Capítulo 35.- "Pasado, presente y futuro muertos".

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Alonso estacionó el auto frente a la pequeña casa de mis padres. Suspiré.
Se veía aún más desgastada, la pintura estaba maltratada y el jardín delantero estaba completamente muerto.
"Familia Fray Jodiest", se leía aún al lado de la puerta. Las ventanas estaban completamente cerradas y justamente hoy estaba nublado, el ambiente y la escenografía perfecta, supongo.
Mi novio se bajó del auto y rodeó el auto para abrirme la puerta. Me tendió la mano y la usé como un pequeño soporte para salir del auto.
- ¿Quieres que te acompañe o quieres ir sola? -preguntó bajito.
- Acompáñame, por favor -pedí.
Alonso asintió y cruzamos el pequeño camino de cemento que daba hacia la puerta de la entrada.
Toqué el timbre y me mordí el labio inferior de los nervios.
Pasaron unos segundos y nada. Mierda.
Toqué el timbre de nuevo. Miré a Alonso, que me dio una sonrisa de "todo saldrá bien". Agradecí internamente y esperé de nuevo. Aún nada.
Negué con la cabeza.
- No están -murmuré más para mí que para Alonso-. La Sra. Jodiest debe saber.
De inmediato fui a la casa de al lado y toqué el timbre.
A los segundos me recibió la Sra. Jodiest.
- ____(Tn)...-susurró impresionada. Claro, la última vez que me vio fue hace dos años y yo estaba hecha un mar de lágrimas por la sesión de golpes que mi padre me había dado esa noche.
Enseguida abrió sus brazos y me envolvió en ellos.
- Ya eres toda una mujer -murmuró y lágrimas salieron de mis ojos-, pensé que no te vería de nuevo.
Entonces, dejé de pensar en que Alonso se encontraba ahí para trasladar mi mente al pasado, a aquellas sesiones de golpes que recibía por parte de mi padre por las tardes, a los intentos de mi madre de venderme a cualquier hombre que pase por la esquina, a aquellas noches que no dormía en casa solo para no ver como mis padres se autodestruían lentamente y por supuesto a Jos, consolándome todos los días y convenciéndome de escapar.

….::FlashBack::…..
Mis padres se habían ido por más cervezas. Inmediatamente corrí a casa de la Sra. Jodiest.
- Necesito su teléfono -pedí.
La Sra. Jodiest sin dudarlo me lo tendió y llamé a Jos.
- Necesito que vengas por mi -musité-, escaparé de casa.
- Estoy ahí en diez minutos.
Trunqué la llamada y miré a la Sra. Jodiest, que me veía con cautela.
- No te preocupes, no le diré a tus padres donde estás -dijo antes de que yo tuviese tiempo de preguntar.
Me limpié las lágrimas y sonreí.
- Muchas gracias -susurré. 
Estaba a punto de darme la vuelta cuando la Sra. Jodiest me detuvo.
Entre sus manos tenía una lata llena de billetes. Sacó algunos y me los tendió.
- No puedo aceptarlo -comencé, pero me interrumpió.
- Hazlo, te hará falta. Te puedo apostar a que no tienes ni un solo centavo.
Es cierto, estaba en ceros.
Me mordí el labio inferior y los tomé.
- ¿Volverás? -preguntó y yo negué con la cabeza.
- No creo.
La Sra. Jodiest me dio un rápido abrazo.
Fui a la casa de mis padres y tomé una mochila en la que metí toda mi ropa y algunos pares de zapatos. A los minutos, Jos había estacionado y yo sin más preámbulos entré para después irnos a su casa.
Después de días, mis padres habían ido a la casa de Jos a preguntar por mí, pero el Sr. Canela no los había dejado pasar.
No podían decirle a la policía, mis padres huían de ella.
Después de un año, Jos y yo rompimos nuestra relación y fui a vivir con Jade.
……::Fin del Flash Back::……


La Sra. Jodiest prácticamente en nada. Excepto por el cabello, que antes traía siempre en un chongo, ahora lo llevaba en una media coleta dejando que su cabello castaño le cayera por los hombros. Aquellos ojos color gris que antes me miraban con lástima ahora me miraban con felicidad en incluso una pizca de admiración.
Me separé de ella y vi que Alonso miraba con expresión neutra la escena, algo incómodo pero siempre reconfortante diciéndome con los ojos que está para apoyarme.
- Vine a ver a mis padres -dije mientras me secaba las lágrimas.
Entonces, la expresión de la Sra. Jodiest, que hasta hace unos segundos era de felicidad, cambió a una mirada cautelosa, nerviosa y algo incómoda.
- ¿No te han dicho? -susurró y dio unos pasos hacia atrás.
Fruncí el ceño.
- ¿Decirme qué?
- ____(Tn), pensé que ya sabías...
- Sra. Jodiest...-comencé y Alonso me interrumpió.
- ____(Tn), creo que deberías...
- ¡Tus padres murieron! -soltó de golpe.
- Ellos...ellos ¿qué? -susurré débilmente.
Mis piernas flaquearon pero me sostuve en pie.
- Ellos fallecieron, los encontraron muertos en la sala de tu casa… sobredosis  -anunció.

Entonces, a pesar de los esfuerzos de mantenerme de pie, mis rodillas se doblaron y mi vista se nubló haciéndome caer en la densa oscuridad.

[...]
- ____(Tn)...
Arrugué la nariz y me quejé bajito.
- Ya despertó -escuché la voz de la Sra. Jodiest.
Y solo entonces recordé lo que había pasado en la última hora de mi vida.
Abrí los ojos con pereza y miré a mí alrededor. 
Alonso se encontraba a mi lado con el ceño fruncido y la Sra. Jodiest con expresión preocupada.
- Linda, ¿estás bien? -preguntó mi novio y asentí con la cabeza-, ¿quieres que llamemos a un médico?
- No.
- ____(Tn), lo siento, no debía habértelo dicho así de golpe -se disculpó la mujer-, es solo que es increíble que aún no te hayas enterado.
Me enderecé y me di cuenta de que me encontraba acostada en el sofá.
- ¿Hace... Hace cuánto que pasó? -pregunté y Alonso me rodeó con sus brazos.
- Seis meses después de que te fuiste. Llevan un poco más de dos años muertos.
Me sentí mareada y por instinto toqué mi cabeza.
Alonso me apretó más a sí y me besó la frente.
- Yo... Lo siento mucho -continuó la Sra. Jodiest.
- ¿Se preocuparon por mí? -pregunté esperanzada.
- Trataron de dejar sus vicios. Nunca pudieron... Pero les hiciste mucha falta, querían recuperarte, tomaron conciencia después de tu partida.
Intenté aguantarme las ganas de llorar, hasta que recordé que Alonso estaba ahí, para apoyarme, y no importaba que tan débil sea, Alonso estaba para consolarme. Entonces, me derrumbé y caí en el pecho de Alonso para llorar hasta que ya no me quedaron lágrimas. La Sra. Jodiest solo posó una mano en mi espalda a modo de consuelo y Alonso  se quedó callado mientras me transmitía aquella energía positiva, aquellos cálidos brazos que me comunicaban que él iba a ser fuerte por los dos y que nunca me iba a abandonar. 

[...]
Era el día, Alonso se iba al estúpido congreso cuando apenas ayer me había enterado de la muerte de mis padres.
Él se había ofrecido a quedarse conmigo y cancelar su asistencia en el congreso, pero contra mi voluntad le dije que no era necesario y que era importante que valla. Lo sé, fui muy estúpida.
Alonso me dio un beso en la frente y me estrechó entre sus cálidos brazos.
- Te amo -susurró.
- Te voy a extrañar mucho.
- Yo también amor, te llamaré todos los días -sonrió
- Alonso, es hora de irnos -nos interrumpió su padre.
Mis ojos se aguaron y Alonso sonrió.
- Solo será una semana -murmuró y plantó un beso en mis labios.

Tomó sus maletas y subió en aquella camioneta en donde Alan sería el chofer.
Y vi como el auto se alejaba, la Sra. Villalpando entró después de unos minutos a su oficina y yo me quedé ahí, no sé qué haría en esta semana. Era increíble lo mucho que me había acostumbrado a Alonso, lo extrañaría mucho y no estaría tranquila sabiendo que Kimberly se encontraba ahí.
Suspiré pesadamente y me di media vuelta para entrar a la casa.
Ahí me encontré con Lor, limpiando los estantes con un paño húmedo. Hace tiempo que no hablaba tranquilamente con ella, últimamente esto ha estado un poco loco.
Me miró y me sonrió amablemente.
- ¿Tienes planes para mañana? -pregunté. Mañana era domingo y también nuestro día libre.
- Pensaba salir con Jos, pero puedes venir con nosotros -ofreció.
- No, no quiero estar de mal tercio y...
- Lorena, deja de platicar y ponte a trabajar -ordenó la Sra. Villalpando mientras cruzaba la sala de estar -, y ____(Tn), dile a Paris y a Darcy que Niní ya tiene listo el almuerzo.
- Perdone Sra. Villalpando -se disculpó Lor y continuó con su deber.
Yo me limité a asentir con la cabeza e hice lo que me pidió. 

Narra Nicole:
Me encontraba en el aeropuerto después del largo viaje. La noche se acercaba y mi padre se veía totalmente cansado. 
Cada año todos los integrantes se hospedan en un mismo hotel, para que los eventos sean exclusivos en instalaciones seguras y aún más cómodas. 
Así que no se me sería tan difícil vigilar a Alonso.
Al llegar al hotel, nos registramos, pasamos por nuestros brazaletes que nos identificaba como miembros del congreso y fuimos a nuestras respectivas habitaciones. Mi padre había pagado por dos habitaciones, una para él y la otra para mí, ambas quedaban al lado de la otra.
Me encontraba desempacando cuando mi celular comenzó a sonar.
"Llamada de ____(Tn)".
Suspiré y contesté.
- ¿Alo?
- Nicole, ¿como estuvo el viaje?
- Cansado, y antes de que preguntes no, no he visto a tu novio.
- Nicole, sé que es molesto que lo tengas que vigilar. Es por eso que te he llamado, no quiero mantenerte ocupada.
- ____(Tn), no es eso lo que me enoja.
- ¿Entonces qué?
- Es la poca confianza que le tienes a Alonso, no puedo creer que me pongas a vigilarlo.
- El es hombre y Kimberly no está fea...-murmuró.
Agh.
- Bueno, entonces si Alonso cae sabrás que no te ama lo suficiente, así de simple -argumenté.
Escuché a ____(Tn) suspirar del otro lado de la línea.
- Tengo un mal presentimiento, eso es todo -explicó débil.
- No pasará nada, pero para que estés más tranquila te avisaré cualquier cosa, ¿de acuerdo? Solo será una semana, recuerda.
- De acuerdo -dijo luego de unos segundos-. Hablaré con Alonso, te llamo después. Muchas gracias.
Y trunqué la llamada sin siquiera responder.

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Se los juro que me siento muy emocionada de que les esté gustando la novela…
No olviden los comentarios para subir mi ánimo y subir cap mas rápido lindas
J Si les da flojera comentar con una estrellita (Favoritos) me conformo ;)
LAS ADORO HERMOSAS LECTORAS!

Aprenderé A Vivir (Alonso Villalpando & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora