quinze

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Michael se metió en una pelea, en un juego contra los Predadores. Estuvieron llevando la delantera por como dos periodos, por lo que los chicos de camiseta blanca se volvieron más frustrados y agresivos a medida que el juego continuaba. Para eso Alexi ya se había retirado por una lesión, no sabía que tan fuerte haya sido, pero el tiro fue débil y él se veía realmente adolorido. Luego, Shea Weber corrió hacia Carey después del silbato, haciéndolo ver lo suficientemente accidental, aunque probablemente no lo haya sido. No estuvo en la pista cuando pasó, pero vio a Michael arremeter luego de la interferencia y empujar toscamente a Weber hacia las barreras, dejando caer los guantes tan pronto como el otro chico lo hizo. Un entrenador se apresuró a asegurare que Carey estuviera consciente, y los guardalíneas hicieron un círculo alrededor de Michael y Weber mientras se sujetaban de las camisetas e intercambiaban golpes.

Vio miles de peleas. Nunca estuvo en una, porque siempre tuvo demasiado miedo de avergonzarse a sí mismo. Usualmente, Michael tampoco era de esa clase, pero era un jugador apasionado y lo vio ponerse furioso antes, y empujar a un portero es en plano algo que no harías. Era una regla no escrita; un código con el que todos vivían. Los latidos de su corazón estaban acelerado mientras observaba; con adrenalina e ira a Weber, y orgullo a Michael por hacer algo al respecto.

Ellos cayeron al hielo de la pista, en una pila de palos y patines, provocando que una mueca de dolor ocupara su rostro, esperando que ellos se levantaran bien porque sus cascos ya habían salido de su cabeza y las cuchillas de los patines eran realmente afiladas. Recuerda que solo el año pasado escuchó sobre un jugador de Jets que casi murió cuando una cuchilla se deslizó en una arteria de su fémur en una práctica. Estuvo en todas las noticias. Otro jugador de su equipo le salvó la vida por cortar su camiseta y presionar en la herida hasta que la ambulancia llegara. Pero, ellos se veían bien, sin contar con el lento goteo de sangre corriendo por el rostro de Michael cuando los guardalíneas lograron mantenerlos separados y hacerlos ponerse de pie, mientras todas las personas de los dos lados de asientos estaban de pie y golpeteaban sus palos contra las barreras en apreciación de sus compañeros de equipo. La multitud hacía estruendos. Mientras tanto, ellos dos fueron enviados a las casillas, sin que Carey resultara realmente lastimado y eso pareció animar a su equipo aún más, por lo que llegaron a anotar otros tres puntos antes de la bocina final.

Michael fue el tema de conversación en los vestidores. Él anotó el tiro ganador y puso a Weber en su lugar cuando pensó que podría salirse con la suya tratando de sacar a Carey del juego, y todos lo mencionaron. Michael solo dejó pasar los halagos, como si no hubiera hecho algo especial, pero estaba seguro que significó algo para él.

—¿Vendrás conmigo? —preguntó Ashton, alistando su maleta a su lado.

—¿Después de lo de esta noche? —contraatacó con una sonrisa de la que estaba orgulloso. Estaba disfrutando de esta nueva confianza. Ashton rio.

—No creí que fueras de ese tipo.

—Yo tampoco —confesó.

—Solo no seas duro con él. Está todo herido y lo necesitamos el miércoles.

—No estaba pensando en romperlo a latigazos. Nosotros solo vamos a... ya sabes.

—¿Tener un monto de sexo gay? —completó Ashton, bajando su voz para que así pudiera ser el único en escucharlo.

—¿Debería enviar fotos?

—¡Ew, no! —Ashton rió, y empujó ligeramente su hombro —. Solo ve.

Se encontró con Michael del otro lado de la puerta, viéndolo acalorado y entusiasmado, con las mejillas todavía rosadas por la ducha, una herida en su mechilla y el desagradable corte debajo del ojo izquierdo cubierto con esa cosa que los entrenadores untaban para parar el sangrado. Se veía como un guerrero, provocando que su corazón se acelerara por una razón diferente.

Arcadia | mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora