Décimo Cuarto Tempo (N)

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Me di cuenta que mis manos estaban temblando sobre el cabello de Alex cuando escuché la voz de Chris.

Lo había llamado en el momento en que Alex se había quedado dormido, pues no tenía idea de qué pensar y no tenía manera de salir de ahí sin ayuda.

Chris me miró sorprendido un segundo, observando lentamente mis manos entrelazadas y la manera en que me temblaba.

—¿Qué ocurrió? —preguntó, preocupado y sólo logré negar con la cabeza, mi vista aún fija en el chico dormido en mi regazo.

«Y yo lo maté a él»

Un escalofrío me recorrió la espalda.

No podía ser posible.

¿Realmente había matado a alguien?

Sentí un vacío en el pecho en el momento que mi hermano tomó a Alex en brazos como una muñeca de trapo, causando que soltase mi mano.

—Vuelvo en un segundo —dijo, subiendo la pendiente. Imaginaba, para poner a Alex en el auto.

Hizo lo mismo conmigo un momento después.

Cuando llegamos a casa, Christopher lo recostó en una cama improvisada en el suelo y se fue sin preguntar nada, cosa que agradecí.

Me quedé ahí, sentado en mi cama, observando a Alex dormir mientras las preguntas me bombardeaban la cabeza.

No quería saltar a ninguna conclusión sin tener más información, pero era difícil.

¿Qué ocultaba este chico debajo de toda esa careta de imbécil?

«Yo lo maté a él»

Por un segundo sentí miedo. Miedo de no saber de qué era capaz; de saber realmente lo que había ocurrido en su vida.

No logré pegar pestaña hasta muy tarde esa noche.

*

Desperté con el leve de sonido de la música clásica y, al abrir los ojos, los suaves movimientos me llenaron la vista.

Alex estaba bailando entre mis barras, tan suavemente que ninguno de sus pasos se escuchaba en el suelo de madera y sus ojos se veían tan sumidos en la música que parecía estar viendo un mundo distinto.

No me atreví a moverme, ni a hablar, embelesado con la manera en que bailaba.

Me pregunté si bailaría cada mañana de esa manera, si sus ojos se verían así cada vez.

Como si mostraran todo y a la vez nada.

Pensé en todo lo que ocultaban, en todo lo que había tras ellos y no supe que sentir.

¿Esta persona realmente había matado a alguien? ¿Realmente su familia había muerto de esa manera?

Apreté los labios, sintiendo la inseguridad crecer en mi pecho, pues no sabía si realmente quería saber la respuesta a esas preguntas.

Tenía miedo de descubrir realmente quién era Alex.

Por un momento, me pareció ver una lágrima correr por su mejilla, pero desapareció tan rápidamente que no supe si lo había visto realmente.

Pero no fue eso lo que me hizo sentir un vacío en el pecho, sino la manera en que, al terminar la canción, mientras estabilizaba su respiración, pude notar perfectamente la manera en que sus ojos se endurecieron de nuevo, con una frialdad que no logré entender.

¿Qué había realmente dentro de este chico?

Y, ¿por qué me importaba tanto?

—Estoy comenzando a pensar que tienes un serio problema con observar a las personas —dijo, sacándome de mis pensamientos, la sonrisa burlona formándose en sus labios.

Al Compás del Corazón [gay/yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora