Le sería imposible a alguien como yo conquistar a alguien como Tzuyu¿No creen?
Todo era demasiado difícil, ella estaba rodeada de Bombones, Bombones que querían su cuerpo, que querían sus caricias, que querian su querer, su mismísimo amor.
¡Pero nad...
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Si habían cosas que me entristecían, la peor era saber que ya no vería a Jeongyeon. Odio decirlo, pero me encariñé con ella. F
ue lindo haber hablado tanto y que pudiera abrise a mi, además fue lindo hablarle y escuchar su historia.
Más allá de que sea una asesina a sangre fría y esté loca, es un amor, es buena y muy divertida. Realmente no quiero verla morir, tampoco saber que va a hacerlo.
Recuerdo haber visto como Jihyo y ella se despedían. "Hyo" Lloraba desconsoladamente en el pecho de mi amiga, mientras ella la consolaba con besos, caricias y susurros. Jihyo tampoco quería dejarla ir, al igual que todas sus amigas de la cárcel.
Luego de que "su novia" se fue yo me acerque para, tristemente, despedirme.
Nuestras miradas se encontraron y yo sentí un fuerte dolor en mi corazón, era horrible pensar en todo lo que habíamos pasado juntas, cada café, cada postre, cada anécdota- Voy a extrañarte, Jeongyeon- Nos abrazamos y el dolor se intensificó. Yo estaba encariñada con esta mujer.
Acarició mi espalda, como una amiga, yo había conseguido una amiga. Cosa que me entristecía más- Más te vale que esa novela salga bien- Sonreí y nos separamos mirandonos, ambas, algo tristes.
Respiré hondo, estaba a punto de llorar- daré lo mejor de mi- iba a extrañar su impaciencia, su sonrisa, su llanto, su voz, su forma de hablarme, su forma de reír. Nada sería igual sin Jeongyeon.
Me miró a los ojos, algo me decía que ella tampoco quería que esto pasara- Leí uno de tus libros, escribes muy bien, Confío en ti- Sonreí ampliamente. Eso era como si me regalaran un chocolate enorme o como un abrazo de Onda. La felicidad que me producía era demasiado grande.
Mis ojos se nublaron por culpa de las lágrimas, que amenazaban con salir- Gracias- ella acarició mi mejilla. Por alguna razón su sonrisa no se borraba- Espero que cuando te encuentres con ellas no te maltraten- Rió alejando su mano.
- No se acercarán, no te preocupes-Dijo segura. Después de decir eso se la llevaron. yo la escolté durante todo el camino, ya que ese fue el trato desde el primer momento. La obligaron a entrar a una habitación en la que no me permitieron ni entrar, ni ver, ni siquiera acercarme, no podía hacer nada.
La estaban violando o la golpeaban, ya que gritaba y se quejaba todo el tiempo. Las 2 policías que la adentraron en la habitación salieron con ella. Jeongyeon estaba toda llena de moretones y sangre en su cara, casi desmayada.
Parecía no ser ella.
Era llevada por las mismas dos, las cuales la cargaban de los hombros. Jeongyeon estaba inconsciente, arrastraba sus pies y su cabello estaba demasiado desordenado cubriendo su cara.
Verla así me era horripilante, no podía evitar sentirme demasiado mal por haber colaborado en algo así y aún peor al saber que esto era por la literatura y mis libros. Las lágrimas no paraban de caer.
La adentraron en la habitación donde estaba la camara de gas y luego la lanzaron ahí adentro, desinteresadas de mi pobre amiga, entonces me cerraron la puerta sin permitirme ver lo que estaba pasando.
Ella iba a morir, o ya estaba muerta.
Cuando salí me encontré a Jihyo, ella estaba sentada a las afueras de la cárcel, fumando mientras lloraba. Nuestros ojos se encontraron, ella con una mirada me lo preguntó y yo solo asentí. Pronto estaba siendo abrazada por una llorosa cantante, que era novia de una asesina, complice de un asesinato y la mujer más extraña con la que me había topado. Y de repente ella no era la única que lloraba, ambas intentabamos consolarnos, pero era imposible, ella la amaba demasiado y yo la quería mucho.
Onda apareció, yo le había pedido que viniera a apoyarme moralmente al salir, yo la miré y respiré hondo- Jihyo- Dije para luego soltar un sollozo, ella me miro- Esta es mi novia, onda- Ella asintió soltandome lentamente- Onda, ella es Jihyo, la chica de Jeongyeon- Onda la miró con un puchero y la abrazó, en ese momento eramos 3, 3 lloronas las cuales no aguantaban el peso de la muerte de Jeongyeon.
Mi mejor amiga, el amor de la vida de Jihyo, mi mejor historia, su mejor novia. Ambas sabíamos que no merecía eso, Jeongyeon era buena persona, pero los policías desconocían su bondad, también su cariño y por supuesto su amor.
Te extrañaré, más que a nadie, te quiero mucho.
- ¿Quieres cenar con nosotras?- preguntó Mi Novia cuando terminamos de llorar, recibiendo un asentimiento de parte de Jihyo.
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¿En verdad este es su final? Eso se oye imposible, pero lo es y pasó...
