablemente debas explicarle algunas cosas también.

—Christopher, ¿qué-...?

—Cállate un rato —me cortó, enarqué una ceja—. Mamá y yo ya sabemos esta historia y no es algo que queramos escuchar de nuevo, así que te quedas solo con Haley —se volvió hacia ella, sonriendo—. No le tengas miedo a Alex, parece una perra pero en realidad es como un pequeño hamster.

—¡Chris! —regañó su madre, lo cual solo lo hizo reír.

No pude evitar reír también.

—Creo que te estás juntando mucho conmigo —dije, me guiñó un ojo.

Ambos se levantaron de la mesa, dejándome solo con esa chica y el ambiente se tensó al instante.

—¿Tu eres...? —preguntó.

—Soy su novio. Alex, no es un gusto.

Mierda, debía controlarme un poco.

—Ya.

Al Compás del Corazón [gay/yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora