IV - El secreto de Tyrion

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—¿Cómo habéis encontrado a vuestro hermano bastardo? —Mayleen reprimió una risa, en teoría todos lo eran, es decir, Joff y el resto de sus hermanos eran nacidos fuera del matrimonio de Robert y Cersei lo cual causaba cierta gracia a May, puesto qu...

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—¿Cómo habéis encontrado a vuestro hermano bastardo? —Mayleen reprimió una risa, en teoría todos lo eran, es decir, Joff y el resto de sus hermanos eran nacidos fuera del matrimonio de Robert y Cersei lo cual causaba cierta gracia a May, puesto que acusaban de bastardos tan solo a los hijos ilegítimos del antiguo rey… Gendry no pertenecía a su sangre, aunque prefirió no contarlo—. Pocos sabían de su existencia.

—Resulta que Gendry y yo mantuvimos una estrecha relación. No le vais a encontrar.

—¡Ella miente! ¡Nunca responderé ante mis actos a no ser que se trate del Rey!—. Janos Slynt hizo ademán de largarse. Tenía la cara roja del enfado y nerviosismo que le corría por dentro.

—Entonces… ¿no fuísteis vos quien dijo “ordena acabar con la vida de los bastardos de Robert”? Yo misma os escuché dirigir a las tropas—. La sentencia supuso el final del hombre. Intentó girar el pomo de la puerta, pero parecía que su cuerpo no reaccionara a los impulsos cerebrales.

—Janos Slynt, desde el día de hoy quedáis relevado de vuestro cargo, todos vuestros títulos y propiedades serán arrebatados y pasaréis a formar parte, vistiendo el negro, de la Guardia de la Noche. Esta tarde sale un carruaje.

—Habéis acabado conmigo, pero a ese amiguito vuestro —señaló a Lady Mayleen— no le queda demasiado tiempo, unos guardias han salido en su busca, cortesía de su propio maestro de armería, y en el Camino Real se habla de todo...

—Teniendo en cuenta vuestra actual condena y lo generosos que hemos sido, no estáis en disposición de amenazarnos. Diría que vuestros actos os llevarían a la perdición, pero acaba de ocurrir, por lo tanto me queda desearos una agradable permanencia en la Guardia. Buenas noches—. Un hombre que no estaba en el lugar apareció de repente a la espalda de Lord Janos y con él, el resto de la guardia.

—¡Son mis hombres! ¡Yo les ordeno qué hacer y cuándo!

—Ya no—. Sonrió Tyrion señalando al hombre de mirada divertida y con el pelo castaño al cual no conocía.

—Chicos, apresadle—. En poco tiempo Slynt estaba fuera del lugar y quedaron a solas con el soldado.

—¿Quién es este?

—El nuevo Lord comandante, Bronn. Él me sacó vivo del Nido de Águilas—. Bronn tomó asiento en la mesa y miró a Mayleen.

—Desde luego que sois la viva imagen de vuestra madre, hija—. May se echó hacia atrás en la silla y le perforó con la mirada, analizando la de él.

—¿Tenéis por costumbre llamar a todo el mundo por un “chicos” o “hija”? Es molesto, por si no lo sabíais—. El caballero rio, miró a Tyrion, este hizo una mueca, y de nuevo miró a la chica.

—¿No sois demasiado joven para hablar así con los adultos? O ¿para intervenir en la sociedad?—. Con sequedad ella respondió. No le gustaba aquel tipo.

Loyalty || Juego de TronosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora