24.Una Reunión En Planeación

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David se despierta con el corazón acelerado y los recuerdos del sueño aún frescos en su mente. Al ver a Victoria dormida a su lado, decide que es el momento de contarle.

David: (despertando a Victoria suavemente) Oye, Victoria. ¿Puedo hablar contigo un momento?

Victoria: (frotándose los ojos) Claro, cariño. ¿Qué sucede?

David: Tuve un sueño extraño esta noche. Fue... bastante intenso.

Victoria: (interesada) Cuéntame, ¿de qué trataba?

David: (tomando aire) Bueno, en el sueño, nosotros estábamos en una especie de mundo alternativo donde todos cambiamos de sexo. Yo me convertí en mujer, y tú... tú eras un hombre.

Victoria: (intrigada) Eso suena loco. ¿Y cómo te sentiste?

David: (suspirando) Al principio estaba confundido, pero luego fue como si tuviera una nueva perspectiva. Sentía la presión de lo que significaba ser mujer, lo que conllevaba... Y luego, todo se volvió muy intenso, como si estuviéramos experimentando algo más profundo.

Victoria: (sonriendo) ¿Y qué más pasó?

David: (bajando la voz) Terminé con una sensación de conexión muy fuerte contigo, pero también de miedo. Cuando desperté, me sentí... raro. Como si todo lo que viví en el sueño fuera real.

Victoria: (mirándolo con curiosidad) Wow. Eso debe haber sido intenso. A veces nuestros sueños reflejan nuestros miedos y deseos. ¿Te preocupa algo en nuestra relación?

David: (pensando) No, no creo que sea eso. Solo... no sé. Tal vez simplemente estaba procesando todo lo que estamos planeando con la boda.

Victoria: (asintiendo) Entiendo. Estar en una relación y planear una boda puede ser abrumador. Pero no tienes que preocuparte. Siempre hemos sido un buen equipo, ¿no crees?

David: (sonriendo) Tienes razón. Siempre hemos estado ahí el uno para el otro.

Victoria: (acariciando su mano) Gracias por compartirlo conmigo. Ahora, vamos a prepararnos para el trabajo, ¿sí?

Después de prepararse para el trabajo, David tuvo una idea. Decidió invitar a Victoria a cenar para continuar con la planificación de la boda. En el restaurante, se sentaron felices y emocionados mientras disfrutaban de la comida. "Este lugar es genial. ¿Te gusta?" preguntó David, sonriendo.

"Me encanta este lugar. Creo que sería perfecto para la recepción", dijo David, sonriendo mientras miraba a su alrededor.

"Sí, tiene un ambiente encantador. Y la comida es increíble. Pero, ¿has pensado en el número de invitados?" respondió Victoria, tomando un sorbo de su vino.

"Estaba pensando en invitar a familiares cercanos y algunos amigos. Pero no quiero que la lista se vuelva demasiado larga. ¿Qué piensas tú?" preguntó David, mientras examinaba el menú.

"Tal vez podríamos hacer una lista preliminar y luego reducirla. Hay algunas personas que definitivamente deben estar, como mis padres y tu hermana", sugirió Victoria.

Mientras continuaban con la conversación, David mencionó el tema de la decoración. "Creo que deberíamos optar por una temática rústica. Flores silvestres, luces suaves... algo íntimo y acogedor", dijo con entusiasmo.

"Eso suena bonito, pero también me gustaría incorporar algunos toques modernos. Tal vez una combinación de lo clásico con algo más contemporáneo. Necesitamos asegurarnos de que sea un reflejo de nosotros", propuso Victoria, moviendo las manos mientras hablaba.

"Pero si hacemos eso, podríamos perder la esencia de lo que realmente queremos. Quiero que sea algo especial, algo que recordemos para siempre", replicó David, empezando a sentir que la conversación tomaba un giro inesperado.

"David, solo estoy sugiriendo que mezclemos estilos. No estoy tratando de arruinar tu visión. A veces creo que eres un poco necio sobre estas cosas", respondió Victoria, sintiendo que la frustración comenzaba a acumularse.

"No se trata de ser necio, Victoria. Simplemente tengo una idea clara de cómo quiero que se vea. ¿Por qué no puedes aceptar eso?" contestó David, alzando un poco la voz, sintiendo que la tensión crecía entre ellos.

Victoria frunció el ceño, y el ambiente alegre del restaurante se tornó pesado. "Porque no es solo tu boda, David. Es nuestra boda, y me gustaría que también se tomaran en cuenta mis ideas. Esto no es solo un proyecto tuyo", dijo, su voz elevándose un poco.

"Sé que es nuestra boda, pero parece que no estás escuchando lo que realmente quiero. Siempre tienes que tener la última palabra", replicó David, intentando controlar su frustración.

Al notar que otras mesas comenzaban a mirar, David se apresuró a calmarse. "Mira, quizás deberíamos tomar un respiro. No quiero que esto se convierta en una pelea. Estaba emocionado por planearlo juntos", dijo, tratando de suavizar la situación.

Sin embargo, Victoria se empezó a sentir mal. "Victoria, ¿te sientes bien?" preguntó él, notando su palidez.

"No, creo que necesito ir al baño", respondió ella, llevándose una mano al estómago antes de correr hacia el baño.

David, preocupado, la siguió con la mirada, sintiendo que algo no estaba bien. Después de un rato, Victoria salió del baño visiblemente pálida y temblando.

"¿Qué pasó?" le preguntó rápidamente David al acercarse a ella.

"No me siento bien, David. Debemos ir al hospital", dijo Victoria con voz débil.

Sin dudarlo, David pago rápido la cuenta de la cena y la llevó a su auto. Durante el trayecto, la preocupación llenó el aire, y él se concentró en manejar con cuidado. "Estás bien, solo respira hondo. Vamos a llegar pronto", la tranquilizó.

Una vez en el hospital, fueron atendidos rápidamente. David esperó en la sala de espera, su ansiedad creciendo con cada minuto que pasaba.

Finalmente, después de una hora, pudo entrar a la habitación de Victoria. Un médico estaba presente, revisando algunos papeles. "Bueno, creo que lo mejor sería que hiciéramos una prueba de embarazo. Los síntomas que tiene son bastante indicativos", le explicó el médico.

Ambos se miraron, sorprendidos. "¿Una prueba de embarazo?" preguntó Victoria, sin poder creerlo, ambos tenían una sensación interna de felicidad que ambos podían notar, este podía ser el momento de ambos para iniciar a formar una familia y un bonito hogar.

"Sí, es posible. Lo haremos ahora", respondió el médico, mientras se preparaba para la prueba.

Victoria, aún en estado de shock y felicidad, pidió unas pruebas de embarazo y se encerró en el baño. David esperó afuera, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.

Después de unos minutos que parecieron una eternidad, David vio a Victoria salir del baño con una expresión triste en su rostro.

"¿Qué pasó? ¿Estás bien?" preguntó, acercándose a ella rápidamente.

Victoria lo miró, y su expresión reveló una mezcla de emociones que lo dejó helado. "No lo sé, David", dijo ella, la voz temblorosa. En ese momento, Victoria había dejado un aire de incertidumbre y ansiedad

UN SOSTEN FANTASTICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora