25.Embarazada

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Luego de la sensación de no saber que pasaba con la prueba, Victoria se acercó a David con una sonrisa traviesa, fingiendo mantener la cara seria. "¿Sabes? Salió positivo. ¡Estoy embarazada, David! Y ya tenemos varias semanas, según la prueba".

David la miró por un momento, procesando la noticia, antes de que su expresión cambiara de una cara de preocupación a una de pura felicidad. Sin poder contener su alegría, abrazó a Victoria con fuerza y, mirándola con emoción, le dio un largo y cálido beso. Estaban felices, y la noticia parecía llenar el aire a su alrededor con un brillo especial.

Los médicos entraron poco después para felicitar a la pareja, y David y Victoria compartieron sonrisas y agradecimientos antes de salir del hospital. En el camino a casa, sintieron una mezcla de alegría y emoción al pensar en el cambio que este bebé traería a sus vidas. Sabían que era el comienzo de una hermosa aventura juntos.

Llegado el fin de semana, decidieron organizar una pequeña reunión con sus familiares más cercanos para compartir la noticia. Después de preparar todo, tenían a todos reunidos en su sala, compartiendo anécdotas y sonrisas. En un momento, David pidió la atención de todos y, después de un breve silencio expectante, dio la palabra a Victoria. Ella, con una emoción visible en sus ojos, compartió la noticia de su embarazo. Las caras de sorpresa y alegría fueron inmediatas, y el ambiente se llenó de abrazos y felicitaciones. Todos estaban felices y emocionados ante la llegada de un nuevo miembro a la familia.

Al final de la reunión, cuando ya todos se habían ido, David y Victoria organizaron la casa juntos y, exhaustos pero felices. Esa noche, David y Victoria se acomodaron juntos en la cama, aún con una mezcla de emoción y calma tras el día tan especial que acababan de compartir. Abrazados, no podían evitar sonreír, sabiendo que estaban entrando en una nueva etapa no solo como pareja, sino también como futuros padres.

"¿Te das cuenta de que tenemos casi todo listo para la boda?", dijo David con una sonrisa suave, acariciando el cabello de Victoria. "Falta poco para el gran día".

"Sí," respondió Victoria, mirándolo con ternura. "La fecha está fijada y cada vez está más cerca... Hemos elegido el lugar, la decoración, la música...."

Victoria continuó, "Creo que solo necesitamos afinar algunas cosas como la distribución de los invitados en las mesas y asegurarnos de que la decoración tenga esos toques de flores y luces que tanto queremos. Y... aún no hemos elegido las canciones para la ceremonia y el primer baile. Quiero que todo sea tan especial..."

David la escuchaba atentamente, sintiendo cómo cada detalle que mencionaba hacía que la boda se sintiera aún más real y cercana. "¿Recuerdas cómo al principio no teníamos idea de qué estilo queríamos? Ahora es como si todo estuviera fluyendo perfectamente", comentó con una sonrisa.

"Sí, y creo que esta boda será incluso más significativa, ahora que sabemos que nuestro bebé estará con nosotros, de alguna manera", respondió Victoria, mientras acariciaba suavemente su vientre.

David asintió, lleno de emoción. "Es verdad. Será un día para recordar para siempre. Y quiero que cuando mire esas fotos en el futuro, sienta el amor que compartimos hoy... y la felicidad de saber que nuestro hijo también será parte de esta historia".

Así, entre sueños y planes, se quedaron conversando y visualizando cada momento de su boda, asegurándose de que cada detalle reflejara el amor y el compromiso que sentían. Finalmente, se quedaron dormidos, abrazados y tranquilos, con la certeza de que estaban viviendo uno de los momentos más especiales de sus vidas y que el futuro solo les traería más felicidad.

(Cinco meses después....)

Meses después de la noticia, el embarazo de Victoria estaba ya muy avanzado. Su cuerpo había experimentado varios cambios: su vientre estaba grande y redondeado, mostrando con orgullo el crecimiento del bebé. Sentía un peso adicional al caminar, y su forma de moverse era más pausada. Notaba cómo su piel se había vuelto más sensible y su cuerpo había ganado suavidad y curvas en nuevas áreas, especialmente en su cadera y sus senos, que ahora estaban más llenos. A veces, sentía ligeros dolores en la espalda baja y en las piernas, algo común en el embarazo avanzado, pero todo esto venía acompañado de una sensación de alegría y amor al saber que pronto tendría a su hijo en brazos. Las emociones de Victoria eran una mezcla de ternura y responsabilidad, y cada movimiento o patadita del bebé la hacía sentir profundamente conectada con él.

UN SOSTEN FANTASTICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora