Capítulo Veintiséis

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Al ingresar a la sala y estar frente al hombre que lo salvó y crió, Leo esperaba una llamada de atención, incluso un golpe porque sabía que lo merecía.

Se había llevado a su hija, la había llevado sin el consentimiento y el permiso de Carlos, Leo había ido en contra de las leyes, no por ser diferente a ella, sino por no respetar y pasar por encima de Carlos carpenter al "Secuestrar" a su hija.

—¿Entonces tu y Mía?

Leo permaneció en silencio y Carlos suspiro.

—Debo ser honesto, pensé en la posibilidad de que fuera a pasar.

Y pasó.

—Mía y tu ya no son unos niños, dejaste de verla como una hermana hace mucho ¿No, hijo?

Leo pasó saliva. —Si.

Carlos lo miró sin ninguna expresión fastidiada, el estaba siendo honesto.

—¿Leo, que sientes por mi hija?

Aunque ya lo sabía, Cqrlos Carpenter necesitaba escuchar la respuesta.

Y Leo se la dio. —La amo.

Carlos se sorprendió no por la confesión, sino por lo fuerte y decidida que se habían escuchado sus palabras.

—Amo profundamente a Mía, Carlos.

El señor Carpenter tomó un respiro profundo.

—¿Y ella te ama a ti?

Leo no respondió, esa respuesta debi decirle ella.

Carlos comprendió y cambió la pregunta, recordándole algo importante a Leo.

—¿Tienes presente que Mía va a casarse, no?

El moreno apretó los puños, su mirada bajo.

—Aunque yo no estoy de acuerdo con esta boda a diferencia de mi esposa y porque mi hija no luce feliz...

Se tomó unos minutos.

—No me corresponde acabar con ella o seguir adelante con la boda.

Leo lo miró

—Es elección de Mía.

El lo sabía.

Leo asintió.—Estoy al tanto de eso.

—¿Entonces puedes prometerle una cosa?

Leo no respondió.

Carlos continuó. —Que cual sea la elección de Mía, vas a respetarla.

Leo sintió un nudo en la garganta, quizó creer que Carlos no deseaba que estarán juntos, pero entendió que lo único que deseaba el era respetar la desicion de Mía, así estuviera de acuerdo o no.

Así que Leo lo acepto.

—Por el amor que sientes por ella.

—Lo aceptare. —Interrumpió Leo y Carlos se sintió orgulloso del hijo que crió. —Si Mía desea aceptarme o no, cual sea su desicion yo la aceptaré.

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