Luego de mostrarle a Victoria todos los cambios y transformaciones que había aprendido a hacer, ella estaba completamente fascinada. Pasaron hablando de sus habilidades, riendo y asombrándose de lo que David podía lograr. Finalmente, David decidió volver a su forma original y decidieron preparar la cena.
Sentados juntos en la mesa, comenzaron a hablar sobre la boda.
—"Entonces, ¿has pensado en quiénes serán nuestros padrinos?"— preguntó David, con una sonrisa.
Victoria asintió, emocionada. —"Claro, pensé en mi prima Ana y en tu amigo Jorge. Ambos han sido súper cercanos y sé que se alegrarán mucho"—.
—"Me parece perfecto,"— respondió David, sirviendo más vino. —"¿Y qué hay de los invitados? ¿Cuántos piensas que deberíamos invitar?"—
—"No demasiados,"— contestó Victoria pensativa. —"Tal vez unas cincuenta personas, solo familia y amigos muy cercanos. Quiero que sea algo íntimo, especial"—.
David sonrió, complacido con la idea. —"A mí también me gusta eso. Un momento para compartir solo con los más importantes para nosotros"—.
La conversación continuó por horas, llenando de ilusión a ambos. Cuando terminaron de cenar, se sintieron más felices y unidos que nunca, con la certeza de que estaban construyendo un futuro juntos.
Luego de limpiar la cocina, se fueron a dormir, listos para empezar otro día de trabajo.
A la mañana siguiente, David se despertó y notó algo extraño: su cuerpo había cambiado nuevamente, y era mujer, pero esta vez sin sostén. Alarmado, se levantó y corrió al baño, quitándose la camiseta de la pijama. Al mirarse en el espejo, vio sus senos desnudos y su reflejo completamente femenino, lo cual lo dejó confundido.
Decidió ir rápidamente a la habitación para mostrarle a Victoria su nuevo cambio, pero al llegar vio que había un hombre en la cama, durmiendo en su lugar. Sorprendido y un poco asustado, se acercó y sacudió al hombre.
—"¡Oye, despierta!"—
El hombre abrió los ojos, mirándolo con cariño, y le dijo en un tono profundo: —"Hola, amor mío"—.
David dio un paso atrás, confundido. Esa voz grave le resultaba extraña, y fue entonces cuando el hombre se levantó alarmado, corriendo hacia el baño, mirándose en el espejo y llevándose las manos a la cara.
—"¡David! ¡Soy yo, Victoria!"— exclamó, alarmado.
David intentó tranquilizarla. —"Victoria, cálmate, vamos a entender qué pasó"—.
Victoria, aún sorprendida, miró hacia abajo y, notando su nueva anatomía, se quitó los pantalones. Al ver su nuevo miembro muy despierto, a lo cual empezó a llorar de frustración y desesperación.
—"No... ¡Esto no puede estar pasando!"— gritó Victoria.
David la abrazó, tratando de consolarla. —"Lo sé, lo sé. Esto es extraño, pero no estás sola. Vamos a encontrar una solución juntos"—.
Unos minutos después, David revisó las redes sociales para encontrar alguna explicación y, entre las noticias, leyó un titular que decía: "Un fenómeno desconocido ha cambiado el sexo de toda la población mundial. No tiene vuelta atrás, todos quedarán en su nuevo género". Mostró la noticia a Victoria, ambos llenos de asombro y temor.
—"Victoria, parece que... no somos los únicos. Esto es global,"— dijo David, su voz temblando.
Victoria, todavía en shock, preguntó: —"¿Entonces... no hay forma de volver a ser yo misma? ¿Así vamos a quedarnos... para siempre?"—
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UN SOSTEN FANTASTICO
خيال علميDavid era un joven de 20 años, lleno de energía y pasión por los deportes. A pesar de su vida normal y su círculo social formado por sus mejores amigos, Victoria, Alejandra y Jorge, había un secreto que lo consumía por dentro. Al usar un sostén de m...
