Color de Piel

Capítulo Dos

Leo en multimedia 

"¿Estaba pasado?"

"¿Esto realmente estaba pasando?" . —Se preguntaba una y otra vez Leo mientras recibía los labios de Mia.

Esta consternado, preguntándose si aquello era una realidad, su corazón incremento el ritmo de sus latidos y llegó a pensar que no había despertado de su sueño, aunque tampoco estaba seguro en qué momento se durmió y el siempre recordaba minutos antes de hacerlo.

No podía ser un sueño.

Y entonces Mia movió los labios sobre los suyos, unos labios vírgenes como ella, inexpertos al nivel que estaba acostumbrado Leo, pero aunque Mia no tuviera la experiencia que un hombre regularmente deseaba.

Él no era parte de ese grupo, para Leo fue suficiente el roce, el calor y el peso de los labios de Mia.

Mia...

Mia lo había besado.

Lo estaba besando y cayó en cuenta en un segundo, dándose un golpe tan fuerte al descubrirlo, como el que siente al caer del caballo en tus primeras lecciones de montura.

Y justo cuando empezaba a aceptar su realidad, su trágica realidad, Leo la tomo de los hombros y la aparto con un suave movimiento, ejerciendo nada de fuerza, pero lo suficiente para que sus bocas dejaran de tocarse.

Sus labios sonaron al despegarse, resonando en el silencio de la noche, en los establos, donde se encontraban ahora mismo los dos solos.

Mia lo miro decepcionado y golpe en su corazón hizo que cerrara los labios, en su lugar, Leo no busco sus ojos hasta sentirse seguro de no querer lanzarse hacia ella y estampar sus labios contra los suyos.

Sabía que si la miraba antes de controlarse, no habría marcha atrás.

Deseaba a Mia.

Desde su despertar como hombre, un hombre que la deseaba y desde que lo que tuvieron fue un juego soñó de niños, desde que la atracción por Mia se volvía cada vez más intensa con el pasar de los días, los meses y los putos años.

Ya no era niños.

Y él lo sabía muy bien, había visto el cuerpo de Mia madurar y él había madurado con ella.

Lo suficiente para saber que lo que acababa de hacer era un error que no debía permitirse cometer otra vez.

—Leo...—Pronuncio ella en un murmullo.

—Esto está mal, Mia.

¿Mal?. —Se preguntó Mia en su mente.

¿Cómo podía estar mal algo que había deseado tanto?

A ella le había gustado, no solo por aceptar que lo deseaba, sino por la valentía que tuvo al hacerlo.

Mia había ido en contra de todo, dejando su título de "Joven Dama", un título al que no le veía sentido, pero el que sus padres aceptaban y se llenaban de orgullo al hablar con sus conocidos sobre ella, en especial su madre, quien por nada del mundo iba aceptar esto.

Pero a Mia no le interesaba.

Ella amaba a Leo profundamente.

Era lo único que le importaba y creyó que para Leo era igual.

Cuan equivocada estaba.

Intento explicarle. —Leo..

Tomo la mano de Leo y el la aparto.

Sin mirarla, prosiguió.—Por favor, regresa.

Su corazón dolía, la respuesta era una estaca en su pecho.