Aprenderé A Vivir (Alonso Villalpando & Tu)

Capítulo 50.- "Fín".

Había perdido la paciencia, no suelo tratar mal a las mujeres pero ella se había vuelto insoportable, casi un estorbo.
- Retírate, por favor -pedí sin más a Kimberly-, no discutiré contigo. Solo vete.
- Pero yo no vine a discutir, cariño -rió-, tuvimos suerte de llegar antes que los gorilas de tus papás.
Fruncí el ceño confundido.

- Escucha, lo he pensado y es cierto, ya no vale la pena seguir intentándolo, tu amas a ____(Tn) y eso nadie lo cambiará, así que venimos en son de paz.
Me percaté de que Tom estaba de pié en en la acera de la calle, me saludó con un asentimiento de cabeza "amistoso" y lo ignoré, dirigí de nuevo mi mirada a Kim pero esta ya no se encontraba.
- ¿Y ____(Tn)? También quiero disculparme con ella -escuché su voz por dentro de la casa y me sobresalté.
¿En qué maldito momento había entrado?
- Kimberly, sal de aquí -pedí y juraba que estaba rojo de la ira.
- Cálmate, Alonsito -murmuró-, me disculparé con ____(Tn) y me iré, ¿de acuerdo?
- Tendrá que ser después, ____(Tn) no está aquí.
Kimberly caminaba lentamente por la sala, detuvo su vista en el comedor recién arreglado y sonrió.
- Lindo -masculló-, ¿dónde está?
- ¿Por qué quiéres saber? -susurré y me miró alerta.
- Así que está en la escuela...-dijo y me sorprendí por su adivinación-, me lo imaginé, después de todo por la Universidad están aquí. Puedo esperarla...
- No -escupí, cortante, seco, tajante-, retírate por favor, yo le diré que estuviste aquí y...
- Pero quiero disculparme con ella personalmente -sus ojos verdes me miraron cautelosos, cuidando no decir nada fuera de lugar.
Algo tramaba, eso era obvio.
- Los gorilas de tu padre están a punto de llegar -murmuró-, si Tom y yo nos quedamos podemos ayudarles a esconderse.
- No me estoy escondiendo de nadie -farfullé-, es última vez que te lo pediré Kimberly o sino yo mismo te saco, vete de aquí.
- Eso no es nada caballeroso de tu parte, cariño.
- Estoy cansado de ser amable contigo.
Frunció el ceño y se sentó en una de las sillas del comedor, en el lugar de ____(Tn), donde ella se sentaría con mi "gran" almuerzo.
- Tom también quiere disculparse -susurró-. ¡Tom! -lo llamó y el rubio entró por la puerta y me sonrió-, discúlpate y nos vamos.
- ¿Qué te digo, hombre? Lamento todo lo que sucedió, te doy mi palabra de que no sabrás más de nosotros -dijo y me tendió la mano en signo de paz.
Dudé y lo miré con mala cara.
- Tranquilo, Alonso...

Y antes de que pusiese responder algo me golpeó en la cabeza con fuerza. Escuché el sonido del cristal quebrándose contra mi cabeza y mi vista se nubló, pero aún tenía la fuerza para estar de pié. Posé la palma de mi mano en el área lastimada y cuando la aparté, vi correr la sangre por mis dedos mientras sentía más sangre correr por mi cabeza y mi nuca.
Divisé a duras penas a Kimberly pasar la mano por la mesa y tirar en un solo segundo los platos, las copas, la comida, el gran almuerzo que tenía preparado a _____(Tn).
- ¡Carajo! Se supone que el golpe debió matarlo, Kim -escuché la voz de Tom.
Comencé a dar pasos largos mientras perdía el equilibrio hasta que llegó el punto donde no pude más y me caí en medio de la sala boca abajo, probando el sabor del suelo.
Sentí una patada en el estómago que me hizo retorcerme y sacar sangre por la boca; y otro golpe en la cabeza.
Gruñí.
Veía la alfombra manchada de sangre, de mi sangre y lo único que pasó por mi mente fué la frase "____(Tn), no vuelvas a casa".
Cada vez que intentaba incorporarme recibía otro puñetazo o patada, y de vez en cuando insultos por parte de la rubia.
Pero a mi no me preocupaba el dolor, los insultos o lo mal que dejaban la casa, me preocupaba el hecho de saber que ____(Tn) venía en camino, que en cualquier momento llegaría y los Summers le harían daño. Claro, pensaba en todo esto hasta que escuché las puertas de un auto cerrarse, entonces supe que lo que tanto temía estaba por pasar.

De nada servía viajar hasta el otro lado del mundo, buscar un trabajo y abandonar mi dinero, si de todos modos los Summers no se darían por vencidos. ¿Qué tan enfermos estaban? ¿por qué no podían dejar todo por la paz? ¿por qué ensuciarse las manos por algo que no tiene remedio?
- Ya llegó la mosca muerta -susurró Kim-, encárgate de ella, yo me quedaré aquí con Alonso.
- ¡NO! ¡____(Tn) VETE! -grité con todo el aliento.
Recibí un puñetazo en la cara y gruñí.
- Ve que no hable -indicó Tom.
Escuché los pasos del rubio por la sala y salir de la casa.
- ¡____(Tn) CORRE! -grité y comenzó a golpearme desenfrenadamente con una gran sartén metálica.