Habían pasado unas semanas, los cuervos llegaban y todos esperaban expectantes noticias de Invernalia, el Muro o de Rocadragón. Lo que fuera. Mayleen pensaba a menudo en la carta que remitió a Jon, la misma de la que nunca obtuvo respuesta. Quería pensar que estaban de expedición antes de que alguien le había matado o que había desaparecido. Todos querían saber qué era de Invernalia, las últimas noticias hablaban de unos pocos hombres del Hierro defendiendo los muros infranqueables. Theon estaba rodeado de otros centenares de norteños dirigidos por Rodrick Cassel, castellano de Invernalia en ausencia de Robb y Catelyn. Eso era todo.
Lord Tywin comenzaba a moverse y con él, los murmullos contra la causa del Joven Lobo. Mucha gente empezaba a perder su respeto y pasaron de llamarle “El Rey en el Norte” a “El Rey que perdió el Norte”. En cierto modo, May sentía lástima por él; era un simple chico de diecisiete años que tuvo que madurar antes de tiempo por rescatar a su padre en un intento fallido. Sólo le quedaba ganar la guerra. No podía permitirse la derrota.
—Lady Mayleen, ¿os encontráis bien? Parecéis ausente.
—Sí, maestre —susurró la joven cosiendo la herida de un cadáver a modo de práctica—. Tan solo pensaba en ciertas cosas que han ocurrido. ¿Tenéis correo de Myrcella? Dijo que me escribiría siempre que pudiera y…
—Esas cartas las tiene vuestro tío. No sabía que…—. La princesa le interrumpió y se marchó dando zancadas, dejando la sutura sin acabar a pesar de estar prácticamente perfecta. Llegó a la Torre de la Mano, donde la puerta del despacho de Tyrion estaba entreabierta. Pasó sin preguntar.
En el interior había una gran mesa rectangular de madera desgastada, encima numerosos pergaminos y libros de a saber qué contenido y una de las dos sillas estaba ocupada por el Lannister que buscaba. Tyrion estaba tan absorto en los pergaminos que analizaba que no se percató de la presencia de su sobrina.—¡Dadme mi correspondencia! ¡No teníais derecho a robar mis cartas!
—Buenos días, sobrina. También me alegro de veros—. Mayleen bajó la mirada al trozo de papel que leía, pero su tío fue astuto y con disimulo tapó toda referencia a aquello que buscaba. May sólo tuvo tiempo de ver un pequeño mapa ininteligible. No supo identificar su contenido.
—Sólo necesito mis cartas y me iré. Nada de cotillear, nada de preguntas y nada de bromas —tendió la mano para recoger lo que buscaba—, ahora mismo.
—¡Vamos, dadle a la princesa lo que necesita! De esa forma no os molestará más.— Oh no, no podía ser él. Otra vez no.
—Largáos de aquí. Tengo una charla con mi tío, ser Bronn—. Mayleen lo dijo enfadada, pero el caballero lo tomó como un rol en el que no podían ser pillados.
—No recibo órdenes vuestras, sólo del que me paga—. En ese momento, la rubia dejó de mirar a Tyrion para lanzar una mirada asesina al mercenario. Ambos hombres estaban acabando con su paciencia en segundos. Bronn no bajó sus ojos en ningún instante.
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Loyalty || Juego de Tronos
Fanfiction▂▂CUANDO ESE DÍA LLEGUE, EL REINO TEMBLARÁ ANTE MÍ▂▂ •[Juego de Tronos] •[Temporada 2] Tras la muerte de Ned y haber descubierto la verdad, Mayleen no aguanta más viviendo en la capital y, ahora, más sola que nunca...