Aprenderé A Vivir (Alonso Villalpando & Tu)

Capítulo 43.- "Grata despedida".

Narra ____(Tn):
- Pero no hagas trampa -dijo de nuevo y yo reí.
- Ya Jos, tengo lo ojos bien cerrados, lo prometo.
Habíamos estado paseando toda la tarde, de tienda en tienda, comprando tonterías. Pero ahora, Jos me dijo que tenía una sorpresa para mí, así que desde que nos subimos al auto tengo los ojos cerrados porque la sorpresa se arruinaría si vería a dónde vamos.
Entonces, sentí el auto estacionarse y escuché a Jos bajar del auto. A los pocos segundos, ya se encontraba ayudándome a bajar y dirigirme hacia quién sabe dónde.
A pesar de haberme divertido toda la tarde, no podía dejar de pensar en que este era mi último día en América, mañana por la tarde me iría a Inglaterra. Echaré mucho de menos Mexico, he vivido toda mi vida aquí, aquí está mi hogar.
- Ya puedes abrir los ojos -murmuró.
Entonces, me encontré con Lorena, Alan y unos cuantos compañeros de la universidad, en un salón decorado con globos y carteles.
Entonces, las lágrimas se me acumularon y no sabía si de felicidad o de tristeza. Era increíble que Jos me haya armado una fiesta de despedida pero lo que me tenía mal es que aún faltaban personas muy importantes para mí: Nicole, Bryan...y aunque me duela admitirlo Alonso.
- No llores -pidió Lor y se acercó a mí con los brazos abiertos-. Esta fiesta de despedida es para que te diviertas no para que te pongas triste.
- Y quién mejor para animar una fiesta que DJ Alan -dijo Alan y algunos rieron.
Me separé de Lorena, me limpié las lágrimas y sonreí.
- Muchas gracias...por todo lo que han hecho por mí.
- No tienes nada que agradecer -musitó Jos-. Tienes que venir a visitarnos de vez en cuando.
- Lo haré.

[...]
La música electrónica estaba al máximo volumen, parejas hacían de las suyas cerca de las barras de bebidas que Jos había contratado. La pequeña fiesta se había convertido en un reventón, incluso había personas que jamás había visto en toda mi vida.
Miré a Alan en el escenario, que seguía mezclando música solo como él sabía hacerlo, me guiñó un ojo y siguió con lo suyo, creo que era la única persona en la fiesta que no estaba ebria.
Lorena estaba con Jos en uno de los sillones, ambos estaban ebrios pero no tanto como para estar inconscientes.
Y yo, me encontraba bailando completamente sola, mientras los demás bailaban exóticamente yo me encontraba solo saltando y tambaleándome de un lado a otro, completamente sola, pensando en la nada...en otras ocasiones me habría sentido ridícula pero en esta solo sentía que mis pies no tocaban el suelo, me sentía tan ligera y a la vez tan pesada...me sentía mareada.
Entonces, no sé si fue mi estado de ebriedad, pero vi a tres personas entrar por la puerta principal, los tres iban vestidos con ropa color negra. Entre cerré mis ojos para ver con más claridad y entonces divisé a Nicole, Bryan...y a Alonso.
Parecía que buscaban algo. Idiotas, ¿acaso jugaban a los Cazadores de Sombras?
Y es que estaba tan ebria, que ni siquiera recordaba lo enojada que estaba con ellos, hasta que los vi acercándose a mí.
El corazón me dió un vuelco y quise huir, pero me sentía lo suficientemente mareada como para no hacerlo. ¿Qué carajos hacían ellos aquí?
Entonces, Alonso apresuró el paso y vino casi corriendo hacia mi y justo cuando ya iba a llegar, Jos apareció y le tapó el paso. Comenzaron a discutir, a gritar, pero yo no escuchaba nada por el volumen de la música pues Alan estaba tan concentrado en sus mezclas que no se había percatado de la situación.
Miré a Lorena del otro lado del gran salón, se encontraba hablando con Bryan y Nicole. Al parecer, también discutían pero no tanto como Jos y Alonso.
Me sentía desesperada, me moría por ir con Alonso y decirle a Jos que lo dejara en paz, pero mi orgullo me pedía a gritos que los dejara pelearse por mi.

Vi que Alonso frunció el ceño y mataba a Jos con la mirada. Después, Villalpando me miro a mí lleno de ternura, invitándome a que por mi propia cuenta yo vaya hacia a él y estaba por dar unos cuantos pasos cuando sentí que alguien me jaló del brazo y me escabulló entre toda la gente que se encontraba bailando. Intenté soltarme y cuando lo logré, me ve perdida entre toda esa gente que lo único que hacían era saltar al ritmo de la música. Eso, no me ayudó para nada pues me hizo sentir aún más mareada.
- Alonso...-susurré antes de caer en la oscuridad.

[...]
- ¡Joder! ¡Necesito verla! -gritó del otro lado de la puerta y escuché otro golpe más.
Abrí los ojos y me encontré con Lorena mordiéndose el labio, nerviosa.
- ____(Tn), lo siento mucho...
- ¿Qué hace él aquí? -pregunté un tanto furiosa y me enderecé en el sofá.
- Yo...le dije que podía venir a despedirse, no sabía qué se iba a poner como un loco -musitó-. Lo siento mucho.
- ¡____(Tn)! Abre la puerta, tú y yo tenemos que hablar -gritó Alonso.
- Jos, Alan y Bryan están tratando de detenerlo -explicó Lor antes de que pudiese preguntar-. Al igual que Nicole. Está como un loco, ha querido verte despierta desde hace dos horas.
Fruncí el ceño.
- Lorena, no tenías ningún derecho a invitarlo...
- No me parecía justo que te fueras sin despedirte de él y tampoco de Nicole y Bryan. A demás, yo les dije que vinieran no que armaran drama.
- ¿Jos sabía que iban a venir? -pregunté y Lor negó con la cabeza.
- Es por eso que Jos detuvo a Alonso a penas lo vio, porque no sabía que yo lo había invitado.
Suspiré.
- Okey, Alonso quiere hablar entonces vamos a hablar.
Comencé a levantarme del sofá y Lorena me tomó del brazo.
- ¿Estás segura que quieres hablar con él?
- ¿Qué más da, Lorena? Tú ya lo invitaste, ¿qué creías? ¿Qué vino hacer de DJ o qué? Si vino es por algo.
Caminé hacia la puerta y abrí de golpe.

Los chicos reprimieron una exclamación de sorpresa y vi que la gente se había ido, mi fiesta de despedida no había terminado tan bien como esperaba.
Miré a Alonso que observaba atónito.
- ¿Qué mierda quieres? -pregunté tajante.
- Necesitamos hablar.
- ¿De qué quieres hablar?
- ¿De qué más? De nosotros.
Reí sínica y los demás chicos solo se limitaban a mirar la escena.
- ¿Nosotros? -me aclaré la garganta-. ¿De verdad crees que exista todavía un 'nosotros'?
Alonso miró al suelo como niño regañado.
- ____(Tn), tienes que escucharlo...-mencionó Nicole.
- Tú te callas -farfullé-, tú tampoco eres bienvenida aquí así que les voy a pedir que se vayan.
- ¡Dios, ____(Tn)! Te estás muriendo por escucharme lo sabes –murmuró Alonso-. ¿Quieres tan siquiera dejar tu maldito orgullo y hablar conmigo a solas?
- No quiere escucharte -masculló Jos.
- Jos, creo que es mejor que Alonso y ____(Tn) resuelvan sus problemas solos, tú no debes meterte -escuché la voz de Lorena a mis espaldas.
- Ya se metió Bryan y Nicole -se defendió Canela.
- Bryan y Nicole se apoyan mutuamente y tú no me apoyas en nada -reclamó Lorena y pude sentir celos en su tono de voz.
- ¡Todos son unos hijos de puta aquí! -gruñó Alan que hasta ahora se mantenía callado-. ¡Dios mío! ____(Tn) llévame contigo a Inglaterra.
Quise reírme a carcajadas pero la situación me lo impedía.
- Esto no es gracioso -declaró Lorena-. Me largo de aquí.
- Pero, amor...-comenzó a decir Jos.
- "Amor" tú abuela, estoy cansada de fingir que todo está bien, es obvio que sigues enamorado de ____(Tn).

Fruncí el ceño y miré de nuevo a Alonso que estaba tan confundido como yo. Al parecer, no éramos los únicos que teníamos problemas.
- Lorena no tienes que irte -dije-. Todos sabemos que Jos te quiere a ti.
Mi amiga frunció el ceño y se secó una lágrima que amenazaba con salir.
- Quiero ver que lo demuestre -susurró-. Buenas noches a todos.
Y la vimos salir por el pasillo.
- Eres un imbécil, José Miguel -gruñó Alan-. Te dije que no le hicieras daño a mi hermana. 
Entonces, el Alan se dio la media vuelta y se fue tras Lorena.
Jos suspiró frustrado y salió corriendo tras ellos también.

Entonces, me quedé prácticamente sola. Bryan, Nicole y Alonso eran la compañía que menos quería tener en ese momento.
- Yo creo que mejor nos vamos, Bryan -musitó Nicole-. Te veo luego, Harold.
Y también se fueron. Genial, quedé en la situación que menos quería, a solas con Alonso.
Y unos segundos, fueron los que nos miramos y nos dijimos infinidad de cosas, desde el más sincero "te amo" hasta el más cruel "me das asco", al menos por mi parte, trataba de enviarle el mayor odio con mi mirada. Pero en él solo podía ver cautela, cansancio, comprensión y amor, todo a la vez.
- Todo lo que ha pasado últimamente está mal -comenzó-. Y necesito que me escuches, te lo ruego.
Rodé los ojos y me crucé de brazos.
- Y yo te ruego que me dejes en paz -musité-. Me engañaste con Nicole y Kimberly en el congreso, me hiciste sentir peor que la mierda Alonso, me viste la cara de estúpida todo este tiempo ¿de verdad crees que quiera escucharte? Mañana me voy y tú te casas, las cosas pasan por algo y siempre hubieron cosas que nos separaban, simplemente no nacimos para estar juntos.
- Solo te pido una oportunidad...
- No, si yo fuese tú estaría descansando para el gran día que será mañana -susurré-. Ojalá Kimberly y tú sean felices.
Me di la media vuelta y justo cuando me dirigía a la salida, sentí su mano tomarme de mi antebrazo, firmemente pero sin lastimarme me empujó contra la pared y me acorraló con ambos brazos.
El estómago me dió un vuelco y mis piernas flaquearon al punto de comenzar a temblar, la mirada dominante y calculadora de Alonso me ponía los pelos de punta, esos ojos azules me miraban intensamente.
- Déjame ir, Alonso -susurré con el poco aire que me quedaba-. Por favor.
Él negó con la cabeza y besó mi frente.
- Me amas -susurró en mi oído.
Me estremecí y supe que todos estos días anteriores de auto control habían sido en vano.
- ¿Y eso de qué sirve? -me defendí.