Aprenderé A Vivir (Alonso Villalpando & Tu)

Capítulo 3 "Pequeña Nueva amiga"

- ¡Tío 'Adonso'! -gritó niña al ver a Alonso.
Fue corriendo hacia Alonso y el la recibió en sus brazos con un cálido abrazo.
Darcy tenía unos lindos y tiernos ojos igual a los de su tío, solo que ella los tenia verdes que azules; el cabello castaño claro y lacio y una angelical sonrisa.
- Hola nena -dijo Alonso con una aguda voz-. Mira, ella es ____(Tn) -me señaló.
- Hola ____(Tn) -dijo Darcy.
- Hola Darcy -sonreí.
- ____(Tn), ella es Paris -Alonso señaló a una chica, la cual, ingnoraba su presencia. Paris, es muy parecida a Alonso, en especial cuando sonrió y Pude notar sus pecas tal y como los tiene Alonso.

- Mucho gusto ____(Tn) -la chica entrelazó nuestras manos.
- Mucho gusto.
- Darcy, ____(Tn) será tu nueva niñera, será una nueva amiga, ¿si? -indicó Alonso.
- Sí -la niña asintió divertida.
- Espero que se lleven bien -musitó Paris.
Cuando Paris y Alonso salieron de la habitación, Darcy me comenzó a hacer preguntas.
- ¿Cuánto tiempo serás mi amiga? -preguntó inocente.
¿Qué se supone que deba responder?
- ¿Por qué lo preguntas? -mi típica frase cuando me preguntan algo y no sé que responder.
- Porque mi anterior niñera Sabi se fue y me dejó sola.
El corazón se me partió en mil pedazos. La tristeza en que Darcy decía las cosas me daba tanta lástima.
- Yo... Yo no me iré Darcy -ella sonrió.
- ¿De Verdad? -sus pupilas se iluminaron- ¿Me lo prometes?
- Te lo prometo.
[...]
Hora de cenar. Yo ceno en la cocina, al igual que todos los del servicio. Llevo a Darcy con Paris y bajo a la cocina.
Al llegar Alan y Lor se encuentran jugando con la comida; Lor le manchaba la mejilla a Alan con la salsa, mientras Alan le lanzaba chorros de agua.
Una mujer de unos cuarenta años, cabello rojo, ojos celestes, les llamó la atención.
- ¡Alan! ¡Lor! Cálmense de una buena vez -dijo la mujer.
- ¡Ah! Niní, estaba a punto de ganarle a Alan -farfulló Lor.
Recordé que Alonso me había mencionado a una Niní. La cocinera.
- No jueguen con la comida, así que siéntense para cenar -ordenó Niní.
Alan rió por lo bajo.
- ¿Ya conoces a _____(Tn)?
Niní se volteó hacia mí, me asimiló de pies a cabeza para después esbozar una sonrisa.
- Mucho gusto, soy Niní, la cocinera de los Villalpando.
- Soy ____(Tn), la nana.
- Lor, ve a llamar a los demás para que bajen a cernar -ordenó.
Lor salió de la cocina y a los minutos ya habían unas 7 personas alrededor de la mesa, esperando lo que Niní había hecho para nosotros.
- ____(Tn) -dijo Alan-, ellos son Jamie, Robert, Kathy, Lucy y Tessa. A Lor ya la conoces.
Todos los chicos me saludaron. La cena pasó entre risas, ellos eran muy divertidos, y la cena que Niní había preparado estaba deliciosa.
Entre todos limpiamos la mesa y los platos, Lor y Alan se quedaron limpiando la salsa que ambos habían tirado mientras jugaban.
Yo fui a la habitación de Darcy para dormirla.
Al entrar me topé con Paris, quien me deseó buenas noches y se fue hacia su habitación dejándome sola con Darcy.
- Bien Darcy, ¿quiéres un cuento?
- Sí -dijo emocionada.
Tomé uno de los cuentos de los cajones y se lo leí. A mitad del cuento Darcy ya se encontraba profundamente dormida.
La tapé con la sábana, apagué la luz y fui hacia mi habitación, mi primer día de trabajo había estado muy bien.
Tres de la mañana, no puedo dormir. Tal vez ya estaba muy acostumbrada a vivir en mi departamento.
Tengo sed. Me pongo las pantuflas y bajo a la cocina.
Tomo un vaso y lo lleno con agua.
¡Wow! Aquí es muy callado en las noches. Normalmente en mi departamento se escucha el sonido de los autos de afuera y...
- ¿____(Tn)? -una voz me hizo pegar un salto.
Alonso.
Tenía el cabello ligeramente alborotado y una bata para dormir.
- Hola -sonrío tontamente.
Me doy cuenta que estoy en pijama. Mis mejillas tomaron color escarlata.
- ¿No puedes dormir? -preguntó.
- Algo así, estoy acostumbrada a dormir en mi departamento -explico-, ¿Qué hay de ti?
- En realidad bajé porque escuché ruidos, estaba durmiendo -sonrió de lado.
- Yo lo... Lo siento -dije.
Soltó una pequeña risa.
- No te preocupes, si tu problema es no dormir conozco un lugar que te hará sentir como en casa -musitó y no pude evitar buscarle el doble sentido a esa frase.
Mis mejillas ardieron.
Alonso me tomó de la mano y al llegar sonreí automáticamente por la belleza de aquel lugar.