UN SOSTEN FANTASTICO

12.Un Experimento Extraño

David y Victoria llegaron a la casa de ella, la cual estaba sola ese día. La tensión entre ambos era palpable, no solo por la increíble revelación que David acababa de hacerle, sino también por lo que estaba por venir. Victoria lo miró con una mezcla de curiosidad y deseo de entender más.

—"Quítate la ropa," dijo Victoria con una voz firme pero suave, "intentemos nuevamente quitarte ese sostén."

David asintió, sintiendo algo de nervios. Se quito el vestido lentamente hasta quedar en ropa interior, exhibiendo el sostén de Alejandra que había usado para transformarse. Victoria lo observó atentamente mientras trataban, una vez más, de desabrochar el sostén. Pero la misma fuerza invisible lo mantenía adherido a su cuerpo. Era imposible quitárselo.

—"No puede ser," suspiró Victoria, frustrada. "Esto es increíble, David. ¿Cómo es que funciona esto?"

David se acomodó en el sofá, cubriéndose un poco más con los brazos por la incomodidad de estar solo en ropa interior. Sabía que esta conversación sería larga.

Victoria lo miró intrigada, su curiosidad evidente.

David respiró profundamente antes de continuar.

—"Si uso el sostén de una mujer, esa mujer desaparece... y yo ocupo su lugar. Es como si dejara de existir mientras yo llevo su papel. Pero si uso un sostén nuevo, me transformo en una versión femenina de mí mismo."

Victoria quedó en silencio por unos momentos, procesando lo que acababa de escuchar. Su mente se llenó de preguntas.

—"Espera... ¿dices que cuando te transformas, esa persona desaparece? ¿Qué pasaría si yo... desapareciera?" preguntó Victoria con un toque de preocupación. "¿Cómo vuelven las personas a la normalidad?"

—"Una vez que me quito el sostén, la persona vuelve a aparecer, como si nada hubiera pasado," explicó David. "Pero mientras lo uso, soy yo el que ocupa su lugar por completo."

Victoria miró a David con una mezcla de incredulidad y fascinación. —"Esto es... increíble. ¿Cómo te sentiste cuando lo descubriste? ¿Y cómo lo manejas cuando no puedes deshacerte del sostén?"

David sonrió, algo nervioso por lo que estaba a punto de confesar.

—"Bueno... cuando no puedo quitarme el sostén, me relajo... tocándome un poco...," admitió, ruborizándose un poco. "Es algo que me ayuda a despejar la mente, y luego de un rato, por lo general logro quitarlo."

Victoria lo miró sorprendida por un instante, antes de que una sonrisa picarona se formara en su rostro. Un momento de silencio se extendió entre ambos, cargado de tensión, hasta que, de repente, Victoria movió su mano lentamente hacia la ropa interior de David.

—"¿Así que así te relajas?" susurró, mientras sus dedos rozaban los senos y la vagina de su novio transformado.

El contacto de Victoria generó un escalofrío en David, que cerró los ojos mientras ambos se dejaban llevar por el momento de placer. Las caricias fueron intensificándose, el deseo entre ambos creciendo con cada segundo que pasaba.

Después de un rato, y con la respiración aún agitada, Victoria decidió intentar una vez más.

—"Vamos a probar ahora," dijo mientras colocaba sus manos en la parte trasera del sostén de Alejandra. Con un movimiento firme, logró desabrocharlo, y para sorpresa de ambos, el cuerpo de David comenzó a revertirse. En cuestión de segundos, estaba de vuelta en su forma original, y Victoria lo observó boquiabierta.

—"¡David! ¡Volviste a la normalidad!" exclamó ella.

Sin perder más tiempo, ambos se levantaron y se dirigieron apresuradamente a la habitación. Esta vez, con David siendo hombre de nuevo, se entregaron el uno al otro por primera vez pero esta vez eran hombre y mujer.

Después de un momento lleno de pasión, se tumbaron agotados sobre la cama, todavía sin poder creer lo que acababa de suceder.

—"David, esto es una locura," dijo Victoria mientras lo miraba. "Pero sigo pensando que tu poder es increíble... tengo tanta curiosidad. Quiero ver más."

Con una sonrisa traviesa, Victoria empezó a bromear.

—"Podrías hacer más... O, quién sabe, podría decirle a alguien de su secreto si no me cumples algunos caprichos." Su tono era juguetón, pero ambos sabían que era una excusa para seguir explorando los límites de los poderes de David.

David, sabiendo que era una broma, accedió.

—"Está bien, lo que tú digas. ¿Qué quieres que haga?"

Victoria se levantó de la cama con una sonrisa maliciosa. —"Primero, quiero que te pongas el sostén de mi madre y unas panties mías, tampoco quiero verla desnuda jajajaj."

David, aunque algo nervioso por lo que implicaba, se puso el sostén y las panties. Su cuerpo empezó a cambiar una vez más, y cuando la transformación se completó, Victoria estaba asombrada.

—"¡Wow! ¡Puedes ser cualquier mujer! Esto es demasiado."

Luego, Victoria tuvo otra idea más atrevida. —"Quiero saber qué pasa si te pones uno de mis sostenes. Ya sé lo que dijiste sobre desaparecer, pero quiero que grabes y luego ver qué pasa."

David dudó un momento, pero al ver la emoción en el rostro de Victoria, decidió seguir el juego. Se puso el sostén de su novia y, al hacerlo, su cuerpo se transformó en el de Victoria, completa con sus rasgos y figura. David, ahora convertido en su novia, bromeó mientras jugaba con sus senos frente a la cámara del teléfono, diciendo cosas graciosas. Después de un rato, volvió a la normalidad y le mostró el video a Victoria, quien se echó a reír al ver su propia imagen haciendo cosas tan ridículas.

—"Esto es increíble," dijo ella entre risas. "¡Me veo haciendo eso, y ni siquiera fui yo!"

Finalmente, Victoria se inclinó hacia delante con otra idea loca en mente.

—"¿Qué pasaría si usas dos sostenes al mismo tiempo?" preguntó.

David, algo intrigado por la idea, se puso primero un sostén nuevo que había traído, transformándose en su versión femenina. Victoria no podía dejar de mirarlo, sorprendida por su belleza. Luego, David se colocó el sostén de Alejandra encima, y en ese momento su cuerpo comenzó a cambiar de una forma inesperada.

Sus senos crecieron aún más, su figura se volvió una mezcla perfecta entre ambas mujeres, y sus caderas y glúteos se ensancharon considerablemente, dándole una apariencia impresionante, la envidia de cualquier mujer. Al mirarse al espejo, ni él ni Victoria podían creer lo que veían.

Victoria no pudo resistirse y comenzó a tocar el cuerpo, analizando el cambio, explorando su nueva y perfecta figura.

Después de un rato, David se retiró el sostén de Alejandra, regresando a su versión femenina. Sin embargo, al intentar quitarse el otro sostén, la fuerza mágica actuó de nuevo, pero esta vez algo diferente sucedió. Un escalofrío recorrió su cuerpo, y al mirarse de nuevo, vio que su figura seguía siendo femenina, teniendo senos, glúteos firmes, entre otras. Pero ahora había aparecido su pene de hombre y su voz también había vuelto a ser de hombre

Ambos quedaron sorprendidos, sin saber cómo interpretar lo que acababa de pasar, mientras intentan comprender lo que los poderes de David realmente significan.